Una mención en Twitter, un comentario en tu muro de Facebook, mensajes de tus amigos o familiares por Whatsapp, aviso de tu último juego móvil para que entres a ver qué pasa,… son muchas las distracciones en modo de avisos que recibimos al día. Es por ello que uno se plantea si podría vivir sin notificaciones.
Puede que muchos digáis que eso es imposible, incluso sería poco inteligente pues se han creado para facilitar y solucionar problemas. Es cierto, pero yo he estado dos semanas haciendo uso de dos configuraciones distintas en mis dispositivos y se puede. La primera semana establecí una ausencia total de notificaciones. La segunda sólo configuré las que de verdad me resultaban importantes o imprescindibles. Así que os cuento mi experiencia.
Una semana con cero notificaciones
Establecer restricciones para no recibir nitrificación alguna es algo extraño. No tener ningún aviso con nuevo mail o mensaje entre otros es chocante, tanto que el primer día pierdes más tiempo mirando aplicación por aplicación si algo ha ocurrido que trabajando o haciendo aquello que debas hacer. Pero te acostumbras.
Al cabo de un par de días la sensación de libertad es total. Es curioso pero es así como se siente uno. No digo que estemos atrapados por el smartphone, tableta u ordenador pero sí que nos reclaman mucha atención a lo largo del día. Darte un paseo o tomar un refresco con tu pareja o algún amigo es algo diferente. Al menos para ti, si tu acompañante tiene notificaciones no tanto. Aunque sirve para ver cómo realmente todos recibimos un exceso de avisos a diario.
Pero el cambio o mejora se aprecia a final de la semana, si trabajas frente al ordenador y con tu smartphone a mano notarás que ahora aprovechas más el tiempo. Aunque revisar un mensaje de WhatsApp te parezca algo que sólo consume unos segundos lo cierto es que el impacto negativo en tu productividad es grande. Las pequeñas distracciones rompen tu concentración por lo que una tarea se puede alargar más tiempo del necesario.
Claro que, vivir sin notificaciones es en muchas ocasiones imposible. No porque no queramos sino porque son necesarias para temas laborales. Así que pasé a mi segunda semana, una en la que sólo configuré las realmente importantes.
Segunda semana, configurando sólo las notificaciones importantes
Las notificaciones push permiten estar informados al instante de todo aquello que nos interesa o resulta importante. Una tecnología que no tiene sentido no aprovechar pero hay que saber gestionarlas. Es algo lógico pero no todos lo hacemos como deberíamos. Pero se puede y si dedicas unos minutos podrás hacerlo. Luego verás los beneficios.
Cómo configurar las notificaciones de tus dispositivos depende del sistema operativo usado. En algunos se unifica todo en un centro de notificaciones como iOS, OS X, Android o Windows Phone. Y en otros van directamente asociadas con las aplicaciones. Se cual sea tu caso es importante que sepas cómo hacerlo.
Yo uso Android, iOS y OS X. En todos ellos comencé a repasar qué aplicaciones tengo instaladas, qué opciones de notificación me ofrecían y comencé a gestionarlas. Lo primero que hice fue determinar cuáles son los avisos que quiere recibir, lo que me aportan y no suponen una gran distracción durante horas de trabajo. Ese perfil sólo lo cumplían tres apps: Todoist y Slack -sistema de comunicación que uso con compañeros de trabajo-.
Correcto, dos aplicaciones nada más. Otras como el correo electrónico, mensajería instantánea, redes sociales, etc se quedan fuera. Todoist molesta muy poco y consulto cuando finalizo una tarea pero las dejo por si algo se me pasara. Slack es importante, me comunico con compañeros de equipo para afrontar posibles temas de actualidad o solucionar algún problema. El resto de apps no me resultan tan importantes a mi y sólo suponen distracciones.
Igualmente, aprovechando las características de iOS y OS X, hago uso de la función No molestar. Con ésta puedo establecer un horario en el que ningún tipo de aviso me molestará. Hay quién la usa para las horas de sueño, yo prefiero hacerlo en un horario en el que quiero aprovechar toda mi concentración y energía para las tareas claves e importantes. Esas horas son de 7 a 10 am. Durante ese intervalo ni Todoist ni Slack me molestan. En Android también hay opción similar para gestionar las interrupciones.
Conclusiones de vivir sin notificaciones
Vivir sin notificaciones es posible pero más que limitarlas por completo mi recomendación es gestionarlas bien. Todo dependerá de tu perfil de usuario pero no toda son imprescindibles, ni mucho menos a todas horas.
Tras dos semanas, en la primera comprobé que reducir las notificaciones a cero permite disfrutar del tiempo de otra forma diferente. Aunque requiere reeducarte para evitar ser tú quien manualmente busque actualizaciones de estados, comentarios, mensajes, etc. En la segunda, que una gestión adecuada mejora la productividad.
Las notificaciones push son extremadamente útiles pero tienes que controlarlas para evitar que afecten a tu productividad, consuman demasiado tiempo y supongan un problema más que una ayuda. Así que vigila qué tienes por ahí «molestando» y qué se activa cuando instales una nueva app o te registres en un servicio nuevo.
En Anexo M | El reto de la productividad delante del ordenador
Estoy completamente de acuerdo en que las notificaciones pueden resultar muy molestas en algunas situaciones, por eso he desarrollado una aplicación gratuita android que permite silenciarlas simplemente poniendo el móvil cara abajo.
OS dejo el enlace por si alguien quiere probarlo:
https://play.google.com/store/apps/details?id=com.xaviprojects.facedownsilencer
El manejo de las notificaciones desde el propio sistema en Windows Phone 8.1 es buenísimo y útil