Cada día que pasa, se añaden nuevos usos de los algoritmos que, de forma torrencial, han irrumpido en nuestras vidas provocando un sentimiento que bascula entre la inquietud y la esperanza. Ahora llegan las recetas dictadas por la inteligencia artificial.
a la manera de Oasis hasta utilizarla como aliada frente al cáncer infantil, las posibilidades de la inteligencia artificial parecen infinitas.
Desde generar músicaAhora, dos investigadores de PeopleTec, una compañía de tecnología con sede en Alabama, han desarrollado un modelo computacional que puede crear recetas complejas con ingredientes que los usuarios tienen disponibles, después de analizar imágenes de lo que hay dentro de su frigorífico. Su trabajo, publicado en arXiv, se basa en modelos de inteligencia artificial que pueden identificar objetos a partir de imágenes y GPT-4, desarrollado por OpenAI.
Animados por el prestigio de la cocina española, quien más o quien menos ha pensado que podría imitar a los hermanos Roca o Dabid Muñoz y preparar unos platos instagrameables con poco más que unos garbanzos y una lata de mejillones. Sin embargo, el común de los mortales nos enfrentamos a la nevera abierta con la sencilla y sana intención de llenar el estómago con lo que encontremos en las estanterías.
Para ayudarnos en esta tarea, estos investigadores alimentaron a la inteligencia artificial con una dieta de más de 2.000 imágenes de refrigeradores abiertos con diferentes ingredientes en su interior. Usando estas imágenes, su modelo -que aún se halla en desarrollo- generó un libro de recetas de 100 páginas, con preparaciones originales y, más importante, comestibles, como la que podemos ver a continuación.
una ‘APP’ con inteligencia artificial
Para complicar más la tarea de los algoritmos, los investigadores no solo pidieron a la inteligencia artificial recetas para llenar la panza, sino que añadieron otros factores a tener en cuenta como el tamaño de las porciones, el coste y restricciones dietéticas.
De cara al futuro, los autores de este trabajo se plantean superar sus limitaciones y desarrollar una aplicación móvil que sea capaz de detectar imágenes de ingredientes colocados de manera desordenada en el frigorífico y seleccionar entre ellos solo los que el usuario desee añadir a su receta.