Cuando los visitantes salen de un museo de historia natural, como el MNCN lo hacen entusiasmados por lo que han tenido ocasión de ver y aprender, con la mente aún cargada de las imágenes de los impresionantes ejemplares de especies animales —muchas de ellas extintas— que pueblan sus salas.
Fernando Arnáiz, guía voluntario en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Las visitas guiadas representan una estupenda oportunidad para poderlos conocer más a fondo, pero su duración, limitada en el tiempo, condiciona su contenido y profundidad. Aun así, la tarea de mostrarle un museo a los visitantes resulta muy gratificante y también, en ocasiones, sumamente divertida. «Las ocurrencias, situaciones y preguntas con las que nos encontramos los guías son inimaginables, pero somos mortales a fin de cuentas, y no disponemos siempre de una respuesta a las mismas. Al menos no en el momento en que se nos plantean», dicePara responder a estas y otras cuestiones, ha escrito el libro «¿Se tiran pedos las mariposas?» (Cómo poner en aprietos a un guía en el Museo Nacional de Ciencias Naturales), publicado por Next Door Publishers, la primera editorial española independiente especializada en divulgación científica.
el culo de un ictiosaurio
Arnáiz explica que explica que la idea de este libro, que muestra cómo la divulgación científica no está reñida con el humor, surgió tras la mostrar un fósil de ictiosaurio a un grupo de escolares. “Uno de los niños, tras pasar un buen rato examinando la parte trasera del animal, se volvió hacia mí y, con gesto serio, me preguntó dónde tenían el culo”.
A partir de esta anécdota, Fernando Arnáiz se puso manos a a obra para escribir un texto que da a conocer muchos aspectos desconocidos de este tipo de museos. Entre ellos, la historia de cómo surgieron, a partir de los gabinetes de curiosidades y monstruosidades del siglo XVIII, fruto del movimiento ilustrado. Una historia larga —en 2021 se han cumplido 250 años de la fundación del MNCN—, plagada de vaivenes e incluso de aventuras dignas de película.
El autor ha utilizado como hilo conductor las anécdotas vividas por los guías voluntarios y los educadores del MNCN durante los últimos años. «Es una manera de arrancarle al lector una sonrisa, cuando no una carcajada, mientras a la par, se da respuesta a todas esas curiosas dudas, ofreciendo a los amantes de la vida animal una visión diferente de lo que es un museo de historia natural, de una manera amena y divertida».
A través de las páginas de este libro, hallaremos respuestas a preguntas tan delirantes, y sin embargo, interesantes como: ¿Contribuyeron las ventosidades de los dinosaurios a su extinción? ¿Dónde se puede comprar un tiranosaurio? ¿Cómo se alimenta a un oso hormiguero en cautividad? ¿Cuánto cuesta un cuerno de rinoceronte en el mercado negro? ¿Qué es el canibalismo sexual? ¿Cuánto medían los megalodones? ¿Cómo se diseca un elefante? ¿Cuanta tinta tiene un calamar gigante? ¿Aún se momifican mascotas? ¿Qué pez pone 300 millones de huevos? ¿Con cuántas especies humanas coexistimos en el pasado? ¿Cómo se sabe a qué dinosaurio pertenece un hueso fósil?