La crisis sanitaria del coronavirus ha obligado a cambiar la manera en que hacíamos la compra hasta no hace mucho. Así, son muchas las dudas que surgen cuando llegamos a nuestro establecimiento habitual y toca decidir qué alimentos (o no) metemos en el carrito.
Para despejar cualquier incertidumbre, el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CODiNuCoVa) ha elaborado una serie de recomendaciones y consejos para disfrutar en casa no sólo de una buena despensa. También de una alimentación saludable.
ALIMENTOS PERECEDEROS
En relación a este tipo de productos, Paula Crespo, presidenta del CODiNuCoVa, explica: “A pesar de que es conveniente comprar lo menos posible, nos encontramos con hortalizas que aguantan mucho y muy bien el paso del tiempo. Es el caso de la col, la coliflor, la col lombarda, las zanahorias y las cebollas. Descartaríamos de este listado el brócoli y también alimentos como la lechuga o los tomates». Y aunque se tiene la costumbre de refrigerarlas, Crespo sugiere que no es necesario. Aguantan mucho más tiempo fuera.
¿Qué sucede con la fruta? La clave se encuentra en su proceso de maduración, lo que lleva a distinguir entre las frutas climatéricas de las no climatéricas. Al primer grupo pertenecen, por ejemplo, la pera, la manzana o el plátano: lo que tienen en común es que su proceso de maduración no concluye tras la recolecta y, por este motivo, duran menos tiempo.
Así, desde CODiNuCoVa nos invitan a añadir a la lista de la compra durante este confinamiento las llamadas frutas no climatéricas. No sólo porque duran más, sino porque en el caso de que se pongan malas esto se deberá a agentes externos como los hongos. Las mandarinas y naranjas forman parte de este segundo grupo.
ALIMENTOS NO PERECEDEROS
Es preferible comprar esta clase de alimentos y aquellos que son sometidos a ciertos procesos que alargan su vida útil. “Productos que ya vengan cocidos como las legumbres o verduras en lata o bote de vidrio, que tienen además una fecha de caducidad a largo plazo, o los que se pueden comprar crudos, como legumbres secas o arroz”, aconseja Luis Cabañas, secretario del CODiNuCoVa. De este listado quedarían excluidas las pastas elaboradas con harinas refinadas porque no aportan minerales ni vitaminas. “En caso de querer consumir pasta, mejor integral. Sin embargo, es preferible utilizar ese espacio para legumbres”, añade.
Las latas y conservas de atún, sardinas o moluscos son otros de los alimentos no perecederos que se pueden añadir a la despensa porque su caducidad es lejana, no requieren de refrigeración y ocupan menos volumen. Eso sí, se recomienda que sean con aceite de oliva virgen, evitando aceites refinados, o en su defecto, al natural.
LÁCTEOS
“Se pueden comprar varios litros en brick si han tenido procesos térmicos como el UHT, pero el problema es el espacio para almacenarlos. Lo mismo ocurre con las bebidas vegetales como las de soja, almendra o arroz”, manifiesta Cabañas, Los lácteos fermentados como el yogur precisan de refrigeración y otros como los huevos se pueden guardar en la nevera o dejarlos varios días fuera. Lo que no se debe hacer es sacarlos y meterlos de nuevo al frigorífico “ya que se pueden formarse pequeñas gotas por el cambio de temperatura y aumenta el riesgo de salmonelosis”, recuerda el secretario.
BOLLERÍA, FRUTOS SECOS y ALIMENTOS CONGELADOS
Como la actividad física durante los días que dure el confinamiento se reduce, CODiNuCoVa sugiere suprimir o eliminar productos procesados de mala calidad (bollería) y decantarse por otros más saciantes como los encurtidos, los frutos secos o los granos de maíz para preparar palomitas.
En cuanto a los alimentos congelados, lo recomendable es que no sean precocinados, Tampoco ricos en sal o grasos de mala calidad. Si se cumplen estas premisas, la carne y el pescado congelado, las verduras congeladas (incluso la fruta congelada) son un buen sustituto del alimento fresco porque las propiedades nutricionales que contienen se conservan; cosa que no sucede con unas varitas de pescado o una pizza.
HIGIENE Y SEGURIDAD EN LA COCINA
Junto a los consejos que lanza CODiNuCoVa, hay que procurar de igual forma extremar las medidas de higiene y de seguridad al manipular y cocinar los alimentos para su consumo. Los servicios de información y salud de la Comunidad de Madrid han elaborado, en este caso, una serie de recomendaciones sencillas pero útiles.
Con la superficie de cocinado, limpia y desinfectada, hay que lavarse siempre las manos antes de cocinar y cuando se cambie de un alimento crudo a otro cocinado. En cuanto a la temperatura a la que se cocina, la página apunta a una temperatura de 63 ºC durante unos cuatro minutos o un valor que sea equivalente. Todos los vegetales crudos se lavarán y si la verdura o la fruta está cruda y tiene piel, hay que sumergirla cinco minutos en agua potable con lejía de uso alimentario (la medida es una cucharada por tres litros de agua). A continuación, el alimento se aclara con mucha agua.
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