FIFA 2020 está pensado para forofos del fútbol y, siendo este un deporte tan popular, eso hace que el videojuego se sitúe siempre entre los más vendidos.
¿Pero se puede disfrutar de él si no te gusta el fútbol y tu DNI marca una fecha de nacimiento que el común de “gamers” relaciona con la era de los dinosaurios? Yo digo que sí.
Vaya por delante que tampoco muy aficionado a los videojuegos y que mis intentos de inmersión en el mundo de los esports se han saldado con una victoria aplastante de mi perplejidad sobre mi entusiasmo.
En cuanto al fútbol, ¿qué decir? Pertenezco a una generación -quizás siga siendo así- en la que, si no dabas patadas a un balón, eras considerado objetivo prioritario de las coces de tus amigos del barrio, que sentían cierta afición por entrenar en tu trasero los efectos que, luego en los partidos, imprimían al esférico.
Como tomar asiento sin experimentar dolor en las nalgas es algo que siempre me ha gustado, traté de ocultar mi nula maña con el balón autoproclamándome “defensa leñero” –“como Camacho, como Camacho”- y disimulé mis escasos conocimientos sobre el deporte rey completando las alineaciones de los álbumes de cromos dedicados a las distintas ligas. Y así pasaron mis años de clandestinidad.
fifa 2020 contra el insomnio
Con el tiempo, mi integridad física recibía más amenazas de los achaques asociados a la edad que de las punteras de las zapatillas de algunos niños que, hoy, quizás estén muertos. Uno de estos padecimientos se llama insomnio, que empecé a sufrir después de que pasarme noches en blanco meciendo en los brazos a mi primer hijo para que dejara de llorar. Un caluroso agradecimiento a las revistas dedicadas a la maternidad y a sus “fake news”.
Harto de pastillas, descubrí un método infalible para sumergirme en el más profundo de los sueños: instalar en el móvil un videojuego de fútbol. Sí, hablo del FIFA2020…y, antes, el FIFA2019, FIFA2018, etc. Como me aburre tanto este deporte y entiendo tan poco sobre los factores que hay que tener en cuenta para progresar en mi carrera de entrenador, bastan un par de partidos o pruebas de habilidad para que me entre la modorra.
Como podéis imaginar, las alineaciones las hago mojándome un dedo y exponiéndolo a la brisa, ya que no tengo ni idea de qué jugadores son los más hábiles ni cuál es su ubicación en el campo. Esta suele ir marcada con abreviaturas como CAI, SDD o MP que vaya usted a saber lo que significan.
El caso es que yo los elijo y sitúo en el césped virtual pensando en que el GRL (perdón por el tecnicismo) y la química del equipo estén al máximo nivel posible. ¿Qué más da si un delantero juega de defensa o un portero de lateral izquierdo? Al fin y al cabo, estamos en un entorno laboral donde se aprecia la multitarea. Y no me va mal.
goles, goles, goles…y modorra
Pasan los partidos del FIFA 2020, se suceden los goles (me da igual en qué portería) y mis jugadores sortean conos o superan barreras lanzando faltas desde el borde del área…y el sueño llega.
Al principio, compraba algún sobre de vez en cuando para mejorar mis opciones de juego, pero pronto me di cuenta de que era absurdo gastar dinero para mejorar mis opciones de victoria. Al fin y al cabo, las derrotas son más eficaces para dormir porque, cuando se suceden, uno pierde cualquier instinto competitivo que pudiera tener y asume la realidad de su incompetencia.
Alcanzar esta certeza hace que entre en comunión con el cosmos, que mis chakras se equilibren y que la babilla empiece a brotar por la comisura de los labios en dirección a la almohada.
Por todo ello, debo dar las gracias a los creadores del FIFA2020 y sus anteriores versiones. Aunque sea poco más que una tragaperras que utiliza el fútbol como excusa para meter mano en los bolsillos de los jugadores, a mí me ha ahorrado un dinerillo en «lexatines». Y, tal como está el coste de la vida, siempre viene bien. ¡Atleti!