Hasta ahora, la realidad virtual ha tenido un éxito limitado, debido sobre todo a la estructura de su tecnología, como los visores. Esto, sumado al coste que tiene, desalienta a los usuarios. El objetivo del metaverso es resolver y superar todos estos problemas con visores más ligeros y asequibles. El aumento de las inversiones puede proporcionar los recursos necesarios para perfeccionar los productos de hardware y software que posibilitarán su uso.
Cada año desde 2013, la Augmented World Expo reúne a organizaciones e individuos que se ocupan de la realidad aumentada o virtual. Lo que surgió de la conferencia de este año es que, si bien el metaverso aún no está desarrollado por completo, la experiencia virtual y sensorial compartida es accesible. De hecho, ya existen potentes simuladores de estímulos sensoriales como Varjo’s VR (simulador de visión), HaptX (táctil) y OVR (de olores).
Según los planes de Mark Zuckerberg, quien el 28 de octubre de 2021 anunció el cambio de nombre de la empresa que controla Facebook, creando Meta, el metaverso será posible gracias al empleo simultáneo de varias herramientas de tecnología avanzada para la realidad virtual. Estas incluyen gafas, dispositivos hápticos, ordenadores, teléfonos, wearables y auriculares.
En concreto, el mercado que más se verá favorecido por el metaverso será el de los visores de realidad aumentada. Es un producto desarrollado y comercializado desde hace algunos años, pero que aún no es accesible al consumo masivo. No solo por el precio elevado.
Los visores son la clave del Metaverso
En cuanto al diseño, primero hay que solucionar el problema del peso: los visores deben pesar menos de cien gramos. Un peso muy superior al de las gafas de sol, pero que hace que cualquiera las pueda llevar de forma sencilla. Sin embargo, para aligerarlos también es necesario adelgazar el espacio dedicado a toda la estructura tecnológica que les permite funcionar.
En realidad, este tipo de tecnología ya existe, pero su precio no está al alcance del comprador medio, ya que los costes de construcción son demasiado elevados. Una de las razones que llevó a Facebook a anticiparse al metaverso, anunciándolo antes que otras empresas, es el hecho de que ya posee tecnología avanzada como Oculus Rift. Se trata de un visor para realidad aumentada ya experimentado y comercializado.
Lanzado en 2014, permite tener una visión tridimensional dentro de una realidad virtual. En la primera versión se tenía que conectar al ordenador y se usaba para jugar. En 2019 fue reemplazado por Oculus Quest, una versión inalámbrica de un casco para la realidad virtual compatible con los sistemas operativos Android.
Las gafas de realidad aumentada son solo un componente del metaverso, pero es probable que la mayoría de los servicios sean inutilizables sin ellas. De alguna manera, los visores tendrán que reemplazar las tareas que ahora realizan smartphones y ordenadores. Dicho esto, el metaverso no será alternativo a internet y sus mecanismos, pero podría hacerlo más completo.
Recrear un mundo ‘real’
El metaverso, sin embargo, no se limita a simular estímulos sensoriales. Su propósito es permitir que las personas vivan en una realidad virtual alternativa al mundo real. Cada individuo se convierte en avatar y puede interactuar, construir cosas y, en teoría, efectuar cualquier acción que pueda llevar a cabo en la realidad.
En lo referente al software, ya existen modelos de metaverso, aunque no representan una experiencia tan compleja como la que se espera. Además de Meta, Microsoft también ha anunciado Microsoft Mesh, una plataforma que, aunque no se puede definir como metaverso, implementa algunas características de realidad mixta. Muchos de los juegos más populares de los últimos años, como ‘Fortnite’, ofrecen modelos de ‘segunda vida’ que permiten experimentar, en cierto sentido, una realidad aumentada.
Muchos otros videojuegos en línea tienen la opción de interactuar como avatares con otros jugadores. La diferencia entre este tipo de videojuegos y el metaverso no radica en la experiencia de juego en sí, sino en que el metaverso hace todo esto con la realidad. Tanto el espacio que se ocupa como las personas con las que se interactúa son reales.
Las tecnologías 3D también son esenciales para crear un metaverso. Para vivir una experiencia que parece real, de hecho, primero se tiene que reproducir la realidad. Existen tecnologías como Digital Twin 3D que son capaces de generar el modelo digital de lo que está presente en el mundo real. Esta tecnología funciona a día de hoy bien con objetos individuales, pero se enfrenta a importantes dificultades cuando se trata de replicar el mundo real.
Otra tecnología imprescindible es AR Cloud, que permite añadir capas de información al mundo real, almacenándolas en la nube. En el metaverso esto significa que si se agrega un objeto a la realidad virtual, este se guardará donde se ha colocado, incluso si se abandona por un tiempo el metaverso. Por último, por supuesto, son fundamentales los software para realidad virtual, es decir, aquellos que permiten producir la realidad virtual.
En Nobbot | ¿Qué es el metaverso del que habla Mark Zuckerberg?
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