Una reciente publicación china sobre una mutación de virus H1N1 ha hecho saltar las alarmas de diferentes medios.Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de que el virus porcino G4 EA H1N1 tiene un alto potencial para transmitirse a humanos, las probabilidades siguen siendo bajas.
Michael Ryan, director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), comentó que este virus lleva siendo monitorizado por la OMS y organismos colaboradores desde 2011. Permanecer alerta es indispensable, pero sin preocuparse en exceso por una posibilidad poco probable. Sin la COVID-19, el virus porcino G4 EA H1N1 habría pasado desapercibido.
¿Qué es el virus porcino G4 y por qué han saltado todas las alarmas?
Del mismo modo que el ‘H1N1 humana’ es un tipo de virus de influenza, con una proteína de hemaglutinina (H) y otra de neuraminidasa (N), el G4 EA H1N1 hace referencia a un virus de origen en aves euroasiáticas (EA) y genotipo 4 (G4). «Genotipo» puede interpretarse en este contexto como «información genética».
De modo que tenemos un virus de un tipo determinado detectado en una población de cerdos de 2011 a 2018 (el artículo se ha publicado en 2020 pero fue presentado para revisión a finales de 2019). Sin embargo, lo que llama la atención del texto es el resultado del estudio de seroprevalencia realizado en 338 trabajadores del sector porcino: el 10,4% dio positivo en G4 EA H1N1.
El paper, titulado ‘Prevalent Eurasian avian-like H1N1 swine influenza virus with 2009 pandemic viral genes facilitating human infection’ destaca cómo el potencial para infectar a humanos ha aumentado de forma considerable. También que este virus debe ser catalogado como patógeno potencialmente pandémico (PPP) porque podría volver a mutar y convertirse en gripe.
Ocurre que en 2020 la pandemia de COVID-19 nos tiene particularmente sensibles a estos asuntos. En lo que va de año se ha hablado también mucho del hantavirus chino que causó un fallecido en el gigante asiática y ahora del H1N1. Si hace unos años el fin del mundo venía de la mano de un meteorito, esta vez lo hace a través de una pandemia.
¿De dónde sale el G4 EA H1N1 y por qué es zoonótico?
Por lo que sabemos de la clasificación de genes, el virus porcino G4 es una combinación o hibridación de varios linajes de H1N1 previos (estas mezclas son muy frecuentes, no es que hablemos de ningún tipo de supervirus ni nada similar):
- La cepa de N1H1 que causó la pandemia de gripe A de 2009 a 2010.
- Las cepas de N1H1 localizadas en aves euroasiáticas.
- La H1N1 norteamericana, con genes de los virus de la gripe aviar, humana y porcina.
Si el G4 preocupa a algunos virólogos es porque su matriz es aviar y los humanos no tenemos defensas para esto. Dicho esto, que sin duda ha de tenerse en consideración, hay que mencionar que los 35 trabajadores del sector porcino que han dado muestras serológicas no han contraído una gripe.
Es precisamente del sector cárnico de donde suelen surgir estos virus zoonóticos (saltan de animal a humano.) Esto es lo que ocurrió con la A(H1N1) de 2009 a 2010, por la que fallecieron unas 900 personas en Europa y América. Es posible que la evolución de este influenzavirus sea similar. Aún no lo sabemos.
Robert Webster, investigador especializado en los H1N1, comentó para ‘Science Magazine’: “Simplemente, no sabemos que una pandemia va a ocurrir hasta que ocurre”. Esta incapacidad para predecir las pandemias no solo es propia de los H1N1, también de los coronavirus, hantavirus y cualquier otro patógeno.
Si lleva desde 2011, ¿por qué no ha habido una pandemia?
Una de las preguntas más frecuentes sobre el G4 EA H1N1 estos días es por qué no provocó una pandemia hace años. Si lleva dando vueltas desde 2011, ¿cómo es posible que no nos hayamos contagiado todos? La clave está en el mecanismo de transmisión. Hasta ahora, solo funciona entre cerdos.
Es cierto que el virus puede infectar a humanos, y de hecho el estudio chino de seroprevalencia del genotipo G4 ha encontrado positivos, pero eso no significa que el virus se contagie entre humanos o nos dañe. Al menos, no con las mutaciones actuales. Pero pensemos en la infinidad de virus con los que convivimos con normalidad, muchos asintomáticos.
Lo que está claro es que hay factores que aumentan mucho la posibilidad de que un virus zoonótico se convierta en una pandemia humana. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), algunos son:
- La cría de ganado, especialmente si hay contacto entre humanos y animales y si el genoma de estos animales es similar al nuestro, como ocurre en los cerdos.
- Los cambios en el medioambiente, como los derivados de actividades humanas o del cambio climático. Estos hacen que suba la transmisión, a menudo debido a la reducción de biodiversidad.
- La expansión agrícola y deforestación. Al eliminar un hábitat es probable que sus animales migren a otra zona o ‘invadan’ el terreno donde nacieron y donde ahora viven humanos.
- El comercio ilegal de fauna. Al igual que ocurre en ganadería, la proximidad entre animales vertebrados y humanos es alta en esta actividad poco ética.
A menudo estos elementos se encuentran combinados, como es el caso de la explotación ganadera junto a áreas deforestadas o la caza furtiva tras la tala de hábitats, o potenciados debido al incremento de consumo de carne en regiones como Asia.
¿Qué medidas se están tomando al respecto?
Más allá de la monitorización continua, que se lleva realizando de forma ininterrumpida desde 2011, no existen más mecanismos que podamos aplicar. Que este virus sea un patógeno potencialmente pandémico no implica que haya una pandemia ni que la vaya a haber. De hecho, hace unos días el Ministerio de Agricultura de China, como la OMS, señaló que el virus ya se conocía.
Además, es importante destacar que este estudio chino ha sido ‘pequeño’. Analizar a 338 trabajadores porcinos es útil pero poco significativo. Hacen falta pruebas más extensas y más fondos para investigación. A esto se suma que no se conoce un mecanismo de contagio de humano a humano. De momento, es uno de tantos virus que se transmiten de cerdos a cerdos. Habrá que observarlo de cerca.
Lo cierto es que en la actualidad las recomendaciones que se pueden seguir son las que siempre se han dado en el sector de la manipulación de animales: usar protección EPI, no convivir con animales, evitar cualquier contacto innecesario y mantener una higiene adecuada en todo el proceso de cría, manipulación y consumo. A menos que se convierta en una pandemia, no se puede hacer más.
Algunas soluciones para el futuro, como el pastoreo mediante robots que evite la figura del ganadero en contacto con los animales o la síntesis de proteína artificial con carne sintética, que elimina por completo la presencia de animales vivos, podrán solucionar de una vez por todas la zoonosis de origen ganadero. Sin embargo, aún quedan décadas para el uso extendido de estas.
Imágenes | Christopher Carson, Ben Mater, Jamie Morris, Pierre