Los llamados Gafam (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft) forman Big Tech, el cártel de los gigantes tecnológicos de EE.UU. Con otras pocas empresas, controlan casi todos los aspectos de la vida digital de los occidentales. Usamos sus servicios para enviar correos electrónicos, escuchar música, hacer videollamadas, chatear, orientarse, navegar o escribir un documento. Sin embargo, existen alternativas más éticas.
El monopolio, y el poder que de ello deriva, de estos gigantes se está convirtiendo en un problema incluso para los gobiernos. Si hasta hace 10 años internet seguía siendo la tierra (virtual) de la libertad, el optimismo y la igualdad, desde hace un tiempo Big Tech ha pasado de ser una utopía a convertirse en distopía. Un cambio debido a los numerosos escándalos sobre la privacidad, la interferencia con los procesos democráticos, las malas prácticas laborales o la deriva militar de algunos proyectos.
Cada vez más personas están tratando de escapar de este dominio. Movimientos como #deletefacebook o las huelgas contra Amazon marcan un punto de inflexión en la reputación de los gigantes de internet. Sin embargo, hoy en día es casi imposible prescindir de la tecnología, así que las alternativas open-source, basadas en principios más sólidos, ganan adeptos.
Las alternativas éticas están ahí, pero hay que ser muy motivados y curiosos para no sucumbir a la homologación. A continuación, vamos a descubrir algunos servicios que no pertenecen a las cinco grandes hermanas. Opciones útiles para mantener la ‘biodiversidad’ del entorno tecnológico y promover una competencia sana y necesaria.
Alternativas éticas para el navegador
El mercado de los navegadores está dominado por Google Chrome, con una cota de mercado del 65%. Le siguen Explorer / Edge de Microsoft, Safari de Apple y Opera, propiedad de un consorcio chino. Para navegar fuera de Big Tech y limitar el rastreo de nuestros hábitos con fines publicitarios, la alternativa más válida y conocida es Firefox. El zorro aún ocupa el tercer lugar entre los navegadores más populares para escritorio, pero su espacio se está reduciendo muy rápidamente. Los más valientes pueden intentar instalar Vivaldi, un navegador gratuito con amplias posibilidades de personalización, o Midori, ligero y open-source, centrado en el rendimiento y la velocidad.
Buscador
DuckDuckGo representa la única alternativa válida a Google Search, Yahoo o Bing de Microsoft. El servicio no rastrea a los usuarios de ninguna manera y basa su modelo de negocio en la contextualización de la publicidad. Otra alternativa ética para los más atentos a los problemas ambientales y de sostenibilidad es Ecosia. Su base es Bing, pero está administrado por una empresa alemana que planta árboles con los beneficios sacados de la publicidad que aparece en los resultados de búsqueda. Q-Want es, en cambio, un motor de búsqueda financiado por la Unión Europea, lanzado con la clara intención de competir con Big G. Finalmente, Mojeek es un buscador al estilo de Google que promete no rastrear.
Servicios de correo electrónico
Gmail, en los últimos 10 años, se ha convertido en el servicio de correo electrónico gratuito más popular. Para los que quieran escaparse del recinto dorado de Big G, las alternativas son muchas, válidas y seguras. Sin embargo, para obtener funciones y espacio comparables a lo que ofrece Google, casi siempre es necesario pagar. ProtonMail, por ejemplo, es un proveedor de correo electrónico a prueba de intrusiones y seguro, que ofrece una versión gratuita limitada y planes de suscripción a partir de cuatro euros al mes. Posteo y Mailbox, otras dos alternativas seguras, ofrecen tarifas mínimas de un euro al mes.
Estadísticas web
Una vez más, Google es también el dominador del sector de estadísticas con Analytics. El servicio es gratuito, dependiendo del número de visitas, pero recopila una gran cantidad de información sobre los usuarios. También en este caso existen alternativas igualmente efectivas, como Matomo o Fathom. Ambos están diseñados para cumplir automáticamente con los requisitos del RGDP.
Mapas
También en el caso de los mapas se pueden encontrar alternativas open-source útiles para reemplazar Google Maps, Bing Maps y Apple Maps. Muchas de estas, como el excelente Maps.me, que permite descargar mapas detallados en dispositivos móviles para consultarlos sin conexión, se basan en los datos del proyecto OpenStreetMap.
Office
Las alternativas open-source a Microsoft Office o Apple Pages son numerosas. Los dos proyectos más conocidos son LibreOffice y OpenOffice, ambos libres y gratuitos. Para reemplazar las funciones ofrecidas por Google Docs, existe Etherpad. Un editor de código abierto en línea que ofrece una cuenta gratuita con un límite de 200 MB.
Alternativas éticas para las redes sociales
En el caso de las redes sociales, no es fácil encontrar alternativas éticas con la misma cantidad de usuarios de Facebook, Twitter o Snapchat. Existen servicios similares que están creciendo, como Mastodon y Diaspora. Sin embargo, son utilizados principalmente por tecnófilos expertos. Aquellos que buscan una plataforma alternativa a Instagram pueden probar Pixelfed. Permite compartir imágenes sin publicidad, en orden cronológico y sin algoritmos.
Mensajería
En cuanto a las aplicaciones de mensajería, abandonar Facebook Messenger y WhatsApp no es difícil. Existen varias opciones seguras: Signal, Line, Kik Messenger, Wickr y muchos otros. El problema no es encontrar la aplicación correcta, sino convencer a amigos y conocidos para que la utilicen. Telegram es actualmente la única alternativa con la masa crítica de usuarios necesaria para ser competencia real de WhatsApp.
Música y cine
Encontrar alternativas a Netflix, Apple Music o Spotify, que ofrezcan música, películas y series con altos costes de producción, es casi imposible. Pero existen muchos servicios que apuestan por el descubrimiento de artistas menores. R4000 es un servicio de streaming musical basado en playlists curadas por DJ humanos y no por algoritmos. Flix Premiere ofrece una suscripción por unos cinco euros al mes, que da acceso a una colección de películas independientes. Casi lo mismo que propone Bfi.org, que también incluye una selección de películas menos conocida y recientes, difíciles de encontrar en Netflix, iTunes o Amazon Prime Video.
Plataformas para compartir vídeos
Hay vida más allá de YouTube. Sobre todo porque la plataforma de Google cada vez paga menos a sus creadores y utiliza algoritmos que favorecen los contenidos conspiracionistas y las noticias falsas. La opción preferida por muchos profesionales del vídeo es Vimeo. Pero también hay alternativas éticas menos conocidas como PeerTube, completamente open-source y sin publicidad, o BitChute.
Transferencia de archivos
Google Drive, OneDrive de Microsoft, Dropbox y otros servicios similares no son la única forma de compartir archivos en línea. Entre las alternativas más interesantes se encuentra Firefox Send, que ofrece transferencias gratuitas de hasta 2.5GB con la posibilidad de indicar la fecha de vencimiento del enlace. Y FilePizza, un servicio de transferencia peer-to-peer open source basado en los donativos.
Juegos
En el sector del gaming, hay varios servicios interesantes para la compra de títulos independientes que garantizan buenos ingresos a los desarrolladores y se encargan de la selección manualmente. Entre ellos se encuentran GoG (Good Old Games), itch.io y Humble Bundle, que, además de la tienda, propone un modelo basado en la oferta gratuita y ofrece la posibilidad de donar parte del precio de compra a una entidad de caridad.
Finalmente, si lo que buscas es una alternativa a Amazon, lo mejor que puedes hacer es bajar a la calle y entrar en uno de esos lugares llamados tiendas.
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