El tenista español, Cisco García, ha utilizado una mochila de Dyson que mide la calidad del aire, para conocer la exposición a agentes contaminantes en su actividad diaria.
concienciar sobre la contaminación del aire en ciudades de todo el mundo. Este proyecto trata de capacitar a las personas para que tomen el control del aire que respiran.
Cisco García forma parte de un grupo de voluntarios de todo el mundo, entre los que se encuentran deportistas de élite, periodistas o estudiantes, que colaboran con Dyson paraA través de esta mochila de medición de la calidad del aire, los ingenieros de Dyson analizan los resultados emparejando los datos del sensor de aire y del GPS de la mochila con las entradas que documentan las actividades diarias del usuario. Esto les permite comprender qué puede haber provocado los episodios de contaminación atmosférica y cómo el individuo podría reducir su exposición en el futuro.
Esta mochila fue desarrollada inicialmente por los ingenieros de Dyson para el estudio Breathe London, que se llevó a cabo con el Kings College de Londres y la Greater London Authority. El estudio contó con la participación de 258 niños de 5 colegios de Londres, con el objetivo de conocer la exposición de los alumnos a dos contaminantes, las partículas finas (PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2), en el trayecto al colegio. Como resultado del estudio, el 31% de los niños afirmó que cambiaría su forma de ir y volver del colegio para reducir su exposición a la contaminación atmosférica.
la mochila de dyson en Madrid y Córdoba
Los datos de Cisco García mostraron un aumento de los niveles de contaminación durante actividades rutinarias como ir en coche o pasear. Los datos indicaron que, aunque los niveles generales de exposición durante el periodo de dos días en que se utilizó la mochila de calidad del aire parecen bajos, los episodios de contaminación a lo largo del día hicieron que los niveles de contaminación se dispararan hasta alcanzar concentraciones que se registran como «altas».
El seguimiento comenzó el 2 de febrero en la ciudad de Córdoba, donde Cisco descubrió que “la calidad del aire a la que estamos expuestos mi familia y yo en nuestro día a día es peor de lo que me esperaba en una ciudad más pequeña.” Durante los trayectos en coche, concretamente volviendo de entrenar o al ir a recoger a su hijo al colegio, las concentraciones de PM2.5 fueron hasta 15 veces peores de lo habitual (90?g/m3 vs 5 ?g/m3).
Al ir caminando con su familia, desde su domicilio hasta el centro de la ciudad, y durante el posterior paseo por la zona de la Judería de Córdoba, mientras Cisco llevaba la mochila, las concentraciones de NO2 fueron hasta 400 veces peores que las concentraciones medias de base. Estas finas partículas, a menudo están asociadas con las emisiones de los vehículos.
El 3 de febrero, el seguimiento de la mochila se realizó en Madrid, donde Cisco suele viajar semanalmente por cuestiones laborales. Aquí se pudo identificar que las estadísticas de la mochila marcaban un pico de PM2.5 a la hora de comer. Estas partículas pueden desprenderse en diferentes procesos de cocinado, lo que encaja bastante con el contexto en el que se encontraba; un restaurante en el área financiera de Madrid.
Asimismo, el 50% de la exposición diaria a los COVs (compuestos orgánicos volátiles) tuvo lugar durante dos horas en las que Cisco se trasladaba a la estación de tren; incluso caminando cerca o dentro de ésta.
Cuando se le preguntó por el impacto de los hallazgos, Cisco afirmó que «este proyecto ha sido interesante para ver los picos de contaminación del aire en la rutina diaria de mi familia, especialmente fuera de casa, en espacios que creemos seguros como el coche o un restaurante. Ahora me doy cuenta de la importancia de buscar alternativas a algunos de nuestros comportamientos o rutinas habituales. Es muy importante que todos conozcamos los contaminantes del aire que respiramos cada día, así como buscar soluciones para combatirlos o reducirlos y así, poder mejorar nuestro bienestar».