«El 25% de la población española es obesa o tiene problemas de sobrepeso». Así lo anunciaba un preocupado The Lancet a principios de 2017 gracias a un estudio en colaboración con la Organización Mundial de la Salud. El sobrepeso no es un problema estético, sino de salud, y tiene como consecuencias graves la diabetes, la hipertensión, la hiperlipidemia, la apnea del sueño, la depresión, las enfermedades coronarias…, y otras, entre las que se incluye una menor esperanza de vida.
La falta de movilidad y una alimentación poco adecuada están a la cabeza entre los factores que generan la obesidad, aunque tendemos a paliar las consecuencias en lugar de plantar cara a los elementos que las causan. Algunos videojuegos, que han pasado décadas como un factor clave del sedentarismo, ahora se posicionan a favor de la movilidad. Hablamos de los videojuegos que combaten la obesidad con ejercicio físico.
Moverse, uno de los remedios contra la obesidad
Es importante destacar que la obesidad no tiene por qué ser fruto de una falta de actividad física, o una alimentación desequilibrada. Hay personas con enfermedades crónicas, cuadros puntuales o metabolismos personales que tienden a la obesidad por mucho que se cuiden. Si bien es cierto, son las menos.
Por ejemplo, se estima que solo el 1% de las personas obesas entra dentro de alternativas como la cirugía bariátrica, muy usada pero con complicaciones a largo plazo que hace que incluso los profesionales que se dedican a ello la tomen con pinzas. Consenso aquí, estudio allá.
Dicho esto, moverse y mantener una actividad física regular ayudará tanto a personas sin patologías como quienes las padecen, y constituye un buen remedio contra la ganancia de grasa corporal. Algo que siempre redunda en un beneficio.
Los videojuegos se asocian a la obesidad
Aunque asociamos el sedentarismo a la llegada de las pantallas, lo cierto es que los primeros amantes del sofá llegaron hacia 1876 con los fonógrafos (este Edison y sus cosas), y la radio ayudó a anclar a las personas a los cojines. La televisión, más tardía, junto a un mayor tiempo de ocio ganado por los sindicatos obreros que cambiaron nuestro estilo de vida, consolidaron la falta de movilidad como hobbie.
Los videojuegos vinieron mucho después, pero ayudaron poco a querer salir a la calle o jugar a los juegos de toda la vida. Se convirtieron para muchas generaciones en la excusa perfecta para no practicar ningún tipo de actividad física, o reducirla drásticamente. Y en esas estamos.
Pero aunque los videojuegos se asocian a la obesidad (sin duda existen indicios y una relación causal) también aportan muchas ventajas que no podemos obviar. Por eso la mayoría de estudios y revisiones sobre el efecto de los videojuegos en la fisiología (Beltrán-Carrillo, 2009, Moncada, 2012, Borges, 2012) llaman a una mirada crítica y a un buen uso de los videojuegos activos. Especialmente si la realidad aumentada y virtual hace que nos movamos para jugar.
Videojuegos que invitan al movimiento
Pantalla ya no es sinónimo de sedentarismo, como videojuego dejó de ser sinónimo de asocial hace mucho tiempo. Al igual que los videojuegos en línea, participativos e incluso científicos, han fomentado relaciones personales (e incluso bodas, como en el World of Warcraft), los videojuegos activos están fomentando el movimiento, la salud física y el deporte.
Zombies Run!, o corres o te comen vivo
Uno de los más conocidos, precisamente porque su objetivo primario –además de hacer caja– es que sudemos la gota gorda corriendo, es Zombies Run!. En este videojuego seremos un superviviente en un apocalipsis zombie mundial, y con ayuda de nuestros auriculares tendremos que huir de las hordas de no muertos que nos acosarán por las calles y parques de nuestra ciudad.
Ahí está precisamente la magia, en que el videojuego (casi audiojuego en exclusiva, aunque la pantalla tiene mucha importancia al inicio y final de cada partida) se adapta a todo tipo de entornos urbanos y naturales.
Basta con ponernos los auriculares para escuchar la misión que nos asigna el juego, y los pasos de los zombies a nuestra espalda. Está pensado para correr, pero también puede configurarse para andar rápido.
Ingress, el captura la bandera mundial
Uno de los primeros videojuegos que surgió de la realidad aumentada, al menos con éxito, fue Ingress, de Niantic. En este juego formaremos parte de dos posibles equipos o facciones a nivel mundial, y nuestro objetivo será el de capturar (virtualmente) ciertos puntos de interés, tanto en nuestro entorno urbano como tan lejos como seamos capaces.
Una vez capturadas tres localidades por el mismo usuario o equipo, formaremos un triángulo sobre el mapa, cuya área (en puntos) se sumarán a nuestra facción. Eso significa que hay miles de personas por todo el mundo corriendo de un lado a otro de su ciudad para capturar emplazamientos, o usando la bici para adelantarse al enemigo.
Pokemon Go, el fenómeno de masas de 2016
Pokemon Go, por su meteórico ascenso en 2016, es mucho más conocido que Zombies Run! o Ingress, aunque la mecánica es similar: el jugador hace uso de su móvil para moverse por el mundo mientras sobre su pantalla y auriculares se muestran objetos virtuales con los que interactuar. El juego hace atractiva la idea de desplazarse de un lugar a otro en busca de estos animales virtuales.
Estos videojuegos invitan a la movilidad, a salir a la calle a que nos dé el Sol y pasear, andar rápido e incluso correr o coger la bici para ir subiendo de nivel y colaborar con otros usuarios a ganar puntos para nuestro equipo. Con la llegada de la AR (quién sabe, quizá las Google Glass lleguen de nuevo en unos años) será más fácil asociar videojuegos y pantallas a ejercicio y salud.
A pesar de que estos videojuegos están pensados para hacer caja, hemos de resaltar que lo importante es la salud de sus jugadores. Y el ejercicio físico es un factor clave en la salud y bienestar que sienta bien a cualquier edad. No solo los niños o adolescentes juegan a videojuegos.
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