Las aventuras de Tate es una aplicación para tablets que divierte y acompaña a los niños con dificultades en el lenguaje y el habla durante el proceso de aprendizaje. La App, desarrollada para iPad por profesionales expertas en audición y lenguaje, ofrece la posibilidad de interactuar con el dispositivo para trabajar técnicas de relajación, vocabulario, expresiones faciales e incluso ¡soplos! Este proyecto ha sido uno de los seis proyectos seleccionados en “Lánzate”, el programa de mentorización para emprendedores promovido por Orange y la Escuela de Organización Industrial (EOI).
Según nos cuenta Teresa Puerma, la fundadora de la Aventuras de Tate, la idea surgió cuando uno de los componentes del equipo se encontró con problemas en su aula a la hora de realizar ciertos ejercicios como, por ejemplo, los que se ejecutan soplando bolitas de papel en la mesa o molinillos de aire. «Los niños estaban aburridos de hacer siempre lo mismo así que, aprovechando el interés que las nuevas tecnologías suscitan en los más pequeños, decidimos comprobar si era posible hacer algo concreto: ver si los dispositivos móviles eran capaces de detectar cuando un niño soplaba encima de él».
«Descubrimos la manera de hacerlo -añade- y no nos quedamos en simples ejercicios sino que, poco a poco, fuimos moldeando una historia en la que los niños se sintieran interesados e involucrados, en la que además pudieran realizar ejercicios de relajación, vocabulario, secuenciación y praxias…»
Hasta ahora la mayor parte de la inversión está siendo el propio tiempo del equipo aunque, poco a poco van consiguiendo pagar los gastos que van surgiendo, ganando concursos que nos les proporcionan pequeñas sumas de dinero. «Son unos dos años que tengo mi vida volcada en este proyecto, de vez en cuando desarrollamos otros proyectos para poder mantenernos económicamente», explica Teresa Puerma.
las aventuras de tate en busca de inversores
Las Aventuras de Tate no ha asistido nunca a ninguna ronda de financiación, «porque sabemos que es muy complicado que los inversores se fijen en un proyecto social«. Por eso prefieren centrarse, de momento, en el lanzamiento y promoción, con la esperanza de seguir teniendo buenos resultados y así poder ofrecer cifras que realmentesean interesantes para posibles inversores.
El camino siempre es difícil para los emprendedores y más cuando su proyecto tiene tintes sociales. «El principal problema -cuenta Teresa- puede ser la inexperiencia en algunos campos y la falta de apoyo a proyectos de este tipo lo que, en algunas ocasiones, nos crea una gran incertidumbre porque no sabemos hacia dónde dirigirnos».
fe en un sueño
A pesar de las dificultades el equipo de Las Aventuras de Tate sigue creyendo en su sueño. «Me gustaría que Tate, nuestro protagonista, se convirtiera en un icono para todos esos niños que realmente queremos que represente, niños con trastornos del lenguaje y/o habla y hacer entender a la sociedad que aunque existan niños que “puedan parecer diferentes” no dejan de ser niños con metas, ilusiones, ganas de vivir,… y por supuesto de ser queridos y aceptados con naturalidad».
«Nos encantaría -añade Teresa Puerma- que, algún día, no solo se tuviera acceso a Las aventuras de Tate a través de app, sino también a través de libros, juegos educativos de mesa y porque no en alguna pantalla de televisión o cine… ¡eso sería lo más!
repartiendo sobres
El camino de estos emprendedores está salpicado de experiencias de todo tipo, algunas graciosas, según nos cuenta la fundadora de esta iniciativa. «En una de las primera ocasiones en las que presentamos el proyecto en público, no podíamos apoyarnos en elementos visuales para la presentación y nuestro proyecto es muy visual, así que nos resultaba muy complicado hablar de Tate sin que realmente el jurado conociera su cara. Por eso decidimos hacer un pequeño juego con partes de nuestra historia y que el jurado tuviera que unirlo para saber de que iba… Hasta ahí todo bien, envolvimos cada uno de los paquetes al estilo de un sobre… y cuando llegué a mi casa y le enseñe el formato del envoltorio mi madre me dijo… Hija mía, ¿estas segura que ese es el mejor formato para entregar un premio estando las cosas como están? Era el tiempo en el que estaba toda la corrupción aflorando por todos lados.. Ya no tenía tiempo para cambiar el formato, y lo único que me quedo al día siguiente cuando realicé la presentación fue decirles al jurado lo que mi madre me había dicho, siendo yo en ese momento de la exposición un manojo de nervios, todo el mundo empezó a reírse, me reconocían como la de los sobres pero conseguimos nuestro premio.