«El mejor timing: creo que las ventas digitales de este juego van a arrasar». Esta frase pertenece a un comentario publicado dentro de un análisis de ‘Animal Crossing: New Horizons’. Y encapsula a la perfección la sensación que muchos tuvimos, allá por marzo, cuando supimos que íbamos a permanecer un tiempo encerrados en casa mientras Nintendo, con su audacia habitual, ultimaba los compases finales para publicar el juego de marras.
Mientras las cuarentenas se fueron prorrogando y el confinamiento se prolongó durante meses, este ‘New Horizons’ supo capitalizar como ningún otro juego el apetito de interacción, el calor social o incluso todo lo contrario, el paseo sin rumbo, como un flâneur que simplemente disfruta saboreando esa naturaleza inocente y de pureza reparativa.
AL OTRO LADO DEL ESPEJO
Los ‘Animal Crossing’ son considerados juegos ociosos de ritmo pausado, auténticos ‘comehoras’ en los que no hacer nada y hacerlo todo: pasear y pensar, desconectar y conectar, evadirnos mientras nos implicamos en quehaceres de rutina tan prosaicos como ir a coger manzanas o cambiar la decoración de nuestro dormitorio.
A diferencia de ‘New Leaf’, ‘New Horizons’ ha contado con un impacto extra. Todos los ojos puestos en una secuela que se ha hecho rogar: si obviamos ‘Pocket Camp’, el spin-off lanzado para dispositivos móviles, llevábamos desde 2012 sin saber de este social sim, el más popular con permiso de ‘Los Sims’.
Ojos que además tampoco tenían otra cosa que hacer: del 10 al 13 de marzo se cerraron todas las escuelas del país, dejando sin clases a casi 10 millones de estudiantes. Por aquel entonces aún no conocíamos la dimensión de una pandemia no declarada, y apenas se tenía claro si la Selectividad y las evaluaciones serían finalmente suspendidas. En resumen, miles de potenciales jugadores (dentro del espectro demográfico más común de esta serie) con tiempo libre para construir su isla, decorarla y pasar, al fin, unas vacaciones anticipadas más que deseadas.
A la vista están los resultados: ‘New Horizons’ y la propia consola Nintendo Switch siguieron arrasando en ventas durante el pasado mes de mayo en Estados Unidos, justo por debajo del remake de ‘Modern Warfare’ y ‘GTA V’.
Nada más publicarse el juego saltó la noticia: alrededor del 50% de las ventas del juego pertenecían a compras digitales. ‘New Horizons’ pronto se convirtió en una celebración de aniversario, un retorno al juego de muchas infancias que ahora cuentan con edades comprendidas entre 20 y 30 años, convirtiendo el lanzamiento en un éxito no inédito pero sí inusual.
Pero hay más razones que hemos querido consultar de primera mano. Para conocer la dimensión real de este éxito hemos preguntado a dos jugadoras veteranas para que nos trasladen su perspectiva de este refugio en mitad de la tormenta.
UN HOGAR AL QUE SIEMPRE VOLVER
Marta Triviño es una periodista especializada en videojuegos con una amplia trayectoria y la autora del análisis que citábamos al comienzo. Nadie mejor para entender el porqué de este éxito: «Nos ha dado un espacio agradable para que nos relacionemos con los demás en nuestros propios términos. A diferencia de las videollamadas, que nos obligan a estar hablando constantemente, o de otro tipo de juegos en los que estamos compitiendo o tenemos una misión, ‘Animal Crossing’ nos permite estar tranquilos paseando, haciendo fotos, pescando o, simplemente, estando visualmente unos al lado de otros».
Los holandeses lo llaman niksen y en Japón se asocia con el wabi-sabi. Los italianos tienen una frase para esto, il dolce far niente, el arte que erradica las connotaciones negativas al tiempo de ociosidad, dejar correr el tiempo sin culpa, disfrutando de la propia inactividad, como apuntaba la escritora Carmen Pacheco. ‘Animal Crossing’ empodera, libera y celebra esa mansedumbre ‘proustiana’, ese estar a tu aire, sin agobios, que bastante estresante es ya la vida real.
Bárbara Gimeno, también periodista especializada en videojuegos y buena conocedora del juego, nos transmite así su propia experiencia: «Animal Crossing’ es un juego muy entretenido de los que te enganchan sin que te des cuenta. Creo que ese factor, unido al hecho de que se trate de un juego de simulación, han sido claves a la hora de servirnos de refugio durante la pandemia. Hemos estado confinados durante meses, sin poder salir a la calle, y el hecho de poder hacerlo aunque fuera de forma virtual ha representado un alivio para muchos, entre los que me incluyo».
