Please, Touch The Artwork, es el nombre de un videojuego creado por Thomas Waterzooi que se basa en resolver rompecabezas tocando pinturas de arte abstracto.
Please, Touch The Artwork no ofrece carreras ni disparos, sino un entorno tranquilo, amenizado por música de jazz, en el que podremos romper la regla de oro de los museos tocando los cuadros para desentrañar el secreto que ocultan en forma de rompecabezas. Esta originalidad seguro que se tuvo en cuenta a la hora de galardonar a este videojuego en la última edición del Indie Games Festival.
El videojuego, que cuesta 4,49€ en Google Play, nos ofrece la posibilidad de divertirnos con más de 160 pinturas generadas a partir del estilo de Piet Mondrian, lo que se traduce en unas cuatro horas de juego apto para mayores de 11 años. Si nos atascamos en la resolución de los puzzles no hay problema porque contaremos con pistas que nos ayudarán a retomar este original viaje por imágenes que nos recuerdan a los cuadros icónicos de uno de los artistas fundamentales del siglo XX.
Mondrian, a cuyos cuadros rinde homenaje Please, Touch The Artwork, creó una nueva forma de arte abstracto geométrico que conquistó el mundo y configuró la modernidad. Sus experimentos le llevaron a concluir que la belleza reside en la superficie, en la estructura y la composición del color y las líneas.
En Please, Touch The Artwork hay tres modos de juego, cada uno inspirado por un cuadro abstracto del pintor neerlandés pero en ninguno de ellos es necesario tener mucha habilidad o conseguir puntuaciones altas. Please, Touch the Artwork nos invita a relajarnos y pasar un buen rato.
‘Please, Touch The Artwork’ como expresión artística
Según explica su desarrollador, «mi juego, como el arte que representa, es abstracto, así que el mayor reto fue ayudar a los jugadores a entenderlo. Al principio, tenía tres juegos diferentes con tres mecánicas e historias completamente distintas. En lugar de incluir tres artistas para que el juego tuviera mayor alcance, decidí centrarme en un solo pintor.»
«Sabía que no quería hacer videojuegos violentos ni jugar a ellos, pero me motivó la idea de crear un juego para un nuevo público al que le interese el arte, la sociedad y el ser humano. Debemos aprender a crear juegos para este público, de forma que los juegos puedan acabar convirtiéndose en la expresión artística que merecen ser», concluye en una entrevista concedida a Google Play.