Si queremos entender la crisis climática a la que nos enfrentamos, Jesús Linares es nuestro hombre. Como a todo buen gaditano, si algo define a este científico y activista medioambiental es la pasión: en la investigación para generar conocimiento, en el emprendimiento para cristalizarlo y en la comunicación social para difundirlo. Cree que es hora de recuperar la cordura, de apostar decididamente por la sostenibilidad.
Este doctor en Física Cuántica hace honor a su especialidad científica y también es difícil de comprender. ¿Cómo explicar que, tras una brillante carrera como investigador, decidiera enarbolar la bandera del ecologismo y se convirtiera en uno de los 100 colaboradores más activos de Al Gore? Empujado por su pasión y su compromiso con el planeta, en 2019 recibió el premio de los New York Awards “Embajador Mundial del Cambio Climático”.
Sustenta.org, dedicada a la concienciación social sobre el cambio climático, y escribir libros como Planeta Titanic, editado por Última Línea y presentado recientemente en la Fundación PONS, con el que pretende “evitar que el planeta Titanic acabe colisionando contra el iceberg de nuestra inconsciencia”. Vamos a conocer un poco mejor a Jesús Linares y, sobre todo, vamos a conocer mejor a lo que nos enfrentamos si seguimos maltratando nuestro hogar, este pequeño punto azul que vaga por el universo.
Además, ha tenido tiempo para fundar la ONG– Los desastres climatológicos cada vez azotan con más frecuencia a nuestra geografía y, por ejemplo, hemos visto cómo la borrasca Gloria ha destrozado buena parte de nuestro litoral mediterráneo, donde la Ley de costas sucumbió frente al empuje urbanizador. ¿Nos enfrentamos a un problema de inconsciencia, como dices en tu libro, o de voracidad del sistema económico?
Se trata de que hemos sacado a la naturaleza de la ecuación, la hemos tratado como nuestro vertedero, y ahora nos pasa la factura por ello. Los economistas nos enseñan que los gases de efecto invernadero son un fallo de mercado, una externalidad negativa. Yo lo llamo un auténtico festival de codicia convenientemente asentado sobre nuestra inconsciencia.
Como demostró la historia del Titanic, cuando la soberbia humana coincide con el principio de insumergibilidad el resultado es letal. En el caso del Titanic la soberbia del capitán hizo que ignorara seis avisos de alerta de icebergs. Lo que quería era batir el récord de velocidad de la época y salir en titulares. Bueno, esto último si que lo consiguió. Esto, unido a la creencia en la insumergibilidad del navío, joya del imperio británico y emblema de la tecnología de la época, hizo el resto.
«Los economistas nos enseñan que los gases de efecto invernadero son un fallo de mercado, una externalidad negativa. Yo lo llamo un auténtico festival de codicia convenientemente asentado sobre nuestra inconsciencia».
En el caso del Planeta Titanic, los científicos llevamos 30 años dando, no ya avisos, sino fogonazos para alertar del iceberg. Nuestros capitanes sin embargo han preferido negar la evidencia. Tienen sus propios intereses. El paradigma de estacionariedad rema a su favor (los recursos de la Tierra son inagotables e infinitos, ¿cómo va el hombre a impactar en el clima?) Y mientras la casa sin barrer. Como advierte mi libro, tan solo nos quedan 10 años antes de que el Planeta Titanic acabe chocando contra el iceberg de nuestra inconsciencia.
– La sensación general es que los resultados de la última Cumbre del Clima fueron decepcionantes, ¿cuál es tu lectura?
Los resultados son evidentemente decepcionantes. El número que etiqueta la COP25 lo dice todo: 25 años intentando sin éxito que el mundo se ponga de acuerdo. El Acuerdo de Paris del 2015 fue un gran avance, pero claramente insuficiente. Ahora ni siquiera somos capaces de desarrollar su normativa. El abismo entre lo que necesitamos y lo que tenemos solo se explica por una auténtica crisis de liderazgo a nivel mundial.
Estuve en la Cumbre de Marrakech en el 2016 cuando salió Trump. Estaba con la delegación americana y recuerdo que se pellizcaban como para salir de la pesadilla. Me decían “Nos hemos acostado con Obama, el líder mundial de la lucha contra el cambio climático de presidente, y ahora nos despertamos con el líder mundial del negacionismo”. Todavía estamos nadando en el vacío.
europa, ¿líder frente al cambio climático?
– En tu libro “Planeta Titanic” haces un recorrido por 15 países diferentes para aprender qué es el cambio climático. ¿Hay una colisión de intereses entre el mundo llamado desarrollado y el que se encuentra en vías de desarrollo a la hora de abordar la emergencia climática?
El dilema entre economía y planeta es falso. No hay Plan-eta B. Sin planeta no hay economía. Como se ve en el libro, he podido conocer los dos mundos de primera mano. Tenemos un falso dilema. La creencia que solo podemos aumentar el índice de desarrollo humano aumentando el PIB, y que para ello tenemos que aumentar el impacto ambiental.
