«Stalkeo a mi crush porque es muy cool. Ya sé que es de locos y un poco too much, pero le doy +1 a todas sus fotos en modo random. Yassss». Al leer la frase anterior no extraña que, cada vez más, los mayores de 40 años se encuentren con dificultades para entender lo que dicen los más jóvenes.
encuesta realizada por Babbel, el 60,5% de los españoles mayores de 40 años, es decir pertenecientes a la Generación X (de 40 a 54 años), tiene dificultades para entender la jerga de generaciones más jóvenes. Uno de los motivos puede ser que, el 88% de los centennials (de 18 a 24 años), utiliza habitualmente palabras, expresiones o acrónimos procedentes del inglés. Aunque, más allá de extravagantes anglicismos, el problema también pudiera ser que, directamente, a menudo usan palabras «invent».
De hecho, según unaTambién hay muchos otros términos procedentes de internet y las redes sociales que hace unos años ni siquiera existían como: influencer, hashtag, post, story, DM (mensaje directo), engagement, feed, followers, gif, selfie, phising (intento fraudulento de obtener informaciones particulares de las redes), yassificación (aplicar varios filtros de belleza en Instagram) y un largo etcétera.
Las diferencias en el uso del lenguaje de las distintas generaciones pueden parecer insalvables, pero si se examinan más de cerca, se pueden reconocer experiencias comunes y, si se comparan las expresiones de las diferentes épocas, quizás las diferencias no son tan abismales como parecen.
En todo caso, a estas alturas del texto, desistimos se seguir poniendo orden en el caos de cursivas y comillas de este texto porque es un trabajo agotador.
mi crush, mi ligue
Los miembros de la generación Z (centennials) suelen denominar a las personas mayores (generación X) con el término boomer de una forma un tanto peyorativa debido a que no están tan al día como ellos sobre las tendencias actuales. Se nota que no hay mucho crush entre los miembros de una y otra generación.
Babbel ha realizado una lista de expresiones boomer y centennial con la que podemos comprobar a qué generación pertenecemos, simplemente eligiendo la palabra que nos resulte más familiar. Allá va:
- Ligue vs. Crush: o lo que es lo mismo esa persona que te ha robado el corazón y con el que flirteas o coqueteas.
- Cotillear vs. Stalkear: husmear, fisgar, curiosear. La mayor diferencia entre estos términos es que en el caso del segundo se hace a través de las redes sociales.
- Darle bombo vs. Hype: elogio exagerado y ruidoso con que se ensalza a una persona o se anuncia o publica algo. El término “hype” surgió del ámbito de los videojuegos y cuando alguien dice que “se está hypeando” se refiere a que se está emocionando.
- Aleatorio vs. Random: se utiliza cuando nos referimos a algo que depende del azar, por ejemplo, ya no se dice una persona cualquiera sino una persona random.
- El último grito vs. Cool: algo a la moda, tendencia pero ahora es mucho más “cool” decirlo en inglés.
- Olé vs. Yasss: en España siempre ha sido habitual usar la expresión “olé” para celebrar algo pero ahora lo moderno es decir “Yasss”, que es como decir “sí”, en plan exagerando y celebrando.
- Guay del paraguay vs. Adoro: esta primera expresión se podría decir que es muy muy boomer y probablemente un centennial te mirará muy mal si la dices pero si “adoras” tu vocabulario estará más de tendencia.
- Efectiviwonder vs. +1: “efectiviwonder” es una expresión totalmente pasada de moda donde se apostó por el spanglish y que significa “efectivamente”. Los centennials tienden a abreviar bastante y ahora cuando en WhatsApp estás de acuerdo con algo, citan la frase y le ponen un +1, +2, +3 (en función de cuántas personas esté de acuerdo).
- Demasié para el body vs. Too much: el argot boomer es también muy rico, estas expresiones significan “demasiado”, y ahora lo que ocurre en muchos casos, como este, es que se está sustituyendo por otros anglicismos.
- Debuti ó chachi vs. De locos: es curioso que aunque se suele decir “chachi” o lo que es lo mismo estupendo, según la RAE se escribe correctamente como “chanchi”. “De locos” es quizás aún más estupendo.
En fin, los tiempos cambian y el lenguaje con ellos porque se trata de un ente vivo que se va enriqueciendo. Como señala el lingüista de Babbel, Héctor Hernández, «aunque al principio pueda parecer difícil relacionarse con las expresiones de nuestros padres o con los crípticos acrónimos de los adolescentes, dedicar tiempo a entender lo que significan no sólo puede favorecer la comprensión mutua, sino que también proporciona una visión considerable de la cultura en la que estamos inmersos. De hecho, nuestras expresiones pueden ser divertidos indicadores de dónde estamos temporalmente hablando».