La experiencia de la gran ciudad forma parte de las condiciones esenciales de la modernidad. Este nacimiento simultáneo generó, a lo largo del siglo XX, una serie de correspondencias que darían pie a un género específico en la historia del medio fotográfico: la fotografía callejera.
Las relaciones entre fotografía y ciudad, no obstante, son mucho más complejas. Esos relatos hablan de la euforia de la metrópolis y de la soledad de la ciudad moderna, de la guerra y de la reconciliación, de la protesta y del cambio, también de la autoafirmación en las calles.
Una ciudad que lo abarca todo
Las historias son muy variadas, y abarcan desde el nacimiento y el crecimiento de la ciudad hasta la melancolía generada por su declive, pasando por su papel como punto de encuentro o por la vigilancia ejercida sobre los ciudadanos en esta aldea global de nuestra era digital.
Por ello, la exposición «Cámara y ciudad: la vida urbana en la fotografía y el cine» trata de aunar todos estos conceptos que se pierden las grandes calles. Todo ello a partir del trabajo de fotógrafos y cineastas que han diseccionado la ciudad y que plantean distintos escenarios de la vida urbana.
La exposición, creada con colecciones del Centre Pompidou en diálogo con fotografías y material fílmico de colecciones españolas, recorre la historia de la relación fructífera entre la ciudad y la cámara. La muestra gira en torno a varias problemáticas, visibles a través de la mezcla de fotografías históricas, como la icónica serie “París de noche” de Brassaï, las estampas surrealistas de Cartier-Bresson, junto a obras contemporáneas como los proyectos de Philippe-Lorca diCorcia o Barbara Probst. Por último, la exposición se abre hacia el futuro, donde sitúa la calle en la era de la globalización desde el punto de vista de Paola Yacoub o la calle virtual de Google Street View bajo el prisma de Viktoria Binschtok.
La muestra se podrá visitar en Caixa Forum Madrid hasta el próximo 12 de octubre y se alza como una gran oportunidad para los asistentes de conocer las entrañas y las historias que se esconden tras las esquinas.
¡Wow! Qué ganas de que esa exposición llegue a México.
Se ve que está increíble.