Hay un concepto que en España se lleva escuchando desde varias semanas antes de que diera inicio el verano: ‘Ola de calor’.
Calor y más calor
El propio hecho de que ocurran las olas de calor no es directamente atribuible a la crisis climática, sin embargo, lo que sí se ha demostrado es que el cambio climático afecta directamente a la frecuencia de las olas de calor y a su intensidad. Esto genera una especie de ‘efecto mariposa’ que hace que varias de estas oleadas de temperaturas intensas se puedan enlazar, dando como resultado un verano abrasador.
Un claro ejemplo de esto fue la ola de calor ocurrida entre los meses de marzo y abril en la frontera entre India y Pakistán. Según la investigación llevada a cabo por World Weather Attribution (WWA),un suceso como este, tiene un 30% más de posibilidades de ocurrir en la actualidad que en la época preindustrial. Debido al efecto del cambio climático, las olas de calor tempranas tienen una posibilidad de ocurrir una vez cada 100 años, mientras que esta posibilidad se habría reducido a una vez cada 3.000 años si hablamos de la era preindustrial.
La economía arde
Los eventos climáticos extremos como las olas de calor tienen un impacto directo en la economía española, según reflejan expertos intergubernamentales en este ámbito. España es uno de los países más expuestos al calor extremo causado por la crisis climática y tanto el sector agrario como el turístico, que dependen directamente del clima, se encuentran en riesgo directo por este tipo de incidentes.
En el caso de la agricultura, que el clima sea imprevisible hace que la producción se vuelva inestable y se pierdan muchas cosechas; mientras que el turismo, que en el año 2019 (previo a la pandemia) supuso un 12,4% del PIB de nuestro país, podría verse amenazado por el aumento de las temperaturas, lo que provocaría una huida en masa de los turistas por las temperaturas superiores a los 40 grados.
Cuidemos la salud
La salud del clima afecta directamente a nuestra propia salud y el calor extremo tiene un impacto claro. Durante la ola de calor ocurrida a lo largo del mes de junio, fallecieron un total de 714 personas a causa de las altas temperaturas en nuestro país; mientras que en la actualidad, a lo largo de la ola de calor que se está dando en el mes de julio, la cifra asciende a las 510 personas en tan solo 7 días.
Los grupos más vulnerables, como niños y personas mayores, así como las personas con afecciones crónicas están más expuestas al estrés por calor. Sin embargo, salir menos horas a la calle, hacer menos ejercicio y pasar menos tiempo al aire libre repercute directamente de forma negativa en la salud de todos generando una serie de consecuencias adversas que tienen una relación directa con el calor extremo y que muchas veces no tenemos en cuenta.