Richard Buckminster Fuller (1895-1983) fue, ante todo, un visionario que dedicó su vida a concebir soluciones para que el mundo funcionase no solo para unos pocos, sino para toda la humanidad.
Arquitecto, diseñador, investigador… resulta complicado encasillar a Fuller en una sola disciplina, más teniendo en cuenta el prolífico trabajo que nos dejó como legado. Desde la movilidad y la vivienda, hasta la educación y el uso de datos masivos, su pensamiento incluye cuestiones que la COVID-19 ha situado en el centro de la agenda mundial.
En la órbita de Buckminster Fuller
Sus intentos por ayudar a la humanidad y sus innumerables inquietudes se recogen ahora en la exposición «Curiosidad Radical. En la órbita de Buckminster Fuller»–que podrá visitarse de manera gratuita hasta el 14 de marzo de 2021, en la tercera planta de Espacio Fundación Telefónica. La muestra permite al visitante perderse en el mundo de un genio adelantado a su tiempo y en las propuestas de creadores contemporáneos y coetáneos en la órbita de Fuller como los arquitectos Abeer Seikaly, Norman Foster y Chuck Hoberman, los diseñadores Neri Oxman y Joris Laarman o los artistas Olafur Eliasson, Ruth Asawa y Tomáš Libertíny.
Fuller partía de la idea de que todos podemos hacer cosas excepcionales, siempre y cuando experimentemos hasta conseguir aquellos que deseamos lograr. Sus primeras preocupaciones se centraron en la vivienda y el automóvil. Cien años después, el acceso a la vivienda asequible y sostenible es un desafío para las grandes ciudades de todo el mundo. Es por ello que su capacidad para combinar intuición, imaginación y experiencia le convirtieron en un auténtico genio que vuelve ahora para enseñarnos que no estaba tan alejado de nuestra realidad.
Una sinergia de sinergias
Para Richard Buckminster Fuller el universo siempre fue una suerte de sinergias. De hecho, él mismo lo definió como «una sinergia de sinergias”, sistemas completos que no se pueden predecir observando sus partes por separado. Esta exposición repasa la importancia que le dio en su día Fuller, y que deberíamos darle todos nosotros, a las consecuencias que ejercen nuestros actos sobre los demás. «No hay nada de lo que hacemos que no afecte a los demás en mayor o menor medida» decía el genio.
Como no podía ser de otra manera, el visitante asistirá al proyecto más exitoso de este creador atemporal. La cúpula geodésica es la mayor área que puede cubrirse con la menor cantidad de material y sin necesidad de cimientos. Su estudio obsesivo de las leyes geométricas convergen en este proyecto que fue representó a Estados Unidos en la Exposición Universal de 1967 y se convertió en icono de la idea de futuro durante décadas.
Sostenibilidad en tiempos de Fuller
Todas estas ideas de sinergia y eficiencia convertirían a Fuller en pionero de la conciencia medioambiental. En múltiples ocasiones realizó llamamientos a la responsabilidad para salvaguardar la integridad de nuestro planeta. Sin tener verdadera conciencia de ello, este inventor multidisciplinar se convirtió en un precursor del tan conocido término de sostenibilidad.
Con la exposición «Curiosidad Radical. En la órbita de Buckminster Fuller», comisariada por Rosa Pera y José Luis de Vicente, retomamos su actitud, sus inquietudes y procedimientos, y ponemos en valor su legado, hoy en plena vigencia.