The Open Ventilator ayudará a los pacientes que necesiten respiración mecánica asistida a causa de la covid-19. Además, es el primer modelo homologado por las autoridades sanitarias españolas.
La crisis sanitaria del coronavirus ha puesto de manifiesto la solidaridad de las personas de formas muy distintas. También ha hecho que profesionales de diferentes especialidades como la medicina, la ciencia, los datos o la ingeniería hayan querido contribuir con sus conocimientos a esta lucha.
Al amparo de la red de talento Celera, ha visto la luz el proyecto sin ánimo de lucro ‘The Open Ventilator’, en apenas tres semanas. Se trata del primer respirador artificial homologado por el Laboratorio Central Oficial de Electrotecnia (LCOE), dependiente a su vez de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), para afectados por la covid-19 que necesiten respiración mecánica asistida. De características similares a los dispositivos comercializados hasta ahora, se homologará con el marcado de la CE. Sucederá cuando se supere la pandemia y pueda continuarse con el procedimiento legal correspondiente para su producción masiva.
La aportación financiera de Fundación MAPFRE y el apoyo recibido de la Comunidad de Madrid, la Universidad Rey Juan Carlos y un consorcio de empresas que han cedido instalaciones, personal y componentes en Madrid y Barcelona han sido claves. Una de ellas es Omron, que ha concedido su ‘know-how’ en equipos electrónicos para el sector sanitario, junto a otras como Igus, Finsa y Fabrez.
Así es the open ventilator
Más de 30 profesionales han hecho posible este trabajo liderado por Javier González, ingeniero de materiales e ideólogo del proyecto, y Javier Asensio, médico del Hospital Doce de Octubre de Madrid. Como explica Asensio, el objetivo era «alcanzar una solución prácticamente equivalente a los respiradores comerciales ya homologados para dar tranquilidad en su uso a los especialistas médicos”. Por su parte, González añade: “No se trata de un mero ventilador portátil o de campaña para hacer frente a la urgencia actual. Hemos conseguido un aparato funcional, robusto, a un coste realmente reducido y con una capacidad de producción a escala”.
De tipo invasivo y replicable, The Open Ventilator posee una parte mecánica que está compuesta por piezas generadas con un corte láser en acero inoxidable. Emplea, asimismo, componentes electrónicos de calidad industrial estándar que garantizan su alta disponibilidad.
Entre sus características técnicas destaca el controlador Sysmac. Este componente ayuda a los sanitarios a implementar los modos de ventilación más usados en los respiradores comerciales. La clave está en la combinación de la regulación avanzada de procesos y en el ‘machine learning’. Este aprendizaje automático adapta los movimientos del servodrive que, a su vez, acciona el mecanismo de ventilación a las necesidades del paciente.
Su pantalla de siete pulgadas muestra la evolución de la presión del aire en los pulmones y el flujo del aire de la persona. Es posible parametrizar, de igual modo, el control completo de la máquina de manera intuitiva y regular variables como la presión o la frecuencia respiratoria en función del estado y necesidades del enfermo. Tampoco faltan filtros, mecanismos de gestión y una alarma que avisa y activa el sistema redundante de seguridad en distintos casos como, por ejemplo, una pérdida de la presión.
Ensayos clínicos en Madrid y Barcelona
Todos estos componentes se integran dentro de la Plataforma de Automatización Industrial Sysmac de Omron, que garantiza la coordinación entre todos los dispositivos. “Es un momento clave para demostrar la unión entre compañías, instituciones y personas. Hemos formado un equipo compuesto por cuatro compañeros de Omron, que ha trabajado codo con codo desde el lunes 23 de marzo, día y noche, con The Open Ventilator para crear el mejor respirador posible y ayudar a las personas que más lo necesitan en esta crisis sanitaria sin precedentes”, comenta Raúl Nicolás, ingeniero de Soluciones en Omron Iberia.
En estos momentos, el dispositivo ya se está probando con pacientes en un ensayo clínico en el Hospital de Alcorcón (Madrid) y en el de Vall d’Hebron (Barcelona); unas pruebas que están ayudando a demostrar su capacidad para aguantar un uso intensivo. Siempre con los parámetros médicos necesarios para salvaguardar la salud de los pacientes más graves afectados por la covid-19. Los 50 primeros serán donados a diferentes hospitales españoles.
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Imágenes | Omron España, Pixabay/1662222