Internet se ha convertido en un servicio básico en nuestras vidas. En muchos casos, si hacemos memoria no recordamos cual fue el último día de nuestras vidas que no entramos en Internet, para revisar nuestro correo electrónico, las redes sociales, buscar información, etc. Pero esto también tiene su lado negativo, ya que una parte de nuestras vidas la exponemos en la red. Por eso mucha gente piensa en un momento dado que quiere permanecer en el anonimato salvaguardando su privacidad. Pero, ¿es posible desaparecer de Internet?
Lo cierto es que podemos ir dándonos de baja en distintos servicios en los que compartimos nuestra vida, pero nos podemos encontrar con la sorpresa de que nuestros datos siguen pululando en manos de distintas compañías. Pero también, servicios en los que nos identificamos con las cuentas de otros servicios, como puede ser Facebook, Twitter o Google, nos pueden dar problemas para eliminar nuestros datos. Desaparecer de Internet puede ser mucho más complicado de lo que puede parecer, ¿cómo conseguirlo?
Adiós a las redes sociales
El primer paso si queremos desaparecer de Internet es decir adiós a las redes sociales. Pero quizás antes de darnos de baja, lo primero que debemos hacer es eliminar los datos y archivos que tenemos guardados en dichas redes, por ejemplo, fotos, vídeos, documentos, etc. que descargamos a nuestros equipos y eliminamos de estas redes sociales.
La mayoría de las redes sociales, hablamos de las más conocidas como Facebook, Twitter, Google +, Instagram o Linkedin, tienen la opción de darnos de baja y eliminar nuestro perfil. Aunque cada una de ellas lo articula de forma distinta. Facebook, por ejemplo, nos cursa la baja pero no elimina nuestros datos hasta seis meses después en caso de que nuestra cuenta no haya tenido ninguna actividad. Basta volver a identificarnos con nuestras credenciales en el servicio para volver a reactivar la cuenta en este periodo de tiempo.
Aceptar que cuando compartes, pierdes el control de los datos
Pero también debemos ser capaces de aceptar que cuando compartimos contenidos de forma pública en Internet, empezamos a perder el control de los mismos. Una foto que hemos compartido, en la que estamos con un grupo de gente, que otros también han podido compartir en sus muros o descargar en sus equipos.
Ya no hablamos de algo que ocurre con mucha más frecuencia de lo que pensamos, parejas y ex-parejas que han compartido datos y los han hecho públicos sin su consentimiento o incluso que han llegado a dar de alta en servicios que ellos desconocen a sus ex-parejas. En el momento en que compartimos algo, empezamos a perder parte de su propiedad.
Derecho al olvido, una asignatura pendiente
El problema es la exposición que sufren estos datos gracias a su indexación en los buscadores. Es por eso que se está trabajando a nivel europeo para garantizar el derecho al olvido de aquellos que lo soliciten, haciendo que los buscadores eliminen resultados que puedan ser perjudiciales para los usuarios. La Unión Europea está trabajando en la legislación al respecto que aclare las normas del derecho al olvido.
Pero esto no está nada claro, y hay sentencias que dan la razón a los buscadores en su negativa a realizar el borrado de estas informaciones que han aparecido en distintos medios, muchas veces porque la propia ley obliga a dar publicidad a determinados actos administrativos, como puede ser una subasta, por ejemplo.
Servicios especializados en borrar nuestro rastro en Internet
Muchas veces no es tan sencillo darse de baja en un servicio. Alguno de ellos ni siquiera tienen articulado un procedimiento para hacerlo. Por este motivo han surgido servicios como JustDetelete.me, especializados en ayudar a los usuarios a darse de baja de forma sencilla de distintos servicios web. Además los tiene clasificados por nivel de dificultad para darnos de baja.
JustDelete.me además dispone de una extensión para Google Chrome que cuando entramos a un servicio y utilizamos la extensión nos lleva a la página que tiene habilitado el servicio para darnos de baja, algo que nos va a ahorrar mucho tiempo buscando dicha página.
La realidad es que si somos una persona anónima, desaparecer de Internet es posible. Hay empresas especializadas, como Eprivacidad, que consiguen eliminar todos los datos y el rastros que vamos dejando en Internet. Un caso muy concreto que ocurre en nuestro país son los boletines oficiales, que desde que empezaron a digitalizarse. En estos casos la información no se puede eliminar, pero lo que si se puede conseguir es que no se indexe en los buscadores, quedando de esta forma confinada a los propios boletines.
La cuestión se complica en el caso de ser un personaje público, porque el derecho al olvido choca con el derecho a la libertad de expresión y de información. Por ejemplo, no se podrían borrar informaciones aparecidas en medios de comunicación sobre cualquier personaje público. En estos casos lo que se busca muchas veces es enterrar estos comentarios y resultados.
El procedimiento es similar al que se utiliza con los malos comentarios. Se crean comentarios y contenidos positivos sobre esta persona o negocio, para que copen las tres primeras páginas de resultados del buscador, dejando los negativos a partir de la página cuatro. Esto minimiza mucho el efecto negativo de estos comentarios e informaciones.
De todas formas, esto sólo será necesario en los casos más extremos, ya que para la mayoría de los usuarios el procedimiento de desaparecer de Internet será mucho más sencillo y no se necesitarán contratar este tipo de servicios. Y vosotros, ¿sabéis que datos vuestros son accesibles en Internet?
En AnexoM | La vorágine de las redes sociales, ¿Cómo controlar todos los servicios online a los que accedes?
Imágenes | MissPsycopath | Kai Hendry | opensource.com