¿Entonces hacemos nuestra maleta digital y abandonamos X?

abandonar XThe Guardian primero y, después, La Vanguardia han anunciado que dejan X. También periodistas de prestigio como Antón Losada o Enric Juliana abandonan la red de Musk y Almudena Ariza o Lucía Méndez se lo están pensando. Por su parte, El Pais ha empezado a publicar en Bluesky.

La compra de la red antes llamada Twitter por parte de Elon Musk ya desencadenó una tormenta de acontecimientos en esa red social que provocó la marcha en estampida de muchos de sus usuarios hacia otras redes como Mastodon. La victoria de Trump en las elecciones estadounidenses, el apoyo mostrado por el dueño de X al candidato republicano y delincuente convicto y los cambios introducidos en el algoritmo de esta red, cada vez más inundada de mentiras y odio, hacen que cualquier persona sensata se plantee abandonarla.

Ya veremos si los anuncios de estos días son el inicio de una tendencia en medios, empresas y ciudadanos y no solo en X. Porque el caso es que otras redes sociales, como Facebook e Instagram, que no ha abandonado La Vanguardia, también están siendo investigadas por la Comisión Europea por difundir desinformación que, en la mayoría de los casos, no es ni retirada. Así que, de momento, parecen más gestos para la galería que otra cosa.

la solución no es solo abandonar X

Creo que, más allá de abandonar X u otras redes sociales, los medios deberían señalar con más ahínco a quienes de ellos no están a la altura informativa que exige este tiempo y contribuyen a su desprestigio publicando noticias u opiniones que, ni de lejos, pasan la prueba del algodón del rigor periodístico.

Hasta el momento se contentan con señalar a los llamados “seudomedios” como máximos responsables de activar la “máquina del fango” pero el fango salpica también a redacciones de medios a los que no se aplica el prefijo acusador.

Quizás los medios y periodistas deberían ser más activos a la hora de desenmascarar, con nombres y apellidos, a esos impostores que tanto daño hacen a su (nuestra) profesión y a la democracia de la que deben ser garantes.

También deberían ser más exigentes con lo que publican y difunden a través de sus propios perfiles sociales antes de señalar lo que comparten otros perfiles alimentados por “bots” desestabilizadores, influencers majaderos o personas anónimas con la racionalidad de una ameba.

Abandonar X

Puede pasar si no que, de tanto mirar la paja en el ojo ajeno, el periodismo se quede sin ojos en los que ver su propia viga. Y sus ojos son los de los ciudadanos que depositan su confianza en ellos para que distingan entre verdad y mentira explicando, desde la diversidad ideológica, los grises que pueda haber entre un extremo y otro.

Corresponsales de la sensatez

En mi caso, y respetando la decisión de cada cual, más que abandonar X, creo que deberíamos manejar esa red -todas ellas- con más inteligencia, seleccionando mejor nuestro círculo de relaciones, así como lo que publicamos y compartimos. Asumir, por así decirlo, el papel de corresponsales de la sensatez, la verdad y la paz en zona de guerra.

Por lo menos quienes no queremos alimentar algoritmos con odio y mentiras que tanto daño están haciendo a nuestras democracias, tal como dijo en este mismo medio el presidente Pedro Sánchez. 

Dicho lo cual, y por lo que pueda pasar, en Bluesky me tenéis aquí @dmartinezpr.bsky.social.

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