Para Philippe Halsman, »el fotógrafo inmortal será aquel que haga sus fotografías de manera honesta y franca, que no base su imagen en trucos o técnicas especiales». A día de hoy, él sigue siendo uno de los más reconocidos por su ingenio, que materializó sobre todo a través de la técnica del »jumpology». El artista consiguió convencer a numerosos rostros conocidos para que saltaran delante de su objetivo y, así, obtuvo sus retratos más espontáneos. De hecho, hizo brincar a Marilyn Monroe más de 200 veces antes de capturar la fotografía perfecta para la famosa portada de la revista ‘Life’, en el año 1959. Más de treinta años después de su muerte, una exposición reconstruye por primera vez los procesos creativos del célebre fotógrafo desde sus comienzos en París hasta su etapa neoyorquina.
La muestra se divide en cuatro partes, con una introducción dedicada a los años que Halsman pasó en París, pues su obra temprana ya presagiaba los intereses y temas que desarrollaría a lo largo de su carrera. Las otras tres partes se corresponden con su carrera en Estados Unidos y cada una de ellas presenta una característica de la obra de Halsman: sus reconocidos retratos, su interés por las puestas en escena y, por último, el impresionante repertorio de »ideas fotográficas» que desarrolló junto a su amigo Salvador Dalí a lo largo de treinta y siete años, entre las que cabe destacar su obra ‘Dalí’s Mustache’, en la que consiguió elevar el icónico bigote del pintor.
Durante toda su carrera, Philippe Halsman fue un enérgico defensor de la fotografía y cuando su pasión se vio amenazada por la llegada de los medios de comunicación de masas como la televisión, el artista estuvo a la altura del reto, haciendo de este arte una fuerza a tener en cuenta dentro del mundo del espectáculo gracias a su imaginación. Y siempre que Halsman reivindicaba el potencial creativo aún inexplorado de la fotografía, citaba una anécdota que resumía a la perfección su actitud frente a la cámara. El poeta y cineasta francés Jean Cocteau quiso trabajar con el fundador de los Ballets Rusos, Serguéi Diáguilev, y, para conseguirlo, le preguntó qué tenía que hacer para colaborar con él. A la cuestión, Diáguilev contestó: »¡Sorpréndeme!».
LA EXPOSICIÓN MÁS COMPLETA DE Philippe Halsman
Con la respuesta de Diáguilev en mente, el fotógrafo se lanzó al diseño de guiones imposibles y ahora ese imperativo da nombre a la retrospectiva del trabajo de Halsman que puedes visitar desde el 1 de diciembre y hasta el 26 de marzo en CaixaForum Madrid. Se trata de una selección de más de 300 fotografías del ingenioso artista, que todavía es considerado uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX. Además, si quieres sumergirte por completo en su obra, te recomendamos optar por la visita comentada a la exposición o por la opción ‘Café-tertulia con las artes’.