«El sonido del mar en la orilla de la playa, las gotas de lluvia cayendo sobre nuestro personaje, el siseo de las hojas de los árboles… Todo ello nos traslada en cierto modo al exterior, a la calle, donde nos hubiera gustado estar. Es un juego alegre, lleno de color y que te propone el reto de crear tu propia comunidad, tu propio hogar. Ha sido una manera de callar nuestra voz interior que no hacía más que pedirnos que saliéramos a tomar un poco de aire», reflexiona Gimeno.
NUNCA LLEGARÁS TARDE A LA CITA
Pero ‘Animal Crossing’ también abraza la actividad frenética. La temporada de bodas comenzó el 1 de junio de 2020 y durará hasta el 30 de junio. No nos lo inventamos; forma parte de los muchos rituales habituales en lo que ‘Animal Crossing’ se convierte en marco y cuadro para representar citas reales.
Además, ‘New Horizons’ ha sabido, de forma astuta, fomentar el premio sobre la penalización. Si te pierdes algo, ya volverá, estará ahí para intentarlo de nuevo. Algunas misiones se repetirán y así la recompensa estará disponible durante más ocasiones.
Triviño señala «la versatilidad del juego» como punto fuerte. «Ha permitido a muchas personas casarse, celebrar cumpleaños y organizar fiestas y ‘quedadas’. Sé de varias personas que incluso van a utilizar el juego para celebrar una especie de Desfile del Orgullo Personal. Se ha convertido en un hogar porque, como este, puede adaptarse a nuestros gustos y necesidades», apunta.
Bodas, bautizos y comuniones, como rezaban muchos carteles de restaurantes ahora en proceso de nueva normalidad, han sido celebrados al abrigo de Al y Paca, en Cayo Fauno, en vez del salón a las afueras de la ciudad. Con su propia sesión de fotos, recepción ampulosa, ceremonia en jardín y baile posterior. Y es aquí donde reside el universo social del juego, una ‘caja-de-arena’ donde más que jugando estamos interpretando a nuestro personaje dentro de un contexto ficticio específico.
NO TANTAS HORAS
Y aunque ‘Animal Crossing’ es considerado un contenedor donde volcar días y días de nuestra vida, la realidad no es tan agresiva como la pintan.
Según la calculadora Tiiime, las 10 temporadas de ‘Friends’ equivalen a 4 días completos, 2 horas y 20 minutos. Las ocho temporadas de ‘Juego de Tronos’ ascienden a 3 días y una hora extra. ‘Animal Crossing’ propone una alternativa tan legítima como cualquier otra en cuanto a cómo gestionamos y gastamos nuestro tiempo. ¿Y cuántas horas son esas?
Gimeno compró el título una semana después de estar confinada y desde entonces jugó más de 60 horas, según la consola. «Creo que no seguiré al mismo ritmo aunque es cierto que intentaré revisar mi isla diariamente. Con la vuelta al trabajo presencial y a los bares y actividades con los amigos, el tiempo de ocio que tendremos es muchísimo menor», apunta.
Triviño, por su parte, afirma que en las primeras semanas de pandemia le agobió «muchísimo la cantidad de ideas y avances que otras personas estaban haciendo en sus islas», por lo que dejó aparcado el juego. «Ahora que mucha gente se aleja de él (en general por no disfrutar de la repetición constante) es cuando yo me estoy acercando de nuevo. Supongo que disfruto menos del componente social y más del intimista dentro de las facetas del juego».
Ambas facetas son perfectamente compatibles, legítimas y funcionales. Dos acercamientos que refuerzan un ideario: en ‘Animal Crossing’ puedes hacer muchas cosas y tú eliges el modo de hacerlas.
Y es que como ya apuntaba otro experto en Nintendo, Víctor Sánchez, director de producción en Noob y antiguo editor para Nintendo Europa, «lo que hace especial a ‘Animal Crossing’ frente a otros juegos de simulación social es lo mismo que hace especial a cualquier otro juego de Nintendo frente a otros juegos de sus géneros: que Nintendo siempre te ofrece algo más de lo que esperamos. En principio, en un sim lo que ambicionas es hacer algo diferente con tu vida a lo que haces en tu día a día. En ‘Animal Crossing’ partes de un punto en el que nada tiene que ver con tus experiencias. El entorno, la música, los personajes… Todo es especial. Lo que hagas allí ya depende de ti».
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