El Proyecto CRETA, que arrancó en 2023, sigue avanzando en su objetivo de impulsar la movilidad sostenible y la reducción de las emisiones a través de la tecnología 5G.
Esta iniciativa quiere crear e implantar una solución de gestión activa y dinámica del transporte y la movilidad basada en el control de las emisiones reales de cada vehículo y la optimización del flujo del tráfico a través de diferentes tecnologías disruptivas, con la finalidad de reducir las emisiones del transporte y proteger el medio ambiente. Para ello, se formó un consorcio de empresas líderes en el que colaboran MASORANGE, ABERTIS, CELLNEX, INDRA, OPUS RSE, VINCES y ALPHA SYLTEC INGENIERIA.
Instituto Nacional de Estadística.
La nueva tecnología móvil 5G es clave para el éxito de esta iniciativa, no en vano es MASORANGE quien la coordina. La compañía, nuevo líder del sector telco en número de clientes, alcanzará este año con su infraestructura móvil de quinta generación a prácticamente el 100% de los municipios españoles de más de 10.000 habitantes (unas 750 localidades), que es donde se concentra alrededor del 80% de la población del país, según datos delSegún los planes de MASORANGE, su red 5G llegará a casi 3.700 municipios a finales de este año (casi 1.000 más que en la actualidad). De esta forma, casi el 50% de las poblaciones españolas podrá disfrutar de las enormes ventajas que reporta la conectividad móvil más avanzada gracias a MASORANGE. En la actualidad, MASORANGE cubre el 85% de la población española con su red 5G.
tres tecnologías para el proyecto CRETA
Además del 5G, el proyecto CRETA se fundamenta en la integración de otras dos tecnologías; la medición remota de las emisiones del tráfico, y la analítica avanzada e inteligencia artificial, para la óptima gestión de la movilidad del tráfico y la calidad del aire.
El consorcio de empresas, que obtuvo para el proyecto una dotación de 2,7M€ financiado por la Unión Europea-NextGenerationUE, va a desarrollar tres pilotos que demostrarán los beneficios de aplicar la tecnología 5G para la reducción de emisiones del tráfico en tres áreas estratégicas:
- Gestión de la movilidad urbana y zonas de bajas emisiones (ZBE). Demostración de un sistema global de monitorización, análisis y gestión inteligente de la movilidad urbana en Madrid y/o Alcobendas, que probará el control de accesos a las ZBEs en función de diferentes parámetros. Se plantea implementalo en la M30 de Madrid y en los accesos a Alcobendas, diferentes sensores y sistemas de medición remota de las emisiones, cámaras y red 5G, para la supervisión avanzada del tráfico rodado y sus emisiones reales.
- Movilidad interurbana y de acceso a las ciudades. Mediante un piloto en Barcelona con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona, Área Metropolitana de Barcelona y la Generalitat de Cataluña. Se demostrará la capacidad de tarificar de manera justa la circulación de los vehículos teniendo en cuenta las emisiones reales e individuales de estos, ajustando de forma variable la tarifa de acceso a la ciudad.
- Control transfronterizo y pago por contaminación. Mediante la realización de un piloto en Gipuzkoa (Irún) con la colaboración de Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco, se demostrarán las capacidades para discriminar a los vehículos pesados en función de sus emisiones reales y activar alertas en tiempo real si se detectan vehículos sospechosos de haber sido manipulados de forma ilegal.
Gracias a este proyecto y al desarrollo de estos tres pilotos, las ciudades contarán con herramientas para la mejora de la calidad del aire y la protección del medio ambiente para el bienestar de los ciudadanos. Además, las infraestructuras viales disfrutarán de un mayor control de la movilidad que permitirá una mejora en la fluidez del tráfico y una reducción de los accidentes, entre otras ventajas.
Finalmente, este proyecto tiene la ambición de exportar a diferentes países el modelo de gestión activa y dinámica del transporte y la movilidad gracias a la presencia internacional de las empresas que forman el consorcio.