La lotería de Navidad es un proceso completamente aleatorio pero, ¿podrían las matemáticas y la probabilidad ayudarnos a elegir el número correcto y acertar?
Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y miembro del grupo de investigación ‘Data Driven Science’ (DDS). Desde Nobbot le hemos querido preguntar sobre la lotería de Navidad y las probabilidades que existen de ganar en diferentes casos. ¿Podrían ayudar las matemáticas a que estemos más cerca de elegir el número ganador?
Daniel Pérez Palau es profesor del Máster en Matemática Computacional de laPodrías ganar la lotería de Navidad
Salgamos de dudas, matemáticamente hablando, ¿merece la pena comprar al menos un décimo de lotería de Navidad? Pues si nos basamos en probabilidades y tenemos en cuenta la cantidad de premios que hay, según Daniel, la probabilidad de que nos toque algún premio es del 15.3% y si lo que buscamos es ganar más de lo invertido, la probabilidad se reduce hasta el 5.3%. En matemáticas, explica el profesor, existe un concepto conocido como esperanza matemática en el que confiamos la cantidad de dinero que recuperaremos del total invertido y cualquier juego de azar siempre tendrá una esperanza menor a 1.
Por lo que si nos preguntamos si “merece la pena” jugar a la lotería de Navidad, en términos matemáticos la respuesta corta es, no. Sin embargo, existen otros factores como “¿quién más juega este número?”, “¿y si todos en el trabajo juegan este número?” o “este número lo he jugado cada año, ¿y si toca este año?”, que nos hacen proclives a terminar jugando a pesar de no incrementar la probabilidad de ganar.
Esto nos deja a su vez una respuesta clara si queremos saber los porcentajes de ganancias y pérdidas. Queda claro que como sociedad perdemos más de lo que ganamos, si cada persona comprase un único boleto, el 85% de los compradores perderían dinero, tan solo un 10% recuperaría lo invertido y el 5% obtendría ganancias. Si miramos estos mismos datos teniendo en cuenta cada euro invertido, estaremos perdiendo unos 70 céntimos por cada euro, que se destinan a cubrir los premios de los números ganadores.
Entonces, ¿es razonable jugar?
Podríamos hablar de estrategias de juego, posibles cálculos, predicciones e incluso supersticiones, pero desde la visión matemática “no hay ninguna estrategia razonable”. Según explica Daniel Pérez, “si la hubiera, habría gente que ganaría cada año (o muchos años). Podemos hacer cálculos sobre las probabilidades que tenemos de ganar, o mirar estadísticas del pasado, pero nada de esto nos va a servir para el futuro”.
A pesar de ello, podemos seguir algunas estrategias “válidas”. Por ejemplo, si vamos a comprar 10 décimos y elegimos uno terminado en cada dígito nos aseguramos cobrar un reintegro (y perder 9), mientras que si elegimos los 10 con el mismo final, estaremos recuperando todo lo invertido 1 de cada 10 veces.
De esta forma, podemos arriesgarnos de formas distintas, pero nunca deja de ser un riesgo. Ocurre igual a la hora de elegir siempre el mismo número, las probabilidades cada año son las mismas, pero a nivel psicológico nos sirve para estar más tranquilos en caso de que toque, una percepción que se da de manera similar cuando decidimos comprar el número del bar de siempre o el del trabajo, no aumentan las probabilidades pero obtenemos calma.