Bacon, salchichas y spam, huevos y spam, y, por supuesto, spam. Como desayuno energético lo es, aunque no sabemos si muy saludable. Tampoco estamos seguros de si es lo que desayunó hace 40 años Gary Thuerk, trabajador de Digital Computer Corp. G. Thuerk, a quien se atribuye el primer envío de correo spam el 3 de mayo de 1978 a 392 miembros de Arpanet (la primera versión de Internet) tratando de venderles una computadora.
La palabra spam originariamente se refiere a un alimento enlatado, un bloque de carne de cerdo especiada (spice ham), fabricado por la empresa Hormel Foods, que cobró mucha popularidad en la Segunda Guerra Mundial, cuando los familiares de los soldados les hacían llegar este tipo de latas al frente. Esta popularidad se mantuvo en las décadas posteriores, pues era un plato listo para comer según se abría la lata, lo que ahorraba tiempo en el día a día. Tal vez alguno de los redactores de Nobbot probó algo parecido en la mili…
Spam, spam, spam…
La vinculación (podríamos decir el link) de este producto con el correo electrónico no deseado tiene su origen en un sketch, no apto para veganos, de los Monty Python dentro de su serie Flying Circus. Un restaurante inglés lleno de vikingos al que llegan dos nuevos clientes para tomar el desayuno. Y en el menú, casi todo lleva spam, incluso los platos que se piden sin spam. La continua repetición del término durante todo el sketch por parte de la camarera, y el eco de los vikingos cantando repitiendo «spam», consiguió que a partir de ese momento se asociase la palabra con algo molesto, no solicitado, ni deseado, que está por todos los lados pero que nadie quiere. El sketch se emitió por primera vez en 1970 y fue escrito por Terry Jones y Michael Palin.
En los últimos años el porcentaje de spam en el correo electrónico ha oscilado entre un 50% y un 70% del total de envíos, según recoge Statista, y las temáticas más habituales de dichos envíos no deseados han sido asistencia médica y las citas amorosas (dating).
Imagen: Smithsonianmag