Daniel Arias-Aranda es catedrático del departamento de Organización de Empresas de la Universidad de Granada (UGR) y, cansado de lo que le depara el día a día en su experiencia docente donde compite con móviles y redes sociales como TikTok, ha decidido desahogarse en LinkedIn.
«Querido alumno de grado: te estamos engañando» ha conseguido captar la atención de las redes sociales que, según relata, distraen a sus alumnos de las clases. Quizás en la próxima clase no presten atención a lo que Arias-Aranda enseñe en el aula porque estén leyendo lo que narra en LinkedIn, tal como ya han hecho miles de personas. Paradojas de la vida digital que tan bien ilustra el filósofo Byung-Chul Han, azote de las redes sociales a las que debe buena parte de su popularidad y los ingresos por las ventas de sus libros.
Su texto, que ha tituladoEl profesor de la Universidad de Granada hace un recorrido por sus cerca de 25 años de experiencia docente para señalar el contraste que detecta entre sus alumnos de antes y los de ahora. «Los que vienen al aula lo hacen en su mayoría con un portátil y/o un teléfono móvil que utilizan sin ningún resquemor durante las horas de clase. Las caras de los alumnos se esconden tras las pantallas. De hecho, me sé mejor las marcas de sus dispositivos que sus rasgos faciales», explica.
Entre otras quejas, Arias-Aranda dice ser consciente de que compite con las redes sociales por la atención de sus alumnos en una batalla desigual en la que se reconoce «más aburrido que un vídeo de influencers de Tiktok».
¿el profesor o tiktok?
El profesor considera que las redes sociales como TikTok o Instagram anestesian a los alumnos. «¿Te crees que no me entero? Mientras doy clase veo tu cara de soslayo tras la pantalla con risitas y yo sé que explicar la cadena de valor de la empresa es de todo menos gracioso. No estás en clase, estás en Instagram. Pero yo me hago el tonto y miro para otro lado».
Entre las soluciones que aporta a los problemas que señala en el proceso educativo, propone eliminar «cualquier rastro de gadgets tecnológicos en la enseñanza (lo que incluye ordenadores portátiles). Darle un Chromebook a un niño de 10 años es como darle una cuchilla de afeitar a un bebé». Las TICs a edades tempranas -añade- sólo sirven para distraer. La plasticidad neuronal se desarrolla con lápiz y papel, no con la dictadura de los teclados».
pantallas y jóvenes
El artículo plantea cuestiones controvertidas sobre las que conviene reflexionar. Respecto a la eliminación de la tecnología en el aula, el neurocientífico argentino Rodrigo Quian Quiroga explicó a Nobbot que «la tecnología no nos hace más idiotas. Depende mucho de cómo se use. Hay que pensar en para qué sirve acumular datos si cualquier computadora es capaz de darlos en un segundo. Lo que sí necesitamos es tener una base, ‘ladrillos’ de conocimiento, al estilo de los típicos ladrillos de Lego, para poder hacer conexiones, para relacionar ideas que levanten los castillos del pensamiento».
«La enseñanza que ofrece la neurociencia -añade- es que hay que replantear el sistema educativo. En vez de bombardear con información, hay que ser muy selectivo con la información que quieres que aprendan los chicos. Y, sobre todo, hay que trabajarla buscando asociaciones, contexto. Es más conveniente tener claros cinco o seis hechos clave, unos pocos pilares, y saber ponerlos en contexto».
Otro neurocientífico, muy crítico con el uso recreativo de las pantallas en edades tempranas, Michel Desmurget, cree que «los estudiantes deben aprender algunas habilidades digitales fundamentales, como programación, uso de software de oficina, seguridad, privacidad de datos, etc. También podemos estar de acuerdo en que las tecnologías digitales pueden ser una herramienta educativa relevante cuando las usa un profesor competente y se hace dentro de un proyecto educativo bien estructurado«.
@visuende #humor #ortografía ? sonido original – VISUENDE
Por otra parte, redes sociales como las que cita el profesor de la Universidad de Granada, en concreto TikTok, ya se utilizan como herramientas educativas para los más jóvenes. Por ejemplo, la ‘Guía de ortografía Visuende’ cuenta ya con múltiples vídeos explicativos que conforman una útil herramienta para que los jóvenes aprendan ortografía a su ritmo. En Yo Soy Tu Profe, uno de los principales portales educativos en lengua española, encontramos distintas cuentas de profesores que utilizan Instagram para acercar el conocimiento a los más jóvenes.
