Cualquiera que sea el progreso en la agenda de reestructuración, todos los bancos europeos se encuentran lidiando con un entorno cambiante. Las nuevas preferencias de clientes, las interfaces digitales y los negocios de agregadores están cambiando la forma de hacer banca; una tendencia que se acelerará con las próximas regulaciones para hacer efectiva la banca abierta (PSD2 y GDPR), que obliga al desarrollo de nuevos ecosistemas de innovación. Al mismo tiempo, la automatización y tecnología asociada al big data están creando oportunidades para reducir significativamente los costes. En este contexto, la banca española se encuentra entre las mejores posicionadas de Europa para afrontar el desafío de la digitalización en la próxima década.
la banca española mira al futuro
Así lo estima el informe ‘Beyond Restructuring: The New Agenda – European Banking 2017’, elaborado por Oliver Wyman, que explica cómo muchos bancos en Europa están todavía inmersos en procesos de reestructuración mientras que en España el sector está centrado ya en el desarrollo de modelos de distribución y relacionales de futuro.
El informe identifica seis desafíos para la banca europea, como son: cambios en los comportamientos de compra, la renovación y sustitución de infraestructura y procesos heredados, una mayor eficiencia en los recursos financieros, oportunidades de consolidación, la innovación en la gestión del talento y una mayor participación de la banca en las soluciones a los desafíos de la sociedad, tras la crisis financiera y el crecimiento del nacionalismo y populismo.
Ingresos potenciales de los agregadores de hasta 40.000 millones en Europa
La implantación de agregadores, que permite a los clientes comparar, comprar y usar una variedad de proveedores en una gama mucho más amplia de productos, está obligando a los bancos a tomar decisiones estratégicas en torno a su participación e inversión en estas áreas. La consultora estima unos ingresos potenciales para este tipo de plataformas de entre 15.000 y 40.000 millones de euros en Europa en los próximos años. El beneficio para los clientes, debido a una mayor competencia y precios más bajos, se situaría entre 30.000 y 60.000 millones de euros.
Asimismo, la actualización y sustitución de infraestructuras y procesos heredados mediante soluciones greenfield, así como la adopción de interfaces de programación de aplicaciones (API), que permitan un enfoque modular de la gestión de sistemas, forman parte también del trabajo presente y futuro de las entidades financieras.
digitalización para ser más flexibles y conseguir costes fijos bajos
Los avances en la comunicación de datos y el análisis están permitiendo a bancos y competidores automatizar tareas realizadas hasta la fecha por personas. Esta circunstancia mejora la experiencia de clientes y puede reducir los costes marginales de transacción a cero. Oliver Wyman estima ahorros de costes de 60.000 millones de euros en Europa. Según la firma, el 40% de los grandes bancos europeos ven la reingeniería digital como la más palanca más crítica para la reducción de costes. Algunos bancos digitales greenfield están estableciendo el ratio coste-ingresos a un 30% o menos, aunque todavía hay incertidumbre sobre la consecución de estos objetivos. Aun así, existe un claro consenso sobre el hecho de que la digitalización hará de la banca un negocio más flexible y con costes fijos más bajos.
No es de extrañar en este contexto de apuesta por la digitalización que, algunos de sus protagonistas cuya actividad tradicional se ha desarrollado al margen de la banca, hayan irrumpido también en este negocio. Es el caso, por ejemplo, de Orange, una operadora de telecomunicaciones que ha lanzado su propio banco en fechas recientes. Orange Bank es una realidad en Francia, y su salto a España está cerca.
Innovación en la gestión del talento
Conforme las actividades bancarias evolucionan, también lo hace la tipología de talento requerida para dar respuesta a nuevas necesidades.
En la era de la digitalización y automatización de tareas, los bancos deben gestionar el talento promoviendo la diversidad, involucrando a equipos integrados por profesionales de distintas generaciones y capacidades y combinando empleo directo y colaboraciones externas.
Además, deben construir una cultura y organización basada en el trabajo flexible, creando entornos amigables para la innovación; y planificar la fuerza de trabajo, evaluando y proyectando la dimensión y habilidades futuras.
Por último, Oliver Wyman identifica también oportunidades en la consolidación. A la luz de los desafíos actuales de la economía, ve probable que la consolidación se acelere en algunos mercados, como Italia, aunque puede no ser una prioridad en otros.
Imágenes: Pixabay y Orange Bank