Son muchas las películas que nos han llevado a crearnos una apariencia amorosa y apacible de animales salvajes que, en el cine, conviven con los humanos creando incluso relaciones de amistad. Este es el caso de las orcas que, tras la película ‘Liberad a Willy’, de 1993, empezaron a ser tratadas casi como mascotas y llevadas a los zoos de todo el mundo.
Pero, ¿este es el verdadero comportamiento de las orcas? Durante años, a estos animales les ha acompañado el apellido de asesinas. Así, estas orcas asesinas fueron acusadas de matar a decenas de marineros, lo que rompió la idea ideal que se tenía sobre las orcas y facilitando su pesca abusiva.
Pero la realidad y los estudios de expertos en biología marina han demostrado que el comportamiento de las orcas con los humanos no es necesariamente agresivo, a no ser que hablemos de animales que estén en cautividad y con altos niveles de estrés.
Entonces, ¿las orcas son agresivas con los humanos?
A las preguntas: ¿cuántas orcas han matado a humanos? o ¿son agresivas las orcas? La respuesta es que nunca se ha registrado la muerte de una persona por un ataque de una orca u orca asesina. “Hay áreas alrededor del mundo donde las personas están en el agua con orcas con relativa frecuencia”, explica Deborah Giles, directora de ciencia e investigación de la ONG Wild Orca, de Washington, Estados Unidos. “Se han dado muchas oportunidades en las que las orcas podrían haber atacado y matado a humanos y, simplemente, no lo han hecho”, añade.
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Sin embargo, estos mamíferos que pueden alcanzar tamaños de más de 9 metros de largo y pesar hasta 11 toneladas, sí tienen un comportamiento preocupante, no con respecto al ser humano; sino con sus propias crías. Eso sí, solo con las hembras.
¿Cuál es el comportamiento de las orcas con sus crías?
Según los últimos estudios, que analizan el comportamiento de las orcas, se podría afirmar que las madres orcas desarrollan un claro favoritismo sobre sus crías machos. Es decir, las orcas son machistas si tenemos en cuenta que priorizan, de por vida, el cuidado de sus hijos machos sobre el de sus crías hembras.
Es más, una madre orca abandonará a su suerte a sus hijas en el momento en el que alcancen la madurez, pues considera que ya son adultas y pueden valerse por sí mismas en el mundo marino.
Si consiguen sobrevivir solas y hacerse adultas, estas orcas hembras se aparearán, tendrán sus propias crías y repetirán el comportamiento aprendido de su madre: abandonará a sus hijas en su madurez y cuidará a los machos.
Mientras tanto, esta madre orca sacrificará toda su vida al cuidado de sus hijos machos, aunque estos sean adultos. La madre siempre estará pendiente de sus cuidados y alimentación.
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Así lo demuestra un estudio sobre el comportamiento de las orcas realizado con especímenes del Pacífico Norte que, además, reveló que el hecho de “criar a un hijo macho, reducía significativamente la posibilidad de que una orca hembra pudiera volver a reproducirse en un futuro”.
Es tanta la energía que invierten las orcas asesinas en cuidar a sus hijos, en mostrar su favoritismo con ellos, que para alimentarlos llegan a poner su salud en peligro. «Las madres orcas sacrifican su propia comida y su energía» pero con una clara diferencia en su comportamiento con las crías hembras y los machos.
“Mientras las crías hembras jóvenes se vuelven independientes cuando alcanzan la madurez, los machos dependen de sus madres, incluso exigiendo una parte de la comida que capturan para ellas
Una familia con favoritismos por los machos
Estas conclusiones nacen de un estudio exhaustivo sobre el comportamiento de las orcas asesinas, publicado en la revista ‘Current Biology’, y fue posible gracias al apoyo del Centro para la Investigación de Ballenas (CWR, por sus siglas en inglés), que ha seguido, durante más de 40 años, la vida de una población de orcas. Esa familia fue bautizada como ‘Los residentes del Sur’ y habitan en las aguas costeras entre Vancouver y Seattle.
Desde 1976, el CWR ha llevado a cabo un censo completo de población de esta familia. Esto permitió a los biólogos estudiar varias generaciones de orcas y esclarecer cómo el comportamiento de las orcas tanto en lo social como en los lazos familiares.
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Los científicos centraron sus fuerzas en estudiar a 40 orcas hembras y lo hicieron entre 1982 y 2021. ¿Qué descubrieron? Que por cada ballenato vivo, la probabilidad de que una madre concibiera otra cría, un año después, se reducía directamente a la mitad.
“Nuestra investigación ha demostrado que los hijos tienen una mayor probabilidad de supervivencia si su madre está cerca”. “Queríamos averiguar si esta ayuda tiene un precio y la respuesta es sí. Las madres de orcas asesinas pagan un alto costo en términos de su futura reproducción para mantener a sus hijos con vida», explica Michael Weiss, de la Universidad de Exeter y el Centro de Investigación de Ballenas.
Así, descubrieron que los machos nunca se independizan, el favoritismo de sus madres los protege para siempre. “Si mi madre me cocinara la cena todas las noches, tal vez no aprendería a cocinar mi propia cena nunca”, resume Croft.
Por Natalia Castro Diez.