Investigadores de la Universidad de California han completado un estudio transversal en humanos que compara biomarcadores y concentraciones de metales en la orina de usuarios de cigarrillos electrónicos, no fumadores y fumadores de cigarrillos.
Los científicos descubrieron que los biomarcadores, que reflejan la exposición, el efecto y el daño potencial, son elevados en los usuarios de cigarrillos electrónicos en comparación con los otros grupos y están relacionados con la exposición a metales y el daño oxidativo del ADN, la molécula que contiene la información genética en todos los seres vivos.
«Nuestro estudio encontró que los usuarios de cigarrillos electrónicos están expuestos a mayores concentraciones de niveles de metales potencialmente dañinos, especialmente zinc, que se correlacionan con un daño elevado en el ADN oxidativo», dijo Prue Talbot, profesor de biología celular, que dirigió el equipo de investigación.
El zinc juega un papel clave en el crecimiento, la función inmune y la curación de heridas. Niveles muy bajos de este oligoelemento esencial pueden causar la muerte; mientras que su excesiva presencia en el organismo puede causar enfermedades. Su deficiencia, así como su exceso, causan estrés oxidativo celular, que, si no se controla, puede conducir a patologías como la aterosclerosis, la enfermedad coronaria, la fibrosis pulmonar, la leucemia linfoblástica aguda y el cáncer de pulmón.
cigarrillos electrónicos y mujeres embarazadas
A la luz de los resultados obtenidos, los investigadores aconsejan a los médicos que tengan cuidado al recomendar cigarrillos electrónicos a sus pacientes. Los aerosoles de cigarrillos electrónicos contienen productos químicos potencialmente dañinos, productos químicos saborizantes citotóxicos, metales, partículas ultrafinas y productos de reacción. El uso del cigarrillo electrónico se ha relacionado con efectos adversos para la salud, como enfermedades respiratorias o un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
«Las mujeres embarazadas, especialmente, no deberían ser alentadas a usar cigarrillos electrónicos», dijo Talbot. El exceso de zinc en sus cuerpos puede provocar náuseas y diarrea.
¿qué son los cigarrillos electrónicos?
El cigarrillo electrónico es un dispositivo que está constituido básicamente por tres elementos: la batería, el atomizador y el cartucho. Estos tres elementos se ensamblan unos con otros y forman un dispositivo que tiene el aspecto de un cigarrillo. El cartucho está cargado con líquido que puede contener diferentes sustancias: propilenglicol, glicerina y, en ocasiones, nicotina. Cuando el sujeto «vapea» y la batería entra en funcionamiento, se calienta el atomizador y el líquido se vierte en el interior del mismo y se convierte en vapor. Este vapor es el que es inhalado por el consumidor.
Algunos estudios han encontrado que los cigarrillos electrónicos, tanto los que contienen nicotina como los que no la contienen, pueden ayudar a controlar los síntomas del síndrome de abstinencia. No obstante, son estudios con muestras de sujetos muy pequeñas y con deficiencias metodológicas importantes que no sirven para validar la recomendación del uso de estos dispositivos para aliviar el padecimiento de los síntomas del síndrome de abstinencia en los fumadores.
estudios promovidos por tabacaleras
Recientemente, un equipo de expertos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica SEPAR, que reúne a más de 4.000 profesionales de la salud respiratoria, encabezados por el doctor Jaime Signes-Costa ha revisado la evidencia científica actual para concluir que la inhalación de los aerosoles y humos que generan estos dispositivos es tóxica para salud.
Según estos expertos, tampoco pueden recomendarse como métodos para dejar de fumar tras los resultados contradictorios de diferentes ensayos clínicos y metaanálisis.
El estudio, que ha sido publicado en la Revista Archivos de Bronconeumología, advierte que la mayor parte de las publicaciones que minimizan el riesgo para la salud de los cigarrillos electrónicos corresponden a estudios promovidos por las empresas tabacaleras, y sus conclusiones sobre la inocuidad son cuestionadas.
En este sentido, el doctor Jaime Signes-Costa explica que “es destacable el interés de algunos trabajos en demostrar que la toxicidad del cigarrillo electrónico y los dispositivos Heat not Burn es menor que el cigarrillo convencional, cuando lo que realmente debemos considerar es que el aparato respiratorio no esté expuesto, de forma gratuita, a ninguna sustancia nociva”.