Del 31 de marzo al 1 de mayo se representa en la sala Microteatro, en Madrid, «Coma», una obra escrita por Víctor Suárez Saa, un autor con larga experiencia en este formato teatral de piezas de 15 minutos.
a veces puedes despedirte de alguien y eso es parte del duelo de su pérdida. Él cuida a su padre en coma y le visita todos los días. La enfermera cuida a su paciente en coma, también todos los días, pero cada uno tiene su propia historia y, en este caso, ni siquiera saben que hay algo que les une».
«Coma» está dirigida por Juan Ángel Melero e interpretada por Mercedes Salvadores, Chus Pereiro y Jesús Granda. Según nos explica su autor, «la idea surgió hace años, pensando en cómo«A veces pasa -añade-, que tenemos a alguien al lado que de alguna manera ha estado, está o estará en nuestra vida y no nos damos cuenta. Igual esto viene influido por la teoría de los seis grados de separación«.
Víctor Suárez Saa es ya un autor veterano en Microteatro Madrid, un espacio que, aunque con dificultades, ha mantenido su actividad durante la pandemia. En el confinamiento se representaron obras en streaming desde las casas de los propios actores, para mantener vivo el proyecto. Hoy, la mascarilla es obligatoria y hay unas mamparas que separan a los actores del público, pero siempre manteniendo esa cercanía que es seña de identidad de esta iniciativa artística y empresarial.
el microteatro no está en coma
Haciendo un juego de palabras con el título de su nueva obra, Suárez Saa nos explica que, lejos de estar en coma, el formato breve que es la seña de identidad de Microteatro goza de muy buena salud. «Tiene muchas virtudes, más si cabe en estos días en los que el tiempo es un valor tan preciado. Parece que todos vamos con prisa y siempre apurados, pero también es verdad que nos sigue gustando que nos cuenten historias. En esta dualidad, estas obras dirigidas a unas 15 personas y con una duración de entre 10 y 15 minutos, encajan perfectamente».
«En un cuarto de hora -añade-puedes ver una obra de teatro, teniendo a los actores a apenas unos centímetros, con lo que eso implica de emoción y sensaciones, tanto para el público como para los propios actores. En ese pequeño espacio cada matiz del texto, de la actuación o de la respuesta del público es relevante y hace que cada función sea única. Además, puedes hacerlo tomando algo, compartiendo con amigos una oferta extensísima de obras».
«Asistir como público al teatro o al microteatro es quitar la pantalla intermediaria que hay entre lo que nos cuentan y nosotros. Lo visual permanece y el resto de sentidos salen ganando. Así que siendo pretenciosos podríamos decir que su papel es recordarnos el contacto con las entrañas de lo humano dentro de este mundo tan digital», concluye.