La NASA cree que un «hidroavión» como este podría contribuir a la investigación de Titán, el mayor satélite de Saturno y un firme candidato a alojar vida extraterrestre.
lo asemejan a la Tierra. Las misiones Pioneer 11, Voyager 1 y Voyager 2 y Cassini ya lo estudiaron y, si nada cambia, en 2027 despegará la misión Dragonfly que aterrizará en la luna de Saturno en algún momento de 2034. 379 años después de que Christiaan Huygens lo descubriera. Entonces comenzará lo que se espera sea una misión de tres años para explorar y arrojar luz sobre la compleja química en el exótico mundo lunar y oceánico.
Titán es el segundo satélite más grande del sistema solar y cuenta con una atmósfera y procesos meteorológicos que“Titán tiene una atmósfera como la Tierra. Tiene viento, tiene lluvia, tiene montañas. Es un mundo realmente muy interesante y uno de los mejores lugares del sistema solar para buscar vida extraterrestre”, explica Rosaly Lopes, científica del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, que completó el primer mapa completo de la superficie de Titán. El trabajo, publicado en ‘Nature Astronomy en 2019’, ofrece una imagen detallada de de este cuerpo celeste, uno de los lugares de nuestro sistema que más papeletas tiene para albergar vida similar a la de la Tierra.
un «hidroavión» para buscar vida extraterrestre
Hay mucho interés en explorar Titán y, quizás esa ha sido la razón principal por la que el diseño de nave exploradora presentada por un ex-mecánico de Boeing, Quinn Morley, ha sido seleccionado por la NASA para recibir una subvención que permita avanzar en lo que hoy es solo una idea. «La NASA se atreve a hacer posible lo imposible. Eso solo se puede lograr gracias a los innovadores, pensadores y hacedores que nos están ayudando a imaginar y prepararnos para el futuro de la exploración espacial», dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. ¿Ayudará esta nave a encontrar vida extraterrestre?
La propuesta de TitanAir, que así se llamaría este ingenio, requiere la construcción de una nave con una red de tubos de recolección de muestras integrados en el borde delantero de cada una de sus alas. La nave se dejaría caer en la densa atmósfera de Titán y tomaría muestras del aire durante el vuelo. La sonda TitanAir también podría sumergirse y recolectar muestras de los lagos de Titán, compuestos por metano y etano líquidos. Queda claro así que llamarlo «hidroavión», pensando que surcará grandes lagos de agua, es solo una licencia poética.
En un comunicado de prensa, Quinn Morley, que lidera un pequeño equipo de investigadores que desarrolla esta idea, explica que la inspiración para el sistema de recogida de muestras de la nave surgió el ver este vídeo de la NASA en el que el astronauta Don Pettit se las ingenia para crear una taza de café en un entorno sin gravedad.
Está claro que los caminos de la inspiración creadora son inescrutables. En todo caso, esta chispa ha servido para encender el fuego de la imaginación de estos investigadores que han visto recompensado su ingenio por la NASA y abren nuevas vías para la exploración de Titán y el posible hallazgo de vida extraterrestre.
en Titán hace fresquete
¿Pero cómo es Titán? Básicamente es una luna muy fría y cargada de metano. Luisa María Lara López, investigadora del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), explica que La superficie de Titán soporta una atmósfera con una presión una vez y media la que soportamos los humanos en la Tierra. La composición a nivel de la superficie es mayoritariamente nitrógeno molecular (90 %) y aproximadamente un 5 % de metano.
«Las condiciones en la troposfera son tales que el metano se encuentra cercano a su punto triple, donde los estados sólido, líquido y gaseoso pueden coexistir. Se dan, por tanto, fenómenos de precipitación, evaporación y probablemente criovulcanismo, que liberan metano desde la superficie a la atmósfera. Estos procesos aquí descritos se parecen mucho a lo que ocurre en la Tierra, con la única diferencia de que las moléculas responsables son el metano en Titán y el agua en nuestro planeta», explica.
«Sin embargo -añade-, hay una diferencia importante entre la Tierra y Titán: la temperatura superficial en el satélite es 93,5 K (-180 ºC)».
Vamos que, de haber vida extraterrestre en Titán, tendríamos que imaginarla -en un derroche titánico de imaginación- vestida con gruesos abrigos y gorros de lana. ¿Habrá ovejas?