Los gatos son una de las especies animales con las que más interactuamos. Sin embargo, hay muchos aspectos de su comportamiento que todavía se nos escapan. Por ejemplo, no sabemos por qué se empeñan en entrar en cualquier caja u objeto similar que se les coloque delante. También lo suelen hacer con un simple contorno dibujado en el suelo. Lo demuestran las muchas fotos compartidas en las redes sociales bajo el hashtag #CatSquare.
Se han hecho algunas suposiciones sobre por qué a los gatos les encanta estar dentro de las cajas. La primera es la más sencilla: los gatos son depredadores, pero también presas, y por eso les interesa todo lo que pueda esconderlos y también servir para preparar una emboscada. Por lo tanto, las cajas serían una versión doméstica de los agujeros en el suelo y otras grietas naturales que los ancestros salvajes de los gatos usaban para atacar o defenderse.
Sin embargo, los etólogos también han considerado otras posibilidades. Por ejemplo, que los gatos perciben sensaciones agradables cuando notan presión en sus caderas. Nicholas Dodman, de la Universidad de Tufts, y la zoóloga Temple Grandin estudiaron la producción de endorfinas en algunos animales cuando se les rodea suavemente con algo. Una especie de versión animal de los abrazos. Dentro de una caja, los gatos experimentan sensaciones similares a las de cuando eran cachorros. Cuando estaban retenidos por sus madres o apretados entre sus hermanos.
Why can’t our feline friends resist the #CatSquare?https://t.co/GBjoMhkZA5 pic.twitter.com/VJmcTPifuE
— Live Science (@LiveScience) April 19, 2017
Temperatura y protección
Se han realizado varios experimentos que sugieren que los gatos utilizan las cajas como alivio cuando se encuentran en situaciones incómodas. Por ejemplo, un estudio de 2014 mostró que al llegar a un refugio para gatos abandonados, los animales a los que se les ofrece una caja se estresan menos ??que los demás. Además, se adaptan más rápido al nuevo entorno. Se familiarizan antes con los espacios y las personas que trabajan o visitan el lugar.
Por otro lado, se ha estimado que entre 30 y 36° C es la temperatura perfecta para estos felinos. Porque pueden mantener constante su temperatura corporal con un gasto energético mínimo. Por eso les encanta estar cerca de fuentes de calor como radiadores y cuerpos humanos, así como tumbarse al sol. Y quizás por la misma razón les gustan las cajas. Al delimitar una gran parte de su cuerpo con un objeto, especialmente si es de un material aislante, pueden conservar mejor su calor corporal.
Sin embargo, ni la hipótesis de la temperatura ni la de las endorfinas o el uso de cajas como refugio explican por qué muchos gatos parecen apreciar incluso las ‘cajas’ bidimensionales. Según Dodman, «las cajas virtuales no funcionan tan bien como las reales, pero pueden dar una sensación de seguridad y comodidad psicosomática».
Con otro experimento, Gabriella Smith, bióloga que estudia las capacidades cognitivas de los animales, intentó comprender si la atracción por las cajas también era válida para las ilusiones ópticas. Smith envió un cuadrado Kanizsa a los dueños de los gatos que participaron en el experimento. Esta figura se obtiene disponiendo en un plano cuatro círculos sin un segmento, parecidos a un ‘Pac-Man’.
So pleased to announce that my paper, «If I Fits I Sits: A Citizen Science Investigation into Illusory Contour Susceptibility in Domestic Cats (Felis silvestris catus) has just been published in AABS! #IfIFitsISits #CatSquare #CitizenScience #CommunityScience pic.twitter.com/AXbDttnOGC
— Gabriella Smith M.A. (@Explanimals) May 4, 2021
Los gatos y las ilusiones ópticas
Smith sugirió a los dueños que usaran papel y tijeras para crear los cuadrados Kanizsa. Y luego filmar las reacciones de sus animales. Las observaciones tenían que realizarse también en presencia de un cuadrado real. Y de cuatro ‘Pac-Man’ dispuestos de tal forma que no se creara ninguna ilusión óptica. Para evitar influenciar a los gatos con la mirada, se les pidió a sus humanos que usaran gafas de sol durante las pruebas.
El experimento tenía que durar seis días. Por esta razón, de las 560 parejas de personas y gatos inscritos inicialmente, solo 30 completaron todas las observaciones requeridas. De estos 30 gatos, nueve optaron por sentarse en al menos una de las formas dispuestas en el suelo. En ocho ocasiones sucedió que un gato eligió sentarse en el cuadrado real, en siete en la ilusión óptica. Solo un gato y en una sola ocasión se sentó en el ‘Pac-Man’ que no formaba un cuadrado.
Estos resultados llevaron a Smith y sus colegas a especular que los gatos, como las personas, perciben la ilusión óptica. Y la consideran un cuadrado tan interesante como los reales. En definitiva, son sensibles a los contornos de manera similar a las personas y otros animales. Y no es solo la presencia de algo nuevo en su entorno lo que les llama la atención.
Esto, sin embargo, tampoco nos dice nada más sobre por qué los gatos aprecian las cajas y las formas bidimensionales que las recuerdan. Mikel Delgado, un experto en comportamiento felino entrevistado por ‘Atlantic’, cree que cuando un gato ve una forma bidimensional que se asemeja a una caja, tiene el instinto de probar su planitud. Comprueba si realmente es bidimensional o si no es una auténtica caja, solo que muy poco profunda. Los gatos, ya se sabe, son curiosos.
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Imágenes | Jackie Zhao/Unsplash