Los casos de buen uso educativo de la tecnología son innumerables y se extienden a ámbitos diversos como jóvenes con TEA, donde la Fundación Orange realiza un gran trabajo con distintas apps y propuestas tecnológicas, o a la formación artística a través de videojuegos iniciada desde hace años por la FundaciónThyssen-Bornemisza que también tiene presencia en TikTok.
uso constructivo del móvil en las aulas
En cuanto a la utilización del móvil en las aulas, investigadores de las Universidad de Alcalá y la Universidad Internacional de La Rioja han analizado, entre otras cuestiones como el ciberacoso, la predisposición de los profesores a utilizarlo como herramienta educativa. Para ello, han tenido en cuenta las respuestas de 132 docentes de toda España y los resultados indican que el 90% de los profesores cree que la presencia de móviles en las aulas puede resultar útil, si bien consideran que lo jóvenes no deberían contar con un teléfono propio antes de los 14 años. En este sentido, desde la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y UNICEF España han lanzado recientemente la campaña ‘Más que un móvil’, dirigida, precisamente, a ofrecer a las familias las claves que deben tener en cuenta antes de entregar un dispositivo a los menores.
¿Pero es posible un uso constructivo del móvil en las aulas? Antonio Pérez, conocido por su alias youtuber AntonioProfe, es profesor de Física y Química del IES Sierra Luna en Los Barrios (Cádiz) y considera que el teléfono móvil motiva al alumnado, opinión que comparte Juan Naranjo, conocido como Juanito Libritos, profesor de Historia en Mijas (Málaga), que enseñó a sus alumnos la Edad Media como si fuera una pelea de grupos de WhatsApp.
Por aplicaciones, los juegos son la herramienta considerada más eficaz para promover la adquisición de conocimientos: “La gamificacion consiste en la introducción de recompensas y penalizaciones mediante juegos que pretenden divertir a los alumnos a la vez que les motiva a realizar acciones orientadas a la consecución del aprendizaje”, según Bernardo Tabuenca del Departamento de Sistemas Informáticos de la Escuela Técnica Superior de Sistemas Informáticos de la UPM, que participó en esta encuesta.
Diego Redolar Ripoll, profesor de Neurociencia y Psicobiología y Vicedecano de Investigación de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), afirma que los videojuegos, especialmente los de acción, mejoran diferentes capacidades cognitivas. Se trata de atención, percepción, especialmente la visual, y memoria. Además, mejoran funciones ejecutivas como el control de la acción, la planificación y el multitasking».
nuevas pedagogías
Por su parte, Mariano Fernández Enguita, Catedrático de Sociología, Universidad Complutense de Madrid considera, en un artículo sobre nuevos entornos de aprendizaje, que «la tecnología ofrece recursos enormemente más interactivos y el aprendizaje entre iguales es ubicuo fuera de la escuela y en torno a ella. Hemos tenido que aceptar que nuestra vida cambia en todos los ámbitos y el propio profesorado sabe ya que nada, o poco, podrá seguir igual».
Por supuesto -añade- que espacios y equipamientos, por sí mismos, no son nada si no están al servicio de nuevas pedagogías, en todo caso de pedagogías solventes y consistentes. Un entorno reconfigurable implica que el profesor puede, y debe, actuar en él como diseñador de contextos, experiencias, actividades y trayectorias de aprendizaje –diseño que ni se hace solo ni surge espontáneamente del entorno físico–, no ya como transmisor de información ni como guardián del orden».
Eso sí, como señala el informe Oportunidades y desafíos de la educación digital desde la perspectiva de los centros educativos, realizado en el marco de Educación Conectada, el proyecto de BBVA y Fundación Fad Juventud, digitalizar la educación es mucho más que tener ordenadores en los centros escolares o utilizar determinadas aplicaciones. «No hay que perder de vista la importancia de disponer de equipamiento y recursos, pero siempre con la planificación y las competencias digitales como guía, sin olvidarse de someter cada paso a reflexión y pensamiento crítico», concluye Alejandro Gómez Miguel, Técnico de investigación del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud.