Olvídate de la sartén: se ha cocinado el primer pollo a bofetadas

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Cocinar un pollo a bofetadas es, en pleno 2021, una realidad. Sí, has leído bien: alguien ha dedicado una cantidad indecente de tiempo y esfuerzo para lograr dicha hazaña. Lo que empezó como la típica broma de internet se ha ido transformando, hasta su improbable éxito, en un verdadero tour de force para la ciencia casera.

Existe una teoría que afirma que lo que más acerca al ser humano a un estatus celestial es su fiel dedicación a proyectos completamente intrascendentes. Y este es sin duda uno de ellos. Tal como cuentan en IFLScience, el reto de cocinar un pollo a bofetadas empezó, como tantas otras majaderías, en Reddit.

En un subreddit o comunidad llamada muy acertadamente No Stupid Questions alguien lanzó el cebo, al que inmediatamente acudieron a picotear los más frikis de la plataforma. Un usuario se preguntó que si la energía cinética se transforma en energía térmica, ¿sería posible entonces cocinar un pollo a bofetadas? Los físicos dijeron que sí y eso generó uno de los challenge accepted más disparatados de los últimos años.

Aunque enseguida se convirtió en un meme, el reto no se tomó precisamente a broma. Más de dos años han pasado, un largo proceso para cuya causa se alinearon las mentes más brillantes. Uno de los primeros que aportó luz al proceso con sus cálculos fue Parker Ormonde.

LA CIENCIA DE cocinar UN POLLO A BOFETADAS

«La fórmula para convertir energía cinética en térmica es 1/2mv2=mcT», escribió el científico en su muro de Facebook. Consideró datos cruciales como que una mano humana pesa unos 400 gramos y la bofetada media puede alcanzar 11 m/s de velocidad. También que un pollo estándar ronda el kilo, tiene una capacidad calorífica de 2720J/kg*c y se hornea a unos 200 º C.

Su conclusión fue que «para cocinar al pollo con una sola bofetada, tendrías que dársela a una velocidad de 1.665,65 m/s«. Eso planteaba problemas a nivel de logística. No sólo sería humanamente imposible golpear al pobre cadáver a dicho ritmo; lo más probable es que resultara atomizado.

Para comprobar dicha tesis, un usuario de Twitter simuló el violento proceso en 3D usando FEA. Acrónimo de Finite Element Analysis, es un software que simula fenómenos físicos añadiendo variables numéricas. Puede que no sea una representación realista, pero sin duda sí muy espectacular.

(CHICKEN) SLAPPIN’ ME SOFTLY

Como no parecía viable cocinar pollo de un golpe a lo Bruce Lee, la comunidad pensó en otras posibilidades. La idea más aplaudida fue la de golpear más suavemente, pero miles de veces. «Si una bofetada media genera un incremento de temperatura de 0.0089 grados», razonó Ormonde, «se necesitarían 23.034 para conseguirlo».

El elevado número de manotazos no era la única barrera. Otro factor a tener en cuenta era que el pollo se iba a enfriar rápidamente entre agresión y agresión. La velocidad del ataque tendría que ser, por lo tanto, digna de una película de ninjas de serie B.

Y es aquí donde el ‘debate’ se traslada de plataforma. Louis Weisz, un YouTuber ‘manitas’ conocido por sus locos experimentos, tomó las riendas de la situación. Ni corto ni perezoso, construyó una máquina casera abofeteadora de pollos.

Como la física sobre el papel no se traslada a la realidad sin ajustes ni imprecisiones, a Weisz le pasó prácticamente de todo. En su vídeo podemos ver brazos articuladores rotos, motores quemados y pollos volatilizados, entre otras catástrofes.

EL POLLO NO SE ABOFETEA SOLO, HAY QUE ABOFETEARLO

No ha sido un proceso fácil. Durante meses Weisz ha ido perfeccionando proceso y maquinaria hasta mejorar los resultados. Armado con la meatslapper 9001, como llama al artilugio, se tuvo que enfrentar a bastantes decepciones. Pero, como bien saben los mejores ‘cientéficos‘, «la cencia no se ace sola ahi que acerla».

Con ayuda de amigos e internautas, cantó su particular eureka tras un largo experimento en directo. Para cocinar el pollo necesitó 135.000 bofetadas y casi 8 horas de tunda. Una de las claves del éxito fue usar menos calor y más tiempo. Todas las abuelas saben que un plato sabe mejor cuando se guisa a fuego lento.

Aunque parezca inconcebible, este experimento no es siquiera el más loco. En 1987 unos científicos de la Universidad de Ohio intentaron cocinar un pavo tirándolo desde un décimo piso. Llegaron a lanzarlo hasta 72 veces durante 6 horas. Según su paper, porque por supuesto hubo uno, hubiera alcanzado el proceso perfecto de cocción en «solo 46 horas».

ALTERNATIVAS SALUDABLES A COCINAR POLLO A BOFETADAS

Lo más interesante de este tipo de experimentos es la inagotable inventiva del ser humano. Obviamente, no sale rentable cocinar pollos a bofetadas o pavos tirándolos por el balcón. Un horno o una cazuela son opciones más sostenibles y menos gore si buscamos el plato perfecto.

En medio de un interesante debate sobre el futuro de la carne, lo recomendable es pensar alternativas más ecológicas y saludables. Y si, como a mí, el experimento te divirtió pero también te dio un poco de grima, siempre puedes probar la heura, de la cual te hablamos aquí.

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Imágenes | Foto de JÉSHOOTS en Pexels, Vídeo “How Many Slaps does it Take to Cook a Chicken?” de Louis Weisz, Vídeo “I Cooked a Chicken by Slapping It” de Louis Weisz

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