Astro, el nuevo robot doméstico lanzado por Amazon, genera inquietud ante la posibilidad de que su sofisticado sistema de supervisión (llamémosle vigilancia) pueda comprometer la privacidad.
explica la propia compañía, Astro es un nuevo tipo de robot doméstico que combina innovaciones en movimiento inteligente, identificación visual e inteligencia artificial con Alexa “para brindar tranquilidad y diversión para los clientes, ya sea en casa o fuera de ella”.
SegúnAstro interactúa con sus dueños e incorpora el asistente de Amazon para responder a sus órdenes. Sin embargo, la parte más peliaguda de este nuevo robot con cara de tableta es su capacidad de vigilancia de lo que sucede en el interior del hogar, en presencia o ausencia de sus dueños. De hecho, Amazon ya tuvo antes problemas con hackers que piratearon las cámaras de sus dispositivos Ring.
En el libro blanco sobre Astro, Amazon se pone la venda antes de la herida y explica que “para ganarnos la confianza del cliente, diseñamos Astro y sus experiencias teniendo en cuenta la privacidad al proteger los datos del cliente, que se almacenan localmente o en la nube, brindando a los clientes transparencia y control sobre su experiencia”.
“Apague los micrófonos, las cámaras y el movimiento con solo presionar un botón y use la aplicación Astro para establecer límites de tal manera que Astro sepa dónde no está permitido ir”, explica el gigante de internet en su web. Y eso es lo mínimo que se puede pedir a un asistente de los que, poco a poco, van tomando posiciones junto a nuestro sillón, antes de invadir nuestro sitio favorito para ver la televisión.
los inquietantes «ojos» de astro
Como siempre sucede con dispositivos de vigilancia, el debate está servido, y no solo en lo que respecta a la seguridad de los dueños de Astro. Evan Greer director de Fight For The Future, un colectivo centrado en el debate sobre derecho digitales, explica a Mashable que las cámaras de Astro no solo toman imágenes del interior de las casas de las personas que los compran, «ya que estos dispositivos inevitablemente capturarán imágenes de vecinos, transeúntes y otras personas a través de ventanas, etc., que no han dado su consentimiento y cuyos movimientos pueden ser monitoreados y registrados».
Incluso se plantean dudas sobre potenciales buenos usos de Astro: ¿en el caso de vigilancia de ancianos que viven solos, estos darán su consentimiento para ser vigilados constantemente? ¿la policía podría acceder a las imágenes del interior de los hogares?…
De momento, Astro está disponible solo en EE.UU. por 1.500 dólares. Tenemos tiempo hasta que llegue a nuestro país -si es que llega a venderse aquí- para reflexionar sobre aceptar o no a este inquilino de metal.