El Podcasting (V): Recursos para el podcaster

Ha llegado el momento de finiquitar esta serie de posts centrados en el mundo del podcasting. A partir de aquí sólo queda que el nuevo podcaster haga uso de su ingenio para grabar el mejor audio que pueda. Ya hemos hablado del hardware y del software recomendado para grabar un podcast, pero queda una última bala en la recámara, los recursos para el podcaster.

Parece que suene a chaleco salvavidas y en cierto modo se puede ver así ya que un buen uso de los recursos de audio (músicas y efectos sonoros) pueden marcar la diferencia entre un podcast mediocre y uno remarcable. Pero ojo, no hay que abusar, que lo que en realidad importa aquí es la propia voz y lo que se quiere contar.

La música

El eterno y espinoso dilema, la música en los podcasts. Actualmente en España hay cierta ambigüedad legal sobre el uso de música comercial en podcasts. Realmente no existe una licencia específica para podcasts al contrario que en otros medios como radio o televisión. Es por eso que algunos podcasters hacen uso de esta clase de música ignorando que en un futuro pueden ser llamados a pagar la todavía inexistente licencia de manera retroactiva.

Lo mejor que se puede hacer es usar música con licencia Creative Commons o la también llamada con copyleft, cuya difusión en podcast está completamente permitida de manera gratuita y normalmente sólo exige la mención del autor de cada composición musical que se use. También hay que tener en cuenta que hay músicos que no permiten el uso de sus obras en caso de que se vaya a sacar un beneficio económico con su uso.

Existen diversas webs que aglutinan música con licencia Creative Commons para poder ser escuchada y/o descargada al gusto. Hoy en día las más famosas son Jamendo, que desde hace un tiempo ha añadido funciones de red social, Magnatune, que cuenta con una catálogo bastante basto o Lamundial.net, la cual también realiza reseñas de discos. También son muchos los artistas que ponen su música a disposición de todos desde sus propias webs, en este caso hay que comprobar si se necesita el permiso explícito del autor para usar su pieza musical.

Efectos de sonido

La ventaja de la postproducción en el podcast permite modificar un audio a priori desnudo e insípido en otro mucho más trabajado. La posibilidad de añadir efectos sonoros nos ayudará a dar rienda suelta a nuestra imaginación y convertir temporalmente nuestro estudio de grabación en una playa, una carretera transitada o en el lejano Japón. Al igual que la música, existen directorios de sonidos, los cuales pueden solicitar o no el pago por el uso de los mismos en cualquier producción, veamos algunos de ellos.

Soundsnap es un directorio que ofrece audios de buena calidad pero cuenta con la desventaja de funcionar bajo suscripción previo pago. Por lo menos cuenta con una suscripción gratuita que permite descargar cinco audios al mes, algo que nos puede servir si no usamos una gran variedad de estos efectos.

Otro servicio que cuenta con una gran cantidad de efectos sonoros es Houndbite, que tiene peculiaridad de contar también en su librería con música, audios de entrevistas, discursos, noticias, etc. Por último quiero recomendar el Banco de Imágenes y Sonidos del ministerio de Educación, el cual (como su propio nombre indica) imágenes y material audiovisual de manera totalmente libre.

Para terminar este post creo que puedo hablar de otro recurso muy extendido en la podcastfera y que son las promos. Simplemente se trata de audios de promoción de un podcast para publicar en el resto de los mismos. Actualmente sólo hay dos maneras e conseguir las promos de un podcast, la primera es acudir a la web de susodicho podcast y la segunda (y mucho más sencilla) acudir al directorio de promos de Podcastellano, donde están recopiladas prácticamente todas las promos existentes en la podcastfera española.

Y tristemente (al menos por mi parte) este es el final de la serie de posts centrada ne el apasionante (al menos para mi y bastante más gente) mundo del podcasting. Espero que por lo menos haya despertado al gusanillo lo suficiente para animaros a escuchar algunos de los grandes podcasts que se realizan en nuestro país y, quién sabe, a lo mejor en el futuro producir uno propio.