Los HUD (Head-Up Display) llevan décadas dentro de nuestras historias de ficción. Un ejemplo reciente y relativamente conocido es el HUD que la inteligencia artificial Jarvis proyecta en el interior del casco de Iron Man (2008), que podemos ver en la primera entrega de su trilogía, en el vídeo de abajo.
Hay más, por supuesto: los visores de los personajes del anime Bola de Dragón (1984) o la pantalla de Minority Report (2002), que tanto dio que hablar, son más ejemplos. Pero, esta tecnología HUD, que ha entrado tímidamente en la consola de los turismos y en algunos cascos para moto, ¿tiene futuro?
¿Qué es y qué no es un HUD?
Hay varios tipos de pantallas de visualización que hacen referencia al mismo concepto Head-Up Display pero que se diferencian en puntos clave:
- El HUD de los videojuegos, también conocido como barra de estado, que es donde se muestran parámetros clásicos como los puntos vida del personaje (PV) o los objetos (Item) que porta. Es una división más de la pantalla digital, y puede ser vista en muchos ángulos.
- El HUD como pantalla transparente que permite observar a través de ella, pero también ver información sobre la misma sin necesidad de mover la cabeza. Hace uso de la realidad aumentada, a veces para solapar información sobre lo que vemos.
Los primeros Head-Up Display reales se diseñaron para aviación, mostrando información en pantalla al piloto para que este pudiese girar la cabeza sin perder esos datos de velocidad, altitud o ángulos. Este dispositivo consistía en una pantalla semitransparente sobre la que incidía un haz láser con origen en el casco.
Por tanto, un HUD no es un holograma tridimensional como los que veíamos en Star Wars (1977) con la princesa Leia, sino una superposición plana en una pantalla. Con la salvedad de que esta nos permite mirar también a través de ella, como es el caso de los huecos para los ojos de Iron Man (pero no el resto del casco, que es una pantalla “clásica”).
Ya existen HUD en uso, en nuestros coches
No todas las marcas usan el mismo sistema, pero Mazda, Citroën o Peugeot trabajan con pantallas traslúcidas de policarbonato y otros materiales. Sobre ellas, proyectan gracias a un haz láser distinta información, como la velocidad del vehículo, el límite de velocidad de la vía, e incluso breves instrucciones de navegación. En el caso de BMW se va más lejos, usando la propia luna del vehículo como HUD:
Este display está orientado a la seguridad, y la idea fundamental de este tipo de dispositivos es que el conductor mantenga su mirada en dirección al frente. Actualmente, los navegadores GPS, los teléfonos móviles con aplicaciones de navegación y los navegadores integrados en la pantalla de la consola central, obligan al conductor a girar la cabeza cada vez que quiera comprobar algo.
Al ser transparentes, los HUD pueden homologarse para ocupar el ángulo de visión del conductor (un cono de unos 70º que cubre parte de la luna), pero están diseñados para ocupar un espacio mínimo y mostrar únicamente señales que sean necesarias para la conducción. Por ejemplo, estos displays omiten el enlace de aplicaciones como Twitter o YouTube.
Cascos para motoristas con HUD
Si hay un colectivo motorizado que podría exprimir este tipo de pantallas al máximo, es el de los motoristas. Mucho más expuestos que los conductores de otros vehículos, la idea era aprovechar todo el panel frontal para instalar un HUD como el que vemos en el modelo Skully AR-1 del vídeo de abajo.
La marca, que llevaba casi una década perfeccionando el casco, tuvo un tropiezo hace unos años, pero el proyecto ha sido rescatado convirtiendo el HUD en una pequeña pantalla en la base del casco. Quizá pronto veamos que otras marcas recogen el testigo y este tipo de HUD HMD (Helmet-Mounted Display o monitor instalado en casco) ayude a conducir con mayor seguridad.
Debe ser increíble viajar en moto y ver las indicaciones del GPS en el frontal de la visera, así como una pequeña imagen con lo que capta una cámara trasera en un lateral. Pero si algo hay que resaltar, es que será un sistema mucho más seguro que los actuales retrovisores.
La Neocueva de Altamira y el HUD en la enseñanza
Es posible que muchos de nuestros lectores hayan visitado la Cueva de Altamira o, al menos, la reconstrucción fidedigna bautizada la Neocueva. Cuando accedemos a ella nos encontramos a varios metros del conocido techo de bisontes rojos, caminando por un ancho pasillo en zig-zag.
En uno de los recodos de este pasillo vagamente iluminado, podemos ver una representación muy llamativa de cómo era la sociedad de hace 30 milenios gracias a una proyección de luz. Por desgracia, la única imagen del HUD de Altamira, cortesía del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, tiene muy baja resolución (arriba a la izquierda), por lo que nos hemos tomado la libertad de bosquejarlo:
Los visitantes de la Neocueva observan una cámara con una reconstrucción del suelo justo tras las clásicas láminas explicativas de un museo. Frente a ellos, inclinado unos 45º, un panel transparente refleja un haz de luz azulada que surge de un proyector.
En lugar de terminar en una pared del fondo, la luz es reflejada en el polímero, y da la impresión de que estamos viendo a auténticos neandertales (actores, por supuesto) moverse y convivir al otro lado del cristal. Algo así como una pecera con una muestra humana en su interior. Resulta una experiencia inmersiva interesante que ya nos adelantó La máquina del tiempo (2002) en forma de HUD, o algo similar:
¿Para cuándo ordenadores HUD como en Minority Report?
Muchos de nosotros soñamos con pantallas en las paredes, televisiones ubicuas, gafas con realidad aumentada y ordenadores capaces de ser proyectados en láminas de cristal transparente, como se muestra en Looper (2012), cuando el protagonista accede al puesto de trabajo de una biblioteca.
Ya hemos visto cómo la realidad aumentada, de la mano de videojuegos como Pokemon Go, aprovechaban la “proyección” de información sobre una imagen capturada con la cámara, pero técnicamente eso no es un HUD porque hace uso de un paso intermedio. Una pantalla.
Quizá en el futuro las gafas HUD de Microsoft nos permitan la realidad mixta para revolucionar la medicina. Y es posible que nuestros teléfonos móviles, en el futuro, se parezcan más a una lámina de cristal que a un dispositivo opaco como en The Expanse (2015), pero para algo así parece quedar todavía bastante. En este caso, el haz láser surgirá del propio dispositivo, por lo que sería una mezcla entre un HUD clásico y una pantalla clásica.
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Imágenes | iStock/chombosan, iStock/chombosan, Marcos Martínez, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, iStock/Pixsooz