Si en algo están de acuerdo los diferentes actores de la comunidad educativa (profesores, pedagogos, padres, etcétera), es en los beneficios que tiene para los niños aprender como si de un juego se tratara. Por ejemplo, se está aplicando a la hora de enseñarles a programar. Se trata de estimular el aprendizaje de forma transversal a través de diferentes herramientas que rompen el esquema tradicional. La programación es una ayuda que sirve a los más pequeños a resolver problemas complejos, desarrollar la sociabilidad o el trabajo en equipo, o incluso a estimular su creatividad. Y quién sabe, quizás, el próximo Zuckerberg lo tengamos en casa.
Existen múltiples ejemplos de cómo el uso de los juegos ayudan a los niños a aprender con más facilidad a programar, desde los robots de Lego, al empleo de Minecraft como herramienta educativa dentro del aula… Independientemente de la opción elegida, se trata de que los alumnos estén motivados a la hora de aprender, a desarrollar conceptos matemáticos, gestión de recursos, creatividad, etc. Y todo ello de forma divertida, aprendiendo a través de un reto y sin que parezca algo aburrido.
No obstante, la herramienta estrella a la hora de enseñar a programar a los más pequeños es Scratch, un lenguaje de programación basado en bloques que comenzó a desarrollarse en el Lifelong Kindergarten del MIT en el año 1997 y lanzó su primera versión pública en 2003. Scratch es una herramienta gratuita que se puede probar directamente desde el navegador, y cuyos límites están en la creatividad del joven programador. Además, dispone de una comunidad online con más de 12 millones de proyectos, de los que, atención, podremos ver su código para aprender e inspirarnos.
Beneficios para los niños de aprender a programar
Dentro de la comunidad educativa, son muchas las voces que apuestan porque los más pequeños aprendan a programar. No sólo se trata de desarrollar la habilidad del pensamiento computacional, sino de potenciar otras habilidades, como la resolución de problemas, la sociabilidad y capacidad de colaboración o el desarrollo de la creatividad. Además, con herramientas como Scratch o Minecraft, aprender a programar se convierte en algo divertido y un reto para el alumno.
Y no hablamos de una práctica para un futuro inmediato, sino de una metodología que ya se está aplicando en muchos centros educativos. Por ejemplo, Scratch se utiliza tanto dentro del aula, como en clases extraescolares. Y no en el ámbito escolar, sino que se puede utilizar en casa con el apoyo de los padres. Es una forma de compartir tiempo juntos, jugando y aprendiendo a la vez.
Además, aprender a programar en sí mismo es un beneficio para su futuro, visto cómo está evolucionando el mercado laboral. La programación es una de las áreas donde más empleo se está creando y, en muchas ocasiones, se asegura que la demanda seguirá creciendo. Una vez que se ha adquirido esta habilidad, será más fácil aprender otros lenguajes de programación, ya que tienen una base y han asimilado el pensamiento computacional, de manera que sólo tenemos que aprender la técnica de cada uno de los lenguajes.
Talleres de #SuperProgramadores
Si queréis que los pequeños de la familia se vayan familiarizando con la programación, podéis aprovechar que, con motivo del Día de Internet, Orange va a organizar una nueva edición de los talleres #SuperProgramadores, una iniciativa enfocada a los más pequeños y cuyo objetivo es enseñarles a programar y que comiencen a crear sus propios videojuegos. Apoyados en una metodología que tiene el juego como herramienta vehicular para el aprendizaje, se aprovecha para mostrar a los niños los beneficios de Internet, al mismo tiempo que aprenden a hacer un uso responsable y seguro de la tecnología.
En los talleres de #SuperProgramadores, niños y niñas de entre 7 y 12 años, sin importar su nivel de programación, acompañados por un adulto, ya sea el padre o tutor, serán asistidos por expertos en Scratch de Jóvenes Inventores. El objetivo es pasar unas horas disfrutando de Internet mientras programan y dan rienda suelta a su imaginación. Para ello, se utiliza un videojuego pensado para dos jugadores que tiene como temática el uso seguro de Internet. Durante el juego, los participantes podrán a prueba su creatividad y tendrán que desarrollar su propia versión del mismo.
Los talleres tendrán lugar el día 28 de mayo en Barcelona, Madrid y Pozuelo de Alarcón y la inscripción se puede realizar a través de la web de #Superprogramadores hasta el 20 de mayo. En ediciones anteriores más de 600 familias han podido beneficiarse de este modelo de aprendizaje para no sólo aprender a programar, sino también adquirir hábitos más seguros y responsables para navegar por la Red.
Según comenta Rocío Miranda de Larra, directora de Responsabilidad Social y Sostenibilidad de Orange España: “Los beneficios reales de iniciativas como #SuperProgramadores no están en aprender a programar en sí (que toda instrucción es provechosa), sino en cómo se puede aprender a programar. Es decir, con la metodología adecuada (por ejemplo, creando videojuegos), la programación sí puede ser beneficiosa, porque los menores están motivados a asimilar los conocimientos de manera autónoma y, por tanto, aprendiendo a aprender”.
Navegar seguro por la red
Los #Superprogramadores de Orange se enmarcan en su programa Navega Seguro, un portal dirigido a las familias donde pueden encontrar todos los recursos y recomendaciones necesarias para enseñar a los menores cómo hacer un buen uso de la tecnología.
Además, la compañía promueve EducaInternet, una plataforma desarrollada con el apoyo de la entidad pública Red.es, pensada para ayudar a la comunidad educativa a la hora de formarles sobre el uso seguro de Internet y las redes sociales, así como para animarles a crear y compartir recursos educativos sobre la materia. Hasta la fecha más de 500 profesores ya han aprovechado la plataforma para formarse.
Ambos programas ejemplifican el fomento del uso responsable de Internet por parte de Orange en un colectivo tan sensible como el de los niños y adolescentes.
Más información | #SuperProgramadores