Los episodios de calor extremo son cada vez más frecuentes y, por ello, en dos artículos publicados en The Lancet, un grupo de expertos reclama esfuerzos coordinados para mitigar el calentamiento global, aumentar la resiliencia al calor extremo y proteger de él a las personas más vulnerables.
MedicalXPress, piden que el calentamiento global se limite a 1,5°C para evitar la mortalidad derivada del calor extremo, además reclaman cambios inmediatos en las infraestructuras, el entorno urbano y el comportamiento individual para evitar las muertes relacionadas con el calor.
Los autores de estos artículos, de los que se ha hecho eco«Se necesitan dos enfoques estratégicos para combatir el calor extremo. Uno es la mitigación del cambio climático para reducir las emisiones de carbono y alterar el calentamiento del planeta. El otro es identificar medidas de prevención y respuesta oportunas y eficaces, en particular para los entornos de bajos recursos. Con más de la mitad de la población mundial que se prevé que esté expuesta a semanas de calor peligroso cada año para fines de este siglo, debemos encontrar formas de enfriar a las personas de manera efectiva y sostenible», dice la coautora principal de la serie, la profesora Kristie Ebi de la Universidad de Washington.
Estos textos se publican de cara a la Cumbre sobre el cambio climático de la ONU, COP26, de este año en Glasgow. La anterior, celebrada en 2019, Esta COP25 dejó un sabor agridulce a algunos, como la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera; mientras que otros, como Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace, fueron más contundentes y calificaron la actitud de los políticos como “indecente y vergonzosa”.
Efectos del calor extremo
Según otro estudio publicado en The Lancet, más de 356.000 muertes en 2019 estuvieron relacionadas con el calor y se espera que ese número aumente a medida que aumentan las temperaturas en todo el mundo.
Cuando se expone a un estrés por calor extremo, la capacidad del cuerpo para regular su temperatura interna puede verse superada y provocar un golpe de calor. Además, las respuestas termorreguladoras fisiológicas que mantienen la temperatura corporal inducen otros tipos de tensión en el cuerpo y pueden conducir a eventos cardiorrespiratorios.
Los efectos del calor extremo también están asociados con un aumento de las hospitalizaciones y visitas a la sala de emergencias, un aumento de las muertes por enfermedades cardiorrespiratorias y otras, problemas de salud mental, resultados adversos del embarazo y el parto y mayores costos de atención médica.
Personas mayores y otras personas vulnerables quienes pueden ser menos capaces de cuidarse a sí mismos en condiciones de calor extremo también tienen más probabilidades de experimentar sus efectos en la salud.
estrategias de enfriamiento
Para contrarrestar estos efectos, los autores destacan estrategias de enfriamiento accesibles y efectivas a nivel individual, de construcción, urbano y paisajístico. También recomiendan enfoques personalizados para entornos específicos, incluidos hogares de ancianos, áreas urbanas densamente pobladas, lugares de trabajo, escuelas, reuniones masivas, campamentos de refugiados y la práctica de deportes, donde las personas pueden ser particularmente vulnerables a los efectos del calor extremo.
Los autores de sendos artículos destacan las acciones que las personas pueden tomar para enfriarse y mitigar otros tipos de tensión fisiológica que surgen de la regulación de la temperatura corporal para combatir los riesgos para la salud derivados del calor extremo. Estos incluyen el uso de ventiladores eléctricos y de nebulización, auto-empaparse con un rociador de agua o una esponja, usar ropa mojada y sumergir los pies en agua fría.
Otras medidas sencillas como tomar pequeños descansos de la actividad física, mantenerse bien hidratado (la temperatura del agua que se consume tiene poca consecuencia) y modificar la ropa o el equipo de protección para mejorar la ventilación también son estrategias efectivas y sostenibles
Además de los enfoques individuales para reducir la tensión de calor fisiológica, las adaptaciones a los edificios pueden ayudar a enfriar los ambientes interiores.
Estos incluyen revestimientos externos para reflejar el calor de los edificios y muros con vegetación para reducir la temperatura de la superficie, mejorar el aislamiento y el acristalamiento, y una mejor ventilación a través y alrededor de los edificios.
Las características del entorno urbano y el paisaje circundante también influyen en las condiciones de las zonas urbanizadas. Los lagos, las grandes praderas y parques, y las áreas al aire libre con sombra, así como la reducción de la contaminación dentro de las ciudades, son importantes.