Un equipo de investigadores ha logrado descubrir un embrión, de entre 72 y 66 millones de años, exquisitamente conservado dentro de un huevo de dinosaurio fosilizado, el cual arroja nueva luz sobre el vínculo entre el comportamiento de las aves modernas y los dinosaurios.
oviraptorosaurio, un terópodo desdentado, unos animales emplumados, estrechamente relacionados con las aves modernas.
El embrión, apodado Baby Yingliang, proviene de las rocas de Cretácico superior de Gazhou, provincia de Jiangxi. Se trata de un ejemplar deEste fósil había sido adquirido en el 2.000 por el director de un grupo empresarial, en un lote que luego terminó en un almacén, en gran parte olvidado hasta unos diez años después, cuando expertos del Museo de Historia Natural de Piedra de Yigliang clasificaron las cajas y desenterraron los fósiles. Al analizarlos, apareció el embrión escondido en su interior.
una postura única en un embrión de dinosaurio
Según informa iScience, los científicos descubrieron que Baby Yingliang mantenía una postura única entre los embriones de dinosaurios conocidos: su cabeza se encuentra debajo del cuerpo, con los pies a cada lado y la espalda doblada a lo largo del extremo romo del huevo. Esta postura, hasta ahora desconocida en los dinosaurios, es similar a la de los embriones de aves modernas.
En las aves modernas, estas posturas están relacionadas con el remetimiento, un comportamiento controlado por el sistema nervioso central y crítico para el éxito de la eclosión. Tras estudiar el huevo y el embrión, los investigadores creen que este comportamiento es previo a la eclosión, que hasta ahora se consideraba exclusivo de las aves, puede haberse originado entre lo terópodos no avianos.
El embrión mide 27 cm de largo desde la cabeza hasta la cola y se encuentra dentro de un huevo de 17 cm de longitud. “Este embrión de dinosaurio dentro de su huevo es uno de los fósiles más hermosos que he visto en mi vida. Este pequeño dinosaurio prenatal parece un pajarito acurrucado en su huevo, lo que es una prueba más de que muchos rasgos característicos de las aves actuales evolucionaron por primera vez en sus ancestros dinosaurios”, afirma Steve Brusatte, profesor de la Universidad de Edimburgo.