Grabar conciertos con el móvil es un acto extraño, pues introduce un elemento intermediador entre lo que debería ser un diálogo directo de miradas y sonidos entre artistas y espectadores. Pero vivimos en la era del exhibicionismo y la supuesta trasparencia y no hay experiencia si esta no es compartida en redes sociales.
No insistiremos aquí en la molestia que, para los espectadores que desean disfrutar con sus ojos del acontecimiento cultural por el que han pagado una entrada, supone tener que adivinar la imagen de su artista favorito entre un frondoso bosque de pantallas luminosas. Además, hay que tener en cuenta que, lo que puede molestar a los espectadores, supone una promoción gratuita para los que protagonizan el concierto, la exposición, la obra de teatro, etc.
Sin embargo, resulta cuanto menos curioso, cómo la tecnología nos está cambiando la mirada. Ya hablamos en Nobbot de The Sero, un televisor de Samsung con pantalla vertical que se adapta a las necesidades de los más 500 millones de personas utilizan Instagram Stories cada día para compartir videos y fotografías con sus seguidores.
Esta “verticalización” de la mirada avanza al mismo tiempo que lo hace el uso de las herramientas que nos ofrecen las redes sociales. Grabar en vertical resulta más cómodo que el horizontal, un formato que obliga a utilizar las dos manos en la grabación para obtener la mayor calidad.
grabar conciertos con el móvil entre un bosque de pantallas
Al grabar conciertos con el móvil en posición vertical podemos utilizar la otra mano, por ejemplo, para apartar el resto de pantallas que se interponen entre nosotros y el escenario. En caso de que alguien se moleste y se llegue a las manos, la pelea no parece que pudiera ser muy cruenta pues la mitad de los puños estarían sujetando smartphones.
El caso es que Samsung ha ido un poco más allá en esta “verticalización” de la mirada y ha organizado un concierto con el escenario montado en vertical gracias al cual los espectadores ni siquiera tenían que girar su muñeca a la hora de grabar. Según la compañía, el 94% de los usuarios de smartphones a interactúan con sus dispositivos verticalmente, mientras que el 79% considera que los videos verticales son los más interesantes.
Así que, ni corta ni perezosa, la empresa coreana construyó un escenario de tres pisos y más de 9 metros de altura en el que actuó una estrella del pop que se confesó “honrada y emocionada de encabezar el primer concierto vertical del mundo”. Que grabar conciertos con el móvil en vertical también genera emoción y apuntala la honra.
¿qué será de la visión periférica?
Los humanos contamos con dos ojos que nos proporcionan una visión binocular y, con cada ojo, podemos ver unos 150º-160º. Sin embargo, la suma de ambos ojos aumenta nuestro campo de visión hasta los 180º. Esta visión periférica, que enriquece nuestra experiencia visual y resulta tan útil en múltiples circunstancias (detectar por el rabillo del ojo a un amigo que se apresta a darnos un sablazo para pagar su nuevo móvil a plazos, por ejemplo) la reducimos a menos de 30º cuando enfocamos nuestra atención en la pantalla.
Una superficie brillante que, por otra parte, es una puerta a otras experiencias que podemos vivir en paralelo mientras nos dedicamos a grabar el concierto con el móvil: compartir las imágenes en redes sociales, buscar la trayectoria del artista en Google, leer las letras de las canciones para corearlas a voz en grito…
Ya veremos si lo que vemos frente a nuestros ojos y a través de una pantalla compensa lo que dejamos de contemplar a nuestro alrededor.