En los últimos años los niños y las pantallas se han convertido en un binomio casi inseparable. Es una de las claves que definen a los nacidos a partir del año 2010, que pertenecen a la llamada generación Alfa.
Así, no es extraño ver a un bebé o niño pequeño, sentado junto a sus padres en un restaurante, terraza o mientras hacen un viaje, pero siempre mirando una pantalla, ya sea un teléfono móvil o una tablet.
Esta práctica, que los más pequeños de la casa estén delante de pantallas para entretenerse, es más que habitual. Todos habremos visto alguna vez a unos padres intentando que sus hijos estén tranquilos mientras ven dibujos en el móvil y lo hemos normalizado, hasta el punto de no preguntarnos por los riesgos que puede conllevar.
Hay que tener en cuenta que los niños de los que hablamos, menores de cinco años, ya han nacido en la era digital y que, por ello, son nativos digitales o pertenecen a la generación Alfa. Y, ¿cuál es la principal característica de la generación alfa? Que viven a través de las pantallas y el mundo digital.
¿Cómo afectan las pantallas en la salud de los niños?
Sin embargo, deberíamos preguntarnos: ¿qué riesgos implica entretener a bebés y niños de hasta cinco años con pantallas de móviles y tabletas? ¿Puede afectar a su salud o desarrollo? Para responder a esta cuestión y comprender los efectos negativos de las pantallas en niños y adolescentes, contamos con el neuropsicólogo Javier Tubio Ordoñez.
Si dejamos que los niños usen las pantallas de los móviles o tablets de manera prolongada, puede dificultar el desarrollo de su habilidad para enfrentarse a sus propias emociones, tal y como asegura el último estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, publicado en la revista ‘Jama’.
Esta capacidad, es lo que se conoce como “reactividad emocional” y es fundamental que se desarrolle de forma adecuada en los primeros años de vida de los niños, para poder tener una buena salud mental y gestión emocional cuando sea adulto.
No podemos negar que el uso de los smartphones ha revolucionado nuestras vidas con miles de posibles aplicaciones y usos en nuestra vida cotidiana. Pero como todo en la vida, es importante “poner límites”, definir cuál es el uso adecuado y qué prácticas suponen un riesgo.
La ciencia ya ha demostrado que “determinados factores, como la edad del niño, el momento del día en que usa pantallas, el contenido que consume y el tiempo de uso” son especialmente importantes.
Así, “la mayoría de los niños menores de dos años usan a diario este tipo de dispositivos”, cuando realmente ese tiempo debería de invertirse en que el niño jugará con un adulto, afirma Javier Tubio Ordoñez, profesor del Máster Universitario en Neuropsicología y Educación de UNIR.
“En los niños de esa edad existe una fuerte necesidad de realizar actividades de exploración manual y de interacción social con sus cuidadores, lo que les ayuda en el desarrollo de su cognición, su lenguaje, su motricidad y sus habilidades socioemocionales”, añade. Y esto se pierde con el uso excesivo de los móviles.
Niños y pantallas: riesgos probados para la salud
Una vez sabemos que el uso excesivo de pantallas en niños puede causar problemas en el desarrollo de los niños, es importante especificar qué problemas de salud pueden derivar de ello.
- Uno de los principales problemas probados pasan por “un retraso a nivel cognitivo en sus funciones ejecutivas, de lenguaje, de desarrollo socioemocional o de la teoría de la mente”.
- Dificultades para aprender. Según explica Ordoñez, “los niños más pequeños no pueden aprender de los medios digitales como lo harían de la interacción con sus cuidadores”. De hecho, los estudios ya han puesto nombre a este síndrome causado por el uso excesivo de pantallas: “déficit del video”.
- Hablamos de “la dificultad para aprender a partir de representaciones grabadas y transferirlas al mundo real” y ya se ha comprobado que lo pueden sufrir los bebés que tengan menos de 30 meses.
- Puede producir problemas de obesidad infantil y riesgos cardiovasculares. “Ver la televisión entre una y tres horas al día, incrementa entre un 10-27% el riesgo de obesidad”.
- Causa problemas de sueño o insomnio. En bebés que tienen entre seis y 12 meses, que ven contenidos en pantallas durante las últimas horas de la tarde, se muestra un sueño menos profundo y reparador.
“La luz azul emitida por este tipo de dispositivos tiene un efecto supresor sobre la liberación de melatonina endógena, lo que podría afectar a la regulación de los ritmos circadianos”, explica el neuropsicólogo. Y un sueño de calidad es vital para un adecuado desarrollo cognitivo y emocional de nuestros hijos.
- En cuanto a la salud ocular, el número de personas que desarrollan miopía se ha multiplicado. Por ejemplo, en Asia, el porcentaje de jóvenes y adolescentes con este problema en la visión ha pasado del 10-20% al 90% en sólo 60 años.
Eso sí, hay que dejar claro, que no se debe caer en extremismos y estigmatizar el uso de pantallas, móviles, ordenadores o tablets. Como bien defiende Ordoñez, “lo verdaderamente necesario es que padres y cuidadores regulen su uso” porque “toda esta tecnología, unida al acceso a internet, posibilita el acceso a la información a millones de personas que, de otro modo, no lo conseguirían”.
La generación Alfa: los niños que “viven a través de pantallas”
La tecnología cambia nuestra vida y la forma en la que consumimos contenidos audiovisuales. Entre 2001 y 2012, se comprobó como los niños veían menos la tele. En contraposición, los niños y las pantallas de los móviles y las tabletas se iban uniendo cada vez más.
Y es que, a día de hoy, ya convivimos con la primera generación 100% digital: son los niños Alfa. Los hijos de los Millennials que, desde el día de su llegada al mundo, han visto a sus padres conectados a pantallas.
Pertenecen a la generación Alfa todos los nacidos a partir del 2010 que, además, es el año en el que el gigante Apple, lanzó su primer iPad.
Pero, ¿cuáles son las principales características de la generación Alfa?
- Están hiperconectados.
- Independientes y más individuales que otras generaciones.
- Muy visuales. El vídeo es el formato que más usan y consumen.
- Tienen mucha capacidad para la multitarea.
- Son muy tecnológicos y expertos en nuevas tecnologías.
- Su educación es digital.
- Su vida se fundamenta en la diversidad.
¿Cómo debemos usar las pantallas con los niños? Recomendaciones de la OMS
La Asociación Americana de Pediatría y la Organización Mundial de Salud ya han publicado una guía para ayudar a los padres a que los niños y las pantallas tengan una relación saludable.
¿Quieres que tus hijos usen las pantallas sin que su salud sufra? sigue estas recomendaciones:
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- Seguir la regla 20-20-20. Levantar la vista de las pantallas cada 20 minutos para fijarla en un objeto que esté a seis metros y durante 20 segundos.
- Evitar el uso de pantallas digitales en niños menores de 18 a 24 meses.
- Si van a usar pantallas antes de los 24 meses, que sea con aplicaciones de alta calidad educativa, con supervisión de un adulto y durante poco tiempo.
- Para niños de 2 a 5 años limitar el uso de las pantallas a 1 hora al día.
- Para niños de 6 años o más, establecer límites de tiempo claramente definidos por los padres.
- Apagar las pantallas y televisores cuando no se estén utilizando.
- No usar pantallas una hora antes de ir a dormir.
- Que la pantalla no se convierta en la forma de calmar la rabieta de un niño.
- Los niños deben pasar un tiempo diario realizando actividad física que debe ser de, al menos, 180 minutos en niños de 1 a 5 años y de 60 minutos de 5 a 17 años.
Por Natalia Castro Diez.