Pokémon Go ha llegado a la calle y lo hace de forma literal pues sus personajes se esconden en las ellas para que, a través del geoposicionamiento y el uso de la cámara del móvil, los jugadores puedan capturarlos en el mundo real. Estamos rodeados de Pokémon, aunque no los veamos y no nos referimos a esa gente gris con corbata gris que puebla las ciudades. Dos conceptos del mañana se han unido para aportar una experiencia social a nivel tecnológico como pocas veces hemos podido disfrutar. Podéis leer cómo ha vivido un redactor de El País esta experiencia de realidad aumentada que ha disparado la cotización de las acciones de Nintendo y que cuenta ya con un número de usuarios que está a punto de superar a los de Twitter en EEUU.