Las erupciones magnéticas en el Sol pueden afectar el transporte aéreo, interrumpir las comunicaciones por satélite, afectar a las redes eléctricas y desactivar los sistemas GPS.
Ahora, gracias a las imágenes del telescopio solar Daniel K. Inouye, de la National Science Foundation, podemos comprender mejor los procesos que se dan en nuestra estrella.
Las primeras imágenes del telescopio solar Inouye de la NSF, muestran un primer plano de la superficie del Sol, con la mayor resolución nunca antes vista, que puede proporcionar detalles importantes para los científicos. Así, las imágenes muestran un patrón de turbulencias de plasma «hirviendo» que cubre toda la estrella.
Las estructuras en forma de células (o de palomitas de maíz cubiertas de miel, para los más golosos), cada una de un tamaño mayor que el de España, surgen de los de movimientos violentos que transportan el calor desde el interior del Sol hasta su superficie. Ese plasma solar caliente se eleva en los centros brillantes de las «células», se enfría y luego se hunde debajo de la superficie en un proceso conocido como convección.
el sol es un gigantesco reactor nuclear
El Sol es nuestra estrella más cercana: un gigantesco reactor nuclear que quema alrededor de 5 millones de toneladas de combustible de hidrógeno por segundo. Lo ha estado haciendo durante aproximadamente 5.000 millones de años y continuará durante los otros 4,5 mil millones de años de su vida.Toda esa energía irradia al espacio en todas las direcciones, y la pequeña fracción que golpea la Tierra hace posible la vida.
Los movimientos del plasma del Sol retuercen y enredan constantemente los campos magnéticos solares. Estos campos magnéticos provocan tormentas solares que pueden afectar negativamente a nuestra tecnología. Por ejemplo, durante el huracán Irma de 2017, un evento meteorológico espacial simultáneo derribó las comunicaciones de radio utilizadas por los socorristas, la aviación y los canales marítimos durante ocho horas el día en que el huracán tocó tierra.
“Para desentrañar los misterios más grandes del Sol, no solo tenemos que poder ver claramente estas pequeñas estructuras, sino también medir con precisión la intensidad y dirección de su campo magnético cerca de la superficie y rastrear el campo a medida que se extiende hacia su atmósfera exterior», explicó Thomas Rimmele, director del Telescopio Solar Inouye.
prevenir desastres con mayor anticipación
Una mejor comprensión de los orígenes de los posibles desastres permitirá a los gobiernos y las empresas de servicios públicos prepararse mejor para los inevitables eventos futuros del clima espacial. Se espera que la notificación de posibles impactos pueda ocurrir antes, con hasta 48 horas de anticipación en lugar del estándar actual, que es de aproximadamente 48 minutos. Esto permitiría más tiempo para asegurar las redes eléctricas y la infraestructura crítica y para poner los satélites en modo seguro.
El telescopio Daniel K. Inouye, situado en la isla hawaiana de Maui, tiene una apertura de cuatro metros, el mayor del mundo para un telescopio solar. La foto en primer plano publicada muestra una superficie del Sol de solo 8,200 kilómetros. Tengamos en cuenta que nuestra estrella tiene una superficie de casi 700.000 kilómetros.