Contar con un buen convertidor de archivos, o conversor de archivos, es clave. Ya sea para bajar la calidad a una canción, reducir el tamaño de una película para que quepa en el pendrive o poder abrir ese documento de texto que se resiste.
El mejor convertidor de archivos gratuito
Format Factory es un programa gratuito para Windows especializado en la conversión multimedia de archivos. Trabaja tanto con vídeo como con audio e imágenes, y soporta todos estos formatos: MP4, 3GP, MPG, AVI, WMV, FLV, SWF, MP3, WMA, MMF, AMR, OGG, M4A, WAV, JPG, BMP, PNG, TIF, ICO. Y alguno más.
Además, también podemos usarlo para ripear DVD, extraer las pistas de audio en MP3 desde un CD, pasar de PDF a texto, o bajar vídeos de YouTube. Vamos a usarlo para algunas conversiones, y a proponer alternativas web para Mac o Linux. Como punto importante, se recomienda no instalar software adicional propuesto por Format Factory durante el proceso de instalación.
Convertidor archivos de vídeo y audio
Como ejemplo, vamos a usar Format Factory para convertir un archivo de MKV a AVI. El proceso será el mismo para cualquier otra conversión, tanto de vídeo a vídeo como de audio a audio: MP4 a MKV, MP3 a OGG a WMA, MKV a MOV, AC3 a M4A, MOV a FLV o FLV a OGG, entre algunas combinaciones posibles.
Lo más importante será tener el archivo original en el ordenador. Una vez allí, seguimos los siguientes pasos:
- Abrimos Format Factory.
- A la izquierda pulsamos sobre “Video” o “Audio”, según sea el formato que busquemos convertir.
- En el panel izquierdo elegimos el formato de archivo del que partimos. En nuestro ejemplo, MKV.
- Se abrirá una pestaña emergente como la que vemos abajo, y pulsamos sobre “Agregar Archivo”.
- Toca ahora localizar y seleccionar el archivo en nuestro ordenador.
- Si queremos, podemos “Ajustar Salida”, una de las opciones más potentes de Format Factory.
Vamos a hacer un aparte (ahora volvemos a la lista) porque aquí podremos elegir el formato de salida. Es la parte más técnica del proceso. Podremos trabajar sobre los codex usados, el tamaño del vídeo o la tasa de bits (Kb/s), el formato de audio e incluso incrustar subtítulos (incluido tamaño, fuente y posición) o variar el volumen máximo.
Si el punto “Ajustar Salida” es importante, es porque será el que nos permita, por ejemplo, disminuir el tamaño del vídeo sin tocar muchos parámetros. Un ejemplo: partimos de un vídeo de 8 GB en MKV pero el pendrive no lo admite por ser demasiado grande. Es un caso muy frecuente, y para solucionarlo dejamos todo como está pero seleccionamos “Media calidad y tamaño”. Y ya.
- Una vez elegido cómo queremos que salga, pulsamos “Aceptar” y luego “Iniciar” (flecha verde).
- Cuando escuchemos la música, acudimos a la “Carpeta de Salida”. Ya lo tenemos.
Convertio: conversor web de archivos
Convertio es una extensión para Chrome con menos opciones que Format Factory. A cambio, funciona en Windows, Mac, Linux, Chromium y todos los sistemas operativos que admitan Chrome. Además, es algo más sencillo de usar por tener menos opciones y permite trabajar sin salir de Dropbox o Google Drive. Veamos los pasos para una conversión de audio:
- Usando Chrome, entramos en este enlace e instalamos la extensión. Se recomienda cerrar Chrome después, y volver a abrirlo.
- Desde cualquier página, pulsamos el icono de Convertio (dos flechas en un círculo rojo).
- Pulsamos sobre el tipo de conversión que buscamos. En nuestro ejemplo, “Conversor de audio”.
- En la ventana emergente pulsamos el botón rojo, que nos permite buscar en el ordenador, en Dropbox, en Google Drive o subir la pista en URL.
- Una vez subido el archivo podemos elegir el formato de salida. M4R, OGG, WMA, M4A, AAC… Y si pulsamos sobre la rueda dentada (Ajustes), veremos más opciones.
- Pulsamos sobre “Convertir”, esperamos unos segundos y veremos un botón para “Descargar” el archivo en el ordenador.
Convertir archivos JPG, PSD, TIFF o PNG
El formato de imagen es uno de los más usados y, sin embargo, tanto Format Factory como Convertio cuentan con muy pocas opciones de personalización porque nacieron orientadas a vídeo y audio. Apenas pasan de formato, lo cual está bien porque es básico, pero se quedan cortos.
Usando Format Factory podremos trabajar con formatos como JPG, JPEG, WEBP, PNG, ICO, BMP, GIF, TIF y TGA. Desde el programa se puede bajar un software específico llamado “Picosmos Picture Tools” con algunas opciones extra. No muchas, pero servirá como convertidor de archivos de imagen básico.
Convertio es aún más básico en sus opciones pero incorpora algún formato más. A saber: SVG, HDR, RTF, ODT, XPS, DOT, DOTX y DOTM, DJVU, SXW, ABW, OXPS o KWD. Pero no podremos cortar las imágenes, ni rotarlas.
Una opción más que útil es hacer uso del editor gratuito de Google Fotos. Una vez subido cualquier tipo de archivo de imagen, podremos rotar, recortar, corregir, aplicar filtros y descargar en .JPG. Como pega, no admite algunos formatos.
La solución maestra de los conversores de imágenes son Adobe Photoshop y Adobe Illustrator. La primera será muy útil con fotografías y la segunda con imágenes vectorizadas, pero ambas trabajan con muchos formatos compatibles.
Si buscamos algo gratuito pero muy completo, podemos acudir a GIMP. Aunque es algo más lento y no demasiado intuitivo, podremos abrir gran cantidad de imágenes, pulsar sobre y guardarlas con el formato y calidad deseados.
convertidor de archivos PDF a Word
Otra de las funcionalidades de conversión más demandadas es el poder pasar de PDF a formato de Word. Lo cierto es que tanto Format Factory como Convertio realizan un muy buen trabajo al respecto. Además, nos permitirán pasar de PDF no solo a DOX o DOCX, sino también a HTML, XPS, TXT u ODT. Incluso a ePUB y MOBI, si usamos un libro electrónico.
Fusionar PDF, vídeos y audios
Si tenemos varias pistas de audio, vídeo o documentos PDF. ¿Hay alguna forma de unirlos para formar un único archivo? De nuevo, Format Factory para Windows funciona a la perfección. Si buscamos una versión web, tenemos muchas opciones: CombinePDF, PDF2Go, PDFCandy, PDFMerge…
Aunque en navegador siempre nos quedará la duda de qué se hará con nuestros archivos o si se habrá añadido alguna pieza de malware. La recomendación generalizada es contar con un convertidor de archivos local, aunque esto suele suponer un coste económico.
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Imágenes | iStock/underworld111, Austin Distel, Redacción