El COVID-19 se ha expandido rápidamente a nivel global, haciendo saltar todas las alarmas sanitarias, y colapsando nuestro propio estilo de vida. En nuestro día a día, existen infinidad de actos y rutinas que son propensos a favorecer el contagio del virus.
Si bien en los hogares el riesgo es bajo, a la hora de desplazarse al trabajo o tener que realizar determinadas actividades indispensables, los riesgos se elevan exponencialmente: apertura y cierre de puertas, interruptores de ascensores, entrada a transporte público, compras en supermercados, retirar dinero de los cajeros automáticos… actividades sin las cuales difícilmente podemos funcionar con normalidad como sociedad.
Áreas de contacto elevado
Según la Organización Mundial de la Salud, la forma más poderosa de prevenir y reducir las posibilidades de infección de las personas es evitar el contacto y lavarse las manos de manera regular y exhaustiva. Y es que, mantener las manos libres de contacto y limpias, es uno de los pasos más importantes que podemos tomar para evitar enfermarnos y propagar gérmenes a otros. A partir de un reciente estudio se descubrió que el coronavirus puede sobrevivir en superficies duras como el plástico y el acero inoxidable hasta 72 horas y en cartón hasta 24 horas. Incluso, es posible contaminarse usando guantes de goma. Por lo tanto, estamos llamados a ser conscientes de las áreas de «contacto elevado» con las que interactuamos, como botones de ascensores, puertas, pantallas táctiles y soluciones interactivas o acceso público interactivo a servicios, y a tener una limpieza exhaustiva de manos.
Sin embargo, la tecnología actual ofrece la posibilidad de minimizar estos contactos considerados vectores de contagio de la enfermedad, mediante soluciones que nos permitan interactuar con nuestro entorno sin necesidad de un contacto físico.
Es el caso de la tecnología eyetracking mediante lectores oculares que, hasta el momento, se ha venido aplicando sobre todo en campos tan significativos como el manejo de equipos sanitarios o industriales, conducción o marketing. De hecho, estudios internacionales apuntaban antes de la irrupción del coronavirus a que el mercado global de eyetracking se esperaba que creciera un 27,4% anual hasta 2025, siendo valorado en 287 millones de dólares en 2018. Dada la situación actual, esas estimaciones son escasas.
Se estima que para el año 2024 el volumen del mercado de ascensores o elevadores ascienda a 23,16 millones, el de cajeros automáticos hasta 28,2 billones y el de las puertas y puntos de acceso hasta 12,1 billones**. Y es que su uso público forma parte de nuestra realidad cotidiana; sin embargo, ya es posible poner en marcha una nueva forma de interactuar con ellos, una forma más natural y “sin contacto”: la mirada.
Eyetracking: un día a día dirigido por nuestra mirada
Esa posibilidad se ha convertido, con la propagación del virus, en una necesidad real y crítica para la sociedad. El eyetracking ya permitiría que los ciudadanos pudieran acceder -tan sólo utilizando su mirada- al transporte público o a edificios, activar los pulsadores en los ascensores, retirar efectivo en los cajeros automáticos, manejar equipos o dispositivos en entornos laborales como, por ejemplo, las interfaces de los sistemas de control de las líneas de ensamblaje, las pantallas táctiles o los controles remotos a través de tablets, así como los entornos relacionados con la oficina. Todo ello, sin necesidad de tocar nada, de forma sencilla, natural e intuitiva. Apto para cualquier persona de cualquier edad.
Algunas de las características más relevantes que ofrece esta tecnología son la interacción sin contacto, facilidad de uso, ya que no requiere conocimientos informáticos, fácil instalación y tecnología inteligente (basada en AI), incluso funciona usando gafas o lentes de contacto.
Sin duda, la implementación de esta tecnología de seguimiento ocular será muy relevante en este tipo de sectores, ayudando a evitar la propagación de este tipo de pandemias. El éxito de la implementación ayudará a garantizar una fácil replicación y transferencia a otros sectores similares. Esta aplicación, demuestra el potencial de las tecnologías digitales, la conectividad y los datos para el desarrollo socioeconómico y bienestar social.
Fuentes: Medix, markets and markets, Elevators, ATM machines, Vending machines.