Esto ha sido así en los dos últimos siglos de revolución industrial. Ahora bien, lo que relaciona íntimamente estas dos curvas temporales, PIB e impacto ambiental, es esencialmente el tipo de tecnología que las une; y no es lo mismo la tecnologías “sucias” de la economía fósil que las tecnologías limpias de las energías renovables.
Existe un plan, dentro del escenario A1T, que permite incrementar el índice de desarrollo humano disminuyendo al mismo tiempo el impacto ambiental de la economía. En este plan, las renovables, la economía circular y las Smart Cities juegan un papel central. Europa esta llamada a liderar este proceso, invertir en la I+D+i necesaria, y convencer al tercer mundo. Europa debe de dejar cuanto antes de lamerse sus heridas y concentrarse en liderar este proceso a escala global.
«Sueño con un futuro en donde la ONU sea el parlamento de los Estados Unidos de la Tierra. Para combatir las distopías conviene verbalizar las utopías».
– ¿Habrá que asumir una posible involución en lo material e individual para asegurar la evolución en lo intangible y global?
En esencia estamos al final de un conflicto histórico entre tribalismo versus planetarismo. El cambio climático es un problema global, no-lineal y a largo plazo. Requiere luces largas. Nuestra política es sin embargo tribal, es decir, local, inserta en el paradigma lineal y cortoplacista, de luces cortas. De hecho, el plazo temporal de la política no es ya no siquiera el tiempo entre dos legislaturas sino el que va entre dos sondeos, o si me apuras, entre dos tweets.
La crisis climática requiere de pensamiento estratégico. Sin embargo, nuestra política tribal se queda con faros antiniebla, se conforma con una visión táctica, con una mera voluntad de acomodar presiones locales. Decía Winston Churchill que un pesimista ve una dificultad ante cada oportunidad y un optimista una oportunidad ante cada dificultad. Puestos a ser optimistas, podemos pensar que la crisis climática acabará por poner al mundo de acuerdo. Dicho de otra forma. La solución de la emergencia climática obligará al mundo a adoptar una visión global y planetaria. Sueño con un futuro en donde la ONU sea el parlamento de los Estados Unidos de la Tierra. Para combatir las distopías conviene verbalizar las utopías.
el futuro no vota
– El futuro no vota…¿Cuánto daño está haciendo el negacionismo interesado de Trump y otros dirigentes como él al planeta?
Muchísimo daño. En Estados Unidos un juez ha admitido una demanda contra la administración del negacionista Trump por daños contra los derechos humanos, por no proteger recursos públicos esenciales como lo es el Medio Ambiente. Pero no todo está perdido. En Marrakech hablé con Jonathan Pershing, mano derecha de Kerry. Me decía que aunque el gobierno federal es importante, también lo son los estados, las ciudades. California es por sí misma la sexta economía de la Tierra, y está totalmente comprometida con el clima. Hay una gran red de estados y de ciudades por el clima en EEUU. Por otro lado Silicon Valley no va a desaprovechar una inmensa oportunidad de negocio como lo es descarbonizar la economía de aquí el 2050. El Juego de Tronos está servido.
sostenibilidad frente a negacionismo
– ¿En la sociedad de la información puede ser la ignorancia aún una excusa para la ciudadanía?
No lo es. Para ver el cambio climático solo hay que abrir las ventanas. No estamos ya en una época de advertencias sino de consecuencias. La ciencia se ha pronunciado de manera rotunda. Los efectos del cambio climático salpican constantemente nuestros telediarios, pero no hay peor ciego que quien no quiere ver. Es cierto que la descarbonizacion de la economía nos obligará a cambiar el modelo de producción y el de consumo, y por tanto nuestros hábitos de vida. Muchos tienen miedo que esto les suponga disminuir su calidad de vida, pero es al revés.
Como demostró el histórico Informe Stern, no hacer nada es lo mas caro. La auténtica amenaza a nuestra calidad de vida es el negacionismo. La descarbonizacion es una oportunidad histórica de conseguir un nuevo esquema de relaciones más sano entre nosotros mismos y entre el ser humano y la Tierra. Es hora de recuperar la cordura. Es la hora de la sostenibilidad.
«Los efectos del cambio climático salpican constantemente nuestros telediarios, pero no hay peor ciego que quien no quiere ver».
– ¿Qué opinas sobre la declaración de emergencia climática por parte del nuevo gobierno de España?
¡Bienvenida sea! Sitúa a España en posición de liderazgo, en el pelotón de cabeza de países que han sido los primeros en declararla (con Irlanda, Canadá y Francia) Ahora bien, la declaración y la ley subsecuente son necesarias pero no suficientes. Necesitamos, además, un Pacto de Estado por el Clima (PEC).
Déjame poner un ejemplo. En el caso de la movilidad sostenible, necesitamos “electrificar España”, es decir, alfombrarla de puntos de carga para vehículos eléctricos. La empresa privada puede y debe acometer esta inversión (o es inversión o es impuesto) Ahora bien, esta inversión tiene largos periodos de retorno (más de 10 años) Necesitamos un PEC que saque al clima de la política, para que no se vuelva a usar como arma arrojadiza. Un PEC que ofrezca a la empresa privada tranquilidad y seguridad jurídica de que va a recuperar su inversión.
