¿Tienes cerca de ti a un niño, niña o adolescente y te preocupa que esté todo el día enganchado a las redes sociales? ¿Temes que esté perdiendo el tiempo o algo peor? El libro «Redes sociales y menores: Guía práctica«, de la experta digital María Lázaro, puede ayudarte a superar estos miedos.
Tal como explica su autora, «se trata de un libro dirigido a todos aquellos adultos inquietos por la evolución de las tecnologías digitales y las plataformas sociales y su impacto en la infancia y la adolescencia». El texto incluye la visión de especialistas en pedagogía, psicología, derecho, pediatría, ciberseguridad, entre otras áreas, con la vocación de ayudar a padres, madres, docentes y tutores.
No es la primera vez que María Lázaro aborda esta cuestión y, así, en su blog Hablando en corto, ha escrito diversos artículos sobre, por ejemplo, cómo intentar buscar el equilibrio en esta compleja relación, cómo combatir el cibercontrol entre adolescentes o la cara y la cruz de TikTok. Sin embargo, ahora ha decidido ahondar en el binomio redes sociales y menores porque «cada vez más disminuye la edad a la que niños y niñas empiezan a utilizar las redes sociales, al tiempo que el teléfono móvil revoluciona las pautas sociales de los adolescentes, crece la incertidumbre ante los riesgos y aumenta la sobreexposición de una identidad digital aún en ciernes».
«Redes sociales y menores: Guía práctica» se presenta como un manual de superviviencia para todos los que quieran entender cómo funcionan los medios sociales y cómo enseñar a los menores a utilizarlos de forma racional y productiva. Porque la autora huye de una visión apocalíptica de estas herramientas digitales y, al mismo tiempo que alerta sobre sus peligros, también da cuenta de las oportunidades creativas y didácticas que ofrecen.
redes sociales y menores: 10 ideas claves
«El libro está dirigido a quienes piensan que la gestión del móvil en estas edades va más allá de dos posibilidades: prohibir el acceso a los jóvenes o despreocuparse ante un uso indiscriminado», señala María Lázaro. Frente a esa disyuntiva, la autora apuesta por la educación y acompañamiento de los menores en un texto de fácil lectura en el que abundan imágenes y cuyos capítulos finalizan siempre con diez ideas claves para recordar.
Además, al terminar el volumen, el lector encontrará una lista de recursos que facilitarán su tarea educativa, con iniciativas públicas y privadas, como Empantallados, Internet Segura for Kids o Por un uso Orange de la Tecnología.
De hecho, la propia introducción del texto termina con un decálogo que reproducimos a continuación porque puede servir para despertar la curiosidad de quienes se hallan en el trance de acompañar a menores en su inmersión digital:
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- Nacer rodeado de tecnología y saber cómo hacer clic o deslizar el dedo por una pantalla no implica que se conozcan las consecuencias, riesgos, oportunidades y potencial de la tecnología.
- Niños y adolescentes acceden a edades cada vez más tempranas a dispositivos móviles, internet, contenidos digitales de todo tipo, aplicaciones, redes sociales y juegos online.
- La edad mínima para abrir un perfil en Twitter, TikTok y Snapchat es 13 años. Facebook e Instagram lo fijan en 14 años y WhatsApp, en 16 años.
- En las redes sociales los menores empiezan a configurar una huella digital e identidad online de consecuencias y legado imprevisibles.
- Lo que se publica en una red social o se comparte en un chat se puede redifundir, multiplicar y viralizar sin límite, incluso aunque el perfil sea privado.
- Ciberbullying, gooming y sexting son algunas de las formas de violencia online a las que los niños y adolescentes están expuestos.
- En un contexto de cambio tecnológico constante, se vuelve crucial la capacidad de aprendizaje continuo y el desarrollo permanente de nuevas habilidades digitales.
- Internet y las redes sociales ofrecen a los menores una amplia gama de oportunidades para jugar, aprender, innovar y ser creativos, comunicarse y expresarse, colaborar y participar.
- Es esencial guiar en la infancia y la adolescencia para que usen los medios tecnológicos y las redes sociales con sentido común y pensamiento crítico.
- Para ello, la educación en valores es fundamental.
Como vemos, hay mucho que aprender sobre esta cuestión y no son solo los menores los que deben hacerlo. porque como dice María Lázaro: «no nos engañemos, los nativos digitales no nacen: se hacen. Y en ese proceso, la educación y el acompañamiento son esenciales». Así que manos a la obra y así evitaremos sorpresas desagradables.