Hacer deporte no es un capricho ni un lujo, es una necesidad para mantenernos en forma, conservar un buen estado de salud y disfrutar de una vida plena. Como decía la voz en off del final de El pez gordo (2000), «tu cuerpo […] es el mejor instrumento que tendrás jamás» y, sin embargo, lo cuidamos poco.
Se dice que la obesidad es la gran epidemia del siglo XXI, y no es para menos. El 53% de las personas adultas está por encima de su peso y apenas se mueve, llevando una vida casi por completo sedentaria; y el 12% de los niños tienen sobrepeso. Es grave, pero tiene solución, y el deporte es parte del remedio.
Sin embargo, llegamos a casa de trabajar o de estudiar, dejamos los bártulos del día a día y nos tumbamos en el sofá, exhaustos, a la espera de que se acabe el día. La voluntad brilla por su ausencia. Necesitamos un empujón, pero, ¿qué? ¿Qué nos hará levantarnos, ponernos las mallas y salir a correr?
Los humanos necesitamos hacer deporte
Las personas evolucionamos para hacer, no para fluir sobre cojines en función del tirón gravitatorio del momento. Somos una especie bípeda cuyas piernas tienen una curiosa forma de “péndulo” alrededor de la cadera. ¿Alguna vez te has preguntado por qué los músculos de la pierna son más gruesos a la altura de los glúteos y luego disminuyen hasta la rodilla?
Es un mecanismo muy interesante que ayuda a avanzar la pierna que tenemos más atrás en la marcha, haciendo fácil que gane inercia con cada paso que damos. Dicho de otro modo, hemos evolucionado para movernos, para caminar y para hacer ejercicios de varios tipos. Algunos naturales, como la carrera, y otros artificiales (pero no dañinos a nivel amateur, como el ciclismo).
Se estima que los homínidos somos bípedos desde hace unos 6 o 7 millones de años; y que desde hace por lo menos 3,7 millones de años hemos andado. ¿De verdad vamos a dejar los seres humanos de hacer deporte ahora que disponemos de tiempo para hacerlo por voluntad en lugar de por necesidad? Nuestro cuerpo lo necesita.
Algunas aplicaciones y gadgets para entrenar
Pese a todo, la mayoría de nosotros necesita un empujón para salir a entrenar, algo que puede consistir en caminar una hora todos los días o en hacer deporte de intensidad moderada cada dos. Un buen comienzo es disponer de métricas de nuestro avance para motivarnos a nosotros mismos, como nuestro peso y factores como el índice de masa corporal o el índice de grasa corporal.
El peso (formalmente, masa) es el número de kilogramos que nos componen y de los que no estamos particularmente orgullosos. El índice de masa corporal (IMC) indica la relación con tu altura para, dentro de una estadística, considerar si nos sobra o no masa; y el índice de grasa corporal nos dice cuánta de esa masa es grasa inútil. Para leer estos valores, se recomienda un profesional.
Hay muchas básculas en el mercado que nos sirven para medir esto a la vez que lo enlazamos con nuestro teléfono móvil, que hace las veces de bitácora o registro de nuestro entrenamiento. Una aplicación interesante y gratuita es Google Fit, que ni siquiera tendremos que encender porque arrancará en cuanto nos pongamos a entrenar, y cuyas métricas tendremos en la web.
Las pulseras inteligentes o smartbands son una buena apuesta para quien quiere marcarse un hábito, ya que pueden enlazarse fácilmente con nuestro smartphone e irán registrando nuestra actividad durante todo el día. Además, son muy asequibles y hacen las veces de reloj digital. Tanto con ellas como con nuestro móvil podemos crear, vía app, varios objetivos diarios:
- caminar una hora al día;
- pasear 10.000 pasos;
- correr 3.000 pasos;
- …
Siempre en función de cuál sea nuestro objetivo. Habrá días en los que queramos apurar y quemar grasa, y otros en los que la idea sea mantenernos en movimiento pero “descansando” del ejercicio de alta intensidad. Aunque salir a correr (perdón, hacer running) es lo más conocido, al principio se recomienda optar por actividades que no den “tirones”, especialmente si tenemos sobrepeso.
La natación es un deporte muy completo que nos ayudará a trabajar con todo el cuerpo; y el ciclismo (como vemos en el vídeo del canal de Orange de arriba) ya es un deporte que se puede realizar en casa gracias a dispositivos como el Rodillo Bkool, que convierte una bici normal en una bicicleta estática (de manera temporal, claro). También podemos optar por la calistenia u otros ejercicios.
Además, existen aplicaciones de entrenamiento interesantes que nos marcarán una rutina de dificultad creciente. Dicho esto, se aconseja consultar estas sesiones con un entrenador, así como con un endocrino o nutricionista.
balance entre lo que comes y gastas; y el modelo de restricción del gasto calórico total
Los ingenieros tienen un artificio matemático muy útil para iniciarnos en el deporte, y es el volumen de control, que José Mota explicó con aquello de «las gallinas que entran por las que salen». Cuando afrontan un problema, dibujan un volumen ficticio alrededor del objeto y lo aíslan de todo lo demás, sumando lo que entra y restando lo que sale. Esto se puede aplicar al cuerpo.
Lo que entra, literalmente, es comida. A veces sana y otras un tanto menos. En nuestra cuenta, “lo que sale” es el ejercicio, que nos ayuda a quemar aquello que entró y de lo que no nos hemos desprendido. De modo que estar en forma y llevar una vida sana tiene más de un componente: comer bien es importante; y bien implica también las cantidades. No se nos puede olvidar la dieta.
El balance de energía es muy útil para los primeros meses de entrenamiento, especialmente si no estamos en forma, aunque se trata de un modelo simplista que a largo plazo no funciona. Nuestro cuerpo se adapta rápidamente al tipo de ejercicio realizado (es el modelo de restricción del gasto calórico total) con lo que llegado a un punto de entrenamiento dejaremos de quemar al nivel en que lo hacíamos previamente.
Realizar ejercicios variados y cambiar nuestros hábitos alimenticios son claves necesarias para mantenernos en forma. La ventaja es que lo segundo no nos quitará tiempo, eliminando una excusa de la ecuación.
En Nobbot | Pokemon Go y otros videojuegos que combaten la obesidad (infantil y menos infantil)
Imágenes | iStock/littlehenrabi, iStock/kieferpix, iStock/SeventyFour, iStock/Milkos