Los beneficios de la dieta mediterránea en la salud han sido destacados en múltiples estudios y por ello fue incluida por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Rafael Bengoa, uno de los mayores expertos mundiales en políticas sanitarias, destaca a la dieta mediterránea como una de las claves para explicar la alta esperanza de vida de los españoles, de las mayores del mundo.
“Tener acceso universal al sistema, a excelentes profesionales, a medicamentos, a tecnologías ha contribuido a esos resultados, pero puede que la dieta mediterránea haya contribuido más. Es importante seguir invirtiendo en ambas: en la dieta (no Mcdonalizarse) y en el sistema de salud público”, señala.
la dieta mediterránea, el elixir de la inmortalidad
Su impacto sobre la longevidad fue también confirmado por Dan Buettner, periodista y explorador, que lleva años estudiando las regiones del mundo que concentran la población más anciana. En sus viajes llegó a Icaria, una pequeña isla griega en la que sus habitantes se hallan libres de ciertas enfermedades crónicas y debilitamiento o pérdida de sus facultades mentales. Entre los factores que explican este hecho ocupa un lugar esencial la dieta, una variación de la dieta mediterránea con muchas frutas y verduras.
Según explica la Fundación Dieta Mediterránea, entre las muchas propiedades beneficiosas para la salud de este patrón alimentario se puede destacar el tipo de grasa que lo caracteriza (aceite de oliva, pescado y frutos secos), las proporciones en los nutrientes principales que guardan sus recetas (cereales y vegetales como base de los platos y carnes o similares como “guarnición”) y la riqueza en micronutrientes que contiene, fruto de la utilización de verduras de temporada, hierbas aromáticas y condimentos.
ojo: consumimos más carne, lácteos y azúcar
Sin embargo, la dieta de los españoles se va alejando, poco a poco, del modelo mediterráneo. En un reciente estudio, liderado por científicos del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (Ceigram) y publicado en Science of the Total Environment, se confirma esta tendencia.
Los resultados revelan que el consumo actual en España se está desviando del modelo mediterráneo recomendado hacia otra alternativa que contiene tres veces más carne, productos lácteos y azúcar, y un tercio menos de frutas, verduras y cereales.
Este abandono de la dieta mediterránea no contribuirá a que España sea el país con mayor esperanza de vida del planeta para 2040, tal como vaticina un estudio elaborado por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, publicado en la revista The Lancet. Hoy ocupa la segunda posición en este ranking, detrás de Japón, pero no conviene relajar los hábitos alimenticios sustituyendo la ingesta de productos saludables por otros que, por si fuera poco, también empeoran la salud del planeta.
el abandono de la dieta mediterránea empeora la salud del planeta
Y es que, debido a los altos impactos hídricos de los productos de origen animal, un cambio hacia una dieta mediterránea reduciría 753 litros/persona y día el consumo de agua –en usos en los que esta se gasta y no puede volver a utilizarse-, de los cuales 34 son agua de riego”.
“La preservación y adopción de este consumo tradicional, especialmente entre las generaciones jóvenes y urbanas, es un objetivo importante para los países del ámbito mediterráneo –y potencialmente para otros– para lograr alcanzar un desarrollo sostenible y la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible”, explica a Sinc Alejandro Blas, autor principal del estudio de Ceigram.
Además, la dieta mediterránea tiene una mayor eficiencia nutricional-hídrica que el consumo actual: se obtienen más energía, fibra y macro y micronutrientes por litro de agua utilizada. Dicho de otra manera, si se abandona la dieta mediterránea se necesita más agua para obtener el mismo nivel de nutrientes.
decálogo para mantener una alimentación saludable
Por todo ello y con el fin de que no se abandonen estos hábitos tan saludables para nosotros y para el planeta, conviene recordar el Decálogo elaborado por la Fundación Dieta Mediterránea a la hora de elaborar nuestras recetas:
- Utilizar el aceite de oliva como principal grasa de adición.
- Consumir alimentos de origen vegetal en abundancia: frutas, verduras, legumbres, champiñones y frutos secos
- Nuestra alimentación diaria debe incluir pan y los alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales).
- Los alimentos poco procesados, frescos y de temporada son los más adecuados.
- Consumir diariamente productos lácteos, principalmente yogurt y quesos.
- La carne roja se tendría que consumir con moderación y si puede ser como parte de guisos y otras recetas. Y las carnes procesadas en cantidades pequeñas y como ingredientes de bocadillos y platos.
- Consumir pescado en abundancia y huevos con moderación.
- La fruta fresca tendría que ser el postre habitual. Los dulces y pasteles deberían consumirse ocasionalmente.
- El agua es la bebida por excelencia en el Mediterráneo. El vino debe tomarse con moderación y durante las comidas.
- Realizar actividad física todos los días, ya que es tan importante como comer adecuadamente.