La pandemia le ha sentado bien a Amazon, que ha logrado récords de venta y beneficios al mismo tiempo que ha emprendido una agresiva estrategia de expansión con el objetivo de aumentar su capacidad logística en más de un 50%. En contraste con estas cifras, las del pequeño comercio languidecen y, desde distintas administraciones, se impulsan campañas para comprar en ellos.
Navidad sin Amazon busca “beneficiar a los comerciantes locales y un e-commerce más sostenible” mientras que, en nuestro país, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha llamado a no comprar en Amazon u otros gigantes del comercio electrónico estas navidades.
En Francia, por ejemplo, la campañaMientras tanto, y a pesar de su retraso histórico, la digitalización de las pymes en nuestro país ha recibido un impulso durante la pandemia y el pequeño comercio hace sus deberes buscando nuevas estrategias de fidelización y captación sus clientes en internet.
Parece claro que en un mundo globalizado y virtual que no entiende de fronteras, la digitalización abre grandes oportunidades, también a los pequeños comercios. Empresas como Orange, a través de su campaña #Ahoramáscerca, tratan de acompañar a las pequeñas empresas en este camino poniendo a disposición de los autónomos y pequeños negocios, un conjunto de soluciones orientadas a facilitar su inmersión digital.
¿Pero digitalizarse para competir con Amazon, tal como se afirma en algunos titulares periodísticos? No parece que eso sea viable. “No se puede competir con Amazon. Lleva 26 años haciendo lo que hace, con miles de ingenieros trabajando detrás de un algoritmo”, señala a Invertia Laureano Turienzo Esteban, presidente de la Asociación Española de Retail (AER).
Dirijamos la vista hacia el mundo físico y a un sector que no parecía convivir mal con internet, o no tan mal como otros: el de la venta de libros. Según el último informe “Hábitos de lectura y compra de libros en España”, la librería era el lugar habitual para comprar libros, a mucha distancia de internet. Los libreros respiraban relativamente tranquilos en su mostrador.
Pero, claro, hablamos en pasado porque eso era antes de la pandemia. Durante el confinamiento, según el informe de la Federación de Gremios de Editores, el 70% de los libros se compraron online. De ellos, casi la mitad se compraron a través de Amazon y solo seis de cada cien en librerías físicas, una tendencia que se quizás se consolide una vez pasada la pandemia.
¿una alternativa a amazon?
“Algo habrá que hacer”, pensaron los libreros. Ante la pujanza de la compra online, unas 800 librerías de toda España asociadas a CEGAL (Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros), que se unieron para crear una plataforma de búsqueda de libros hace años, han impulsado su transformación en la tienda todostuslibros.com durante la crisis sanitaria. “Una plataforma para competir con Amazon”, según algunos titulares periodísticos.
Pero los objetivos de Todostuslibros.com no son tan ambiciosos y sí mucho más realistas. Tal como explica a Xataka Álvaro Manso, portavoz de CEGAL, lejos de querer competir con Amazon, lo que quieren los miembros de esta plataforma es “ocupar un espacio que en el aspecto físico tenemos”.
Y es que esta parece la aproximación más sensata a la apuesta digital de del pequeño comercio: la combinación inteligente de sus fortalezas en el mundo físico con el aprovechamiento de oportunidades que ofrece internet, tanto de comercialización como, por ejemplo, de respuesta en tiempo real a los clientes.
El comercio a pie de calle ofrece ventajas que nunca podrá proporcionar Amazon o cualquier otra tienda online. Volvamos al ejemplo de la librería: el paseo -quizás acompañados- hasta llegar a ella saboreando la emoción del encuentro con el texto deseado, la conversación con el librero, el tacto de los volúmenes que hojeamos, el olor de la tinta y el papel…Como escribió Alberto Moyano en el Diario Vasco, donde no puede competir la web de Bezos es frente al librero como anfitrión.
Al fin y al cabo, si hasta Amazon se ha dado cuenta de que las tiendas a pie de calle pueden generar también un negocio interesante, ¿por qué van a minusvalorar este soporte de venta y experiencia del cliente quienes llevan ofreciendo sus productos en nuestras calles desde antes de que Bezos perdiera su pelo?
Eso, unido al compromiso del comprador –íbamos a salir mejores de la pandemia- con la economía local, es lo que puede dar aire al sector a la hora de remontar la gravísima situación causada por la pandemia.
No competimos. Simplemente somos una opción a la compra de libros online. Fomentamos la compra en librerías y que se visiten librerías. La reserva y compra para recoger es una de las posibilidades que ofrecemos de https://t.co/ObSBuveO78 que mejor está funcionando.
— Todostuslibros (@todostuslibros_) November 23, 2020
No será soñando en competir contra Amazon como el pequeño comercio recuperará el nivel de ventas que registraba antes del mes de marzo, sino profundizando en sus fortalezas para competir con otra librería o la camisería abiertas dos calles o dos pantallas más allá, o incentivando la “coopetencia” frente a la competencia.
Así que no contribuyamos a generar falsas expectativas entre los pequeños comerciantes y a aumentar el dominio de Amazon sobre el comercio electrónico, utilizando el nombre de esta plataforma como sinónimo de la actividad a la que se dedica. Que no siempre lo que sirve para titular una noticia, un curso o una conferencia resulta útil para dar cuenta de una realidad compleja y, más aún, en la actual situación de incertidumbre.