«Podemos decidir actuar como país para liderar en Europa la locomotora de cabeza, o poner palos en la rueda para perder tiempo y quedar relegados una vez más al furgón de cola».
Hago un llamamiento al principal partido de la oposición por sentido de Estado. Estamos ante una oportunidad histórica. La transición ecológica es un tren que está pasando. Podemos decidir actuar como país para liderar en Europa la locomotora de cabeza, o poner palos en la rueda para perder tiempo y quedar relegados una vez más al furgón de cola. España tiene las condiciones estratégicas (abundantes recursos renovables, un tejido industrial incipiente y una posición estratégica entre tres continentes). Es el momento de seguir al Sol de España, de abrazar un gran proyecto de país.
– Según el último informe COTEC sobre Economía circular en España, con la recuperación económica el cambio de modelo se ha estancado. De hecho, no hay aún una Estrategia Española de Economía Circular. ¿Cuál crees que puede ser la aportación de la economía circular a la riqueza y bienestar del país?
Si todos los habitantes del planeta consumiéramos y recicláramos lo mismo que un ciudadano estadounidense medio, necesitaríamos cinco planetas tierra. Por tanto, la economía circular es simplemente esencial. Para reducir nuestro impacto ambiental necesitamos aprender de la naturaleza. Debemos hacer biomímesis para reorganizar nuestros sistemas de producción. En la naturaleza no existe la basura, todo se metaboliza. Los desechos deben ser recursos de un nuevo ciclo productivo. El gobierno debe diseñar una ambiciosa estrategia de economía circular, como uno de los pilares fundamentales de la transición ecológica.
greta, la joven líder que necesitábamos
– ¿Qué opinas sobre la contribución de Greta Thunberg a la divulgación de la crisis climática?
Asisto como observador de la ONU a las cumbres del clima. Como cuento en mi libro, en el 2018 asistí a la Cumbre de Katowice COP24. Allí vi a una niña sueca de unos 16 años con un lenguaje sorprendente y rompedor. No venia a suplicar, ni a pedir permiso, sino a notificar que los jóvenes se habían cansado de esperar, y que ahora darían un paso adelante.
Greta contaba que iba a hacer huelga los viernes en el colegio por el clima. Soy sincero, al principio pensé que era una locura. Luego recapacité y pensé que él que está loco es el mundo. Me pregunté ¿cómo tiene que ser la crisis de liderazgo político a nivel mundial, para que tenga que ser una niña de 16 años la que se levante para pedir que los gobernantes escuchen a los científicos? Pues esto es lo único que dice Greta, “¡escuchen a la ciencia!”; aunque muchos quieran matar al mensajero.
«¿Cómo tiene que ser la crisis de liderazgo político a nivel mundial, para que tenga que ser una niña de 16 años la que se levante para pedir que los gobernantes escuchen a los científicos?»
La contribución de Greta ha sido esencial. Con razón ha sido elegida por la revista Time como la persona del año 2019. En 7 meses sacó a un millón y medio de jóvenes a la calle de 1.600 ciudades del planeta. Es un caso que será estudiado en los libros de historia. Yo llevo 12 años en esto y puedo decir que ha habido un antes y un después de Greta.
Aunque el futuro no vota, sí tiene gran influencia en el presente, en su familia y en su entorno. Esto lo han visto los políticos en los sondeos, y comienza a haber reacciones.
no basta con el buenismo
– Nos llevamos las manos a la cabeza con cada nuevo titular sobre presencia de microplásticos en los océanos, pero luego compramos plátanos envasados en el supermercado. ¿Basta con apelar a la responsabilidad de los consumidores o habría que ser más contundentes en la acción legislativa?
Ambos. No basta con el “buenismo”. En este país tenemos un buen ejemplo con el carnet de puntos. Tras años de campañas publicitarias poco eficientes apelando a la responsabilidad de los conductores, el carnet de conducir por puntos marcó la diferencia. En nuestro caso, lo importante es comprar plásticos biodegradables, como por ejemplo el PLA, todavía algo más caros, para crear la curva de experiencia que permita bajar los precios.
El trinomio es: consumidores concienciados comprando lo correcto + I+D+i animada por este consumo eco-responsable + leyes que catalicen el proceso. Esta es la ecuación. Sólo convenceremos al tercer mundo cuando los productos eco-responsables sean más baratos que los convencionales.
– Por último, tal como señalas en tu libro, solo contamos con una década de emergencia climática para reaccionar y conseguir una transición ecológica que cambie de arriba abajo nuestro modelo de producción y de consumo. ¿Y si no lo conseguimos qué? ¿Cuál sería la situación esperable?
Si no lo conseguimos simplemente chocaremos con el iceberg. En el escenario “Business as Usual”, en donde no hacemos nada, vamos a condiciones de incremento de 3-4ºC de temperatura, que para entendernos, llamo en mi libro escenario “Mad Max”. No hacer nada no es una opción.