En el último año ha cobrado fuerza el término re-skilling, una palabra que engloba el proceso continuo de reciclaje de aptitudes y conocimientos al que nos debemos someter para mantenernos a flote en un mundo laboral cambiante.
Viene a ser como pulsar la tecla F5 y refrescar contenidos, ideas y métodos para seguir siendo competitivos. Si nos circunscribimos al plano tecnológico nos estaríamos refiriendo a estudiarse un nuevo lenguaje de programación que solicita el mercado, practicarlo y tenerlo disponible en nuestro arsenal para cuando se nos requiera.
“Someter”, “competitivos”, “estudiarse”. No son términos amables, ¿verdad? En otras palabras: nos queda claro qué es el re-skilling, pero todo parece indicar que aquí el problema lo constituyen del cómo, el cuándo y el cuánto.
En un ecosistema donde la tecnología ya es omnipresente y en el que, según la Unión Europea, el 80% de las profesiones que existirán en 2030 no han sido inventadas y tendrán una raíz tecnológica, queda patente que mantener al día a profesionales en lo referente a dispositivos, lenguajes y aplicaciones es crucial.
Los fundadores de OpenWebinars abordamos esta situación empleando un modus operandi más o menos habitual en el sector IT: intentando comprender el problema en su totalidad para, posteriormente, intentar descomponerlo en partes que nos permitan fabricar soluciones a medida para cada una de ellas.
Una de esas partes es el profesional IT. Otra, la empresa.
Tras 7 años centrado en esas dos partes, podríamos traducir el resultado de nuestra propuesta en dos cifras sencillas: casi 200 mil usuarios han pasado por nuestra plataforma y han dejado 140 mil valoraciones positivas.
Re-skilling: UN PROCESO NECESARIO PARA EL EMPRESA Y LOS EMPLEADOS
¿Qué nos dicen esos números y esos comentarios? Que el re-skilling es una preocupación profunda en los dos lados de la ecuación. Empleado y empleador consideran que estar al día es fundamental. Pero ¿qué hay más allá? Aquí es donde extrajimos conclusiones importantes:
La flexibilidad resulta fundamental a la hora de considerar una opción para actualizar los conocimientos. Esa flexibilidad no es sino un rasgo definitorio más de este época. El mundo tras la pandemia de Covid-19 es más remoto y asíncrono. Añadir la formación como un elemento más a cuadrar en la agenda no tiene sentido en 2021. Complica mucho la solución al problema de la recualificación continua, por eso los usuarios valoran especialmente la formación en remoto, sin horarios fijos y con itinerarios formativos claros.
Precisamente esos itinerarios formativos tienen un peso incalculable. Para entenderlo mejor, no es lo mismo recomendar a un equipo IT que elijan un curso de React JS, que ofrecerles un trazado formativo completo, estructurado y ajustado exactamente a las necesidades y retos con los que se van a encontrar en un futuro cercano. Esa personalización favorece que se afronte ese re-skilling con la confianza por parte del alumno —¡y de la empresa!— de que se va a aprovechar al máximo el tiempo ante la pantalla.
La experiencia con esos casi doscientos mil alumnos que han pasado por OpenWebinars fue clave también para modelar otro de los pilares en los que se basa la formación en remoto: la plataforma. Esta debe ser rápida, ágil, y favorecer que el usuario aborde con suficiencia las distintas fases por las que pasa su aprendizaje: el antes, cuando se encuentra en el momento de asimilar qué va a aprender (utilidad, longitud, complejidad); el durante, cuando está recibiendo la formación con vídeos y materiales que se adaptan a cada proceso y encuentra tutores cualificados que lo acompañan; y el después, cuando hay que evaluar el valor que han dejado los cursos e itinerarios de OpenWebinars en los alumnos.
Otro asunto que hemos observado en estos años es el valor que aporta a la relación trabajador-empresa que esta última se preocupe por la actualización de los conocimientos y actitudes de su equipo humano. Se trata de una forma más —no la única— de cuidar y retener el talento: ofrecerle soluciones estructuradas, claras y testadas que les permitan cumplir con sus objetivos profesionales con el menor esfuerzo posible.
Una vez que tuvimos claro cómo resolver los problemas de re-skilling en el capital humano especializado en IT, nos dimos cuenta de una consecuencia natural de haber recorrido este camino: sin haberlo buscado específicamente habíamos dado con una fórmula eficiente, eficaz y de propósito general para la formación en remoto. En otras palabras, OpenWebinars no es (solo) el socio estratégico de las empresas tecnológicas que pretenden cuidar la formación continua, sino que nos hemos convertido en el proveedor de formación remota más completo de España en áreas que trascienden la programación o la administración de sistemas informáticos.
Otro aspecto colateral que encontramos fue que nuestros sistemas favorecían la conciliación familiar o la reducción de la huella de CO2 al disminuir los traslados físicos a centros de formación, pero todo eso daría para otro artículo completo.
Lo que sí nos ha quedado claro en este proceso es que el concepto re-skilling ha llegado para quedarse y formar parte de nuestra vida profesional desde el día en que abandonamos la formación reglada hasta la jubilación. Creemos que para que la formación continua conviva con nosotros durante décadas debe integrarse en el día a día de las personas generando la menor fricción posible. Desde OpenWebinars pensamos que, en un mundo ideal, esa actualización de aptitudes debe ocurrir casi sin darnos cuenta, generando el mínimo impacto negativo posible. Pero hasta que lleguen las actualizaciones de cerebro desde la nube —que llegarán…— nuestra función será que aprender sea un proceso entretenido, atractivo y gratificante para todas las